25/3/08

Carta de Lord Chandos


Hugo von Hofmannsthal.
Carta de Lord Chandos,
seguida de La herrumbre de los signos, de Claudio Magris.

Traducción de Antón Dieterich y Pilar Estelrich.
El libro de bolsillo. Alianza Editorial. Madrid, 2008.

Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista, siempre terminal, siempre en el límite del conocimiento y la escritura, Hugo von Hofmannsthal (1874-1929) escribió la brillante y contradictoria Una Carta (1902), imaginariamente dirigida por Lord Chandos a Francis Bacon en 1603 para explicar su silencio literario y la renuncia definitiva a la escritura.

Surgida en la Viena de entresiglos, Hofmannsthal plantea en ella el problema de la relación entre el lenguaje y la realidad y como consecuencia, la imposibilidad de la escritura en un mundo fragmentado:

Todo se me deshacía en partes, las partes otra vez en partes, y nada se dejaba ya abarcar con un concepto. Las distintas palabras flotaban alrededor de mí; cuajaban en ojos que me miraban fijamente y en los que yo a mi vez tengo que sumergir mi mirada: son remolinos a los que me da vértigo asomarme, que giran sin cesar y a través de los cuales se llega al vacío.

La crisis del conocimiento y la conciencia es así una crisis del lenguaje, inhábil para nombrar la realidad como consecuencia del abismo de intransitividad que separa las palabras del mundo, que han dejado de aludir a realidades concretas.

Y la crisis de la palabra como representación del mundo, el divorcio de vida y lenguaje acaba incidiendo en otra crisis simultánea: la del sujeto que aprende a callar porque ya no tiene capacidad para organizar el mundo con el lenguaje:

...porque la lengua, en que tal vez me estaría dado no sólo escribir sino también pensar, no es ni el latín, ni el inglés, ni el italiano, ni el español, sino una lengua de cuyas palabras no conozco ni una sola, una lengua en la que me hablan las cosas mudas y en la que quizá un día, en la tumba, rendiré cuentas ante un juez desconocido.

Esta edición de la obra de Hofmannsthal en El libro de bolsillo de Alianza editorial se completa con el ensayo La herrumbre de los signos: Hofmannsthal y la Carta de Lord Chandos, de Claudio Magris, una indagación en esta guía de perplejos que ha ido ganando importancia y convirtiéndose en una profecía posmoderna que se adelanta en varios años a Wittgenstein, otro vienés que también había creído de joven en la superposición de las palabras y la realidad y acabó su Tractatus veinte años después diciendo algo parecido, más lapidariamente: De lo que no se puede hablar hay que callar.

De aquella Viena floreciente, de aquella crisis que dio sus mejores frutos entre dos siglos y de su importancia germinativa habla un sombrío Magris en su ensayo:

Aquel florecimiento era en gran parte germen del futuro. Pero el futuro que aquella cultura anunciaba era nuestro exilio, nuestro invierno, nuestra condición de hombres que dudan de tener un futuro.

Fue a la vez la despedida de una civilización y el comienzo de una espera, porque las palabras que hasta entonces le habían separado de las cosas dejaban de ser un obstáculo para fundirse con la realidad y captarla o vivirla intensamente, para percibir esa nueva lengua en la que hablan las cosas mudas.

Encarnó
-escribió Harold Bloom del austriaco- la muerte de una cultura vieja –la de la Viena imperial- y se negó a reemplazarla por una ideología.

Pese a todo, la carta tiene más de raíz que de ruina y más que el acta de defunción de una cultura caduca, es la partida de nacimiento de la posmodernidad, una brillante premonición del hombre sin atributos de Musil, y una obra contradictoria, porque la carta encierra una paradoja en la prosa de alta calidad propia del poeta que había sido Hofmannsthal hasta sólo un par de años antes.

Y es que cuando ese Lord Chandos renuente y en fuga escribe su carta a Bacon, se desmiente a sí mismo, desmiente la incapacidad de la literatura para explicar el mundo y absuelve al lenguaje al que recurre y del que a la vez reniega en un arte de callar que no se resigna a un silencio definitivo:

Pero ¿por qué intento emplear de nuevo unas palabras de las que he renegado?


Santos Domínguez