21/4/08

Bolaño salvaje



Bolaño salvaje.
Edición de
Edmundo Paz Soldán y Gustavo Faverón.
Candaya. Barcelona, 2008.



Un Bolaño salvaje y cercano es el eje del segundo volumen de la colección Candaya Ensayo, dedicado a Roberto Bolaño (1953-2003), un acercamiento intenso y extenso al mundo personal y literario del último gran escritor latinoamericano.

Bolaño salvaje, el volumen preparado por Edmundo Paz Soldán y Gustavo Faverón Patriau, recoge 25 ensayos sobre la vida y la obra de quien asumió su existencia y su literatura como riesgo y como inconformismo.

Bolaño cercano es el título del documental dirigido por Erik Haasnoot y recogido en el DVD que incorpora el libro con el testimonio de sus amigos escritores, de Carolina López, su viuda, y de su hijo Lautaro.

Enmarcados por dos capítulos que abren y cierran el libro con las palabras de Bolaño (el memorable discurso de Caracas cuando recogió el Rómulo Gallegos y una entrevista inédita hasta ahora), los artículos se ocupan de la visión del mundo de Bolaño, de su evolución y sus ideas políticas, de sus planteamientos estéticos y otras genealogías.

En ellos, diferentes críticos y escritores españoles, latinoamericanos y estadounidenses abordan las claves del universo vital y narrativo de Bolaño, de su escritura total, de su creciente influencia.

Las palabras del autor y las de sus lectores trazan en este medio millar de páginas un recorrido completo por su obra, un itinerario lleno de iluminaciones sobre su producción narrativa, su actividad poética o los planteamientos críticos de un Bolaño que practicó con intensidad la hibridación de distintos géneros, formas y enfoques de la realidad en los que se entrelazan también, como señala Enrique Vila-Matas, sueño profundo, muerte y caligrafía.

Entrañable y huraño, como en la última entrevista, su obra es una indagación en lo oscuro, un salto en el vacío que lo convierte en un autor fractal y extraterritorial, como explica Ignacio Echevarría.

Escribe Jorge Volpi en uno de los artículos del libro: Roberto Bolaño murió el 14 de julio de 2003. Ese mismo día, cerca de la medianoche, se volvió inmortal.

Para los lectores de Bolaño esas palabras contienen una obviedad; para sus amigos, aunque de vez en cuando hablan de él en presente, es una dolorosa metáfora.

Su presencia y su recuerdo atraviesan el documental que acompaña al libro. En él, además de su mujer y su hijo, sus amigos escritores (Vila-Matas, Rodrigo Fresán, Juan Villoro y Antoni García Porta) evocan su amistad y hablan de su geografía – Blanes, México, Barcelona- y su historia, de su vida de escritor, de sus aislamientos de francotirador y sus entusiasmos, de su biblioteca y de esas dos cimas de la literatura en castellano que se titulan Los detectives salvajes y 2666.

Tan imprescindibles como esta excepcional reunión de asedios y afectos.

Santos Domínguez