John Haycraft.
Babel en España.
Traducción de Antonio Rivero Taravillo.
Prólogo de Gerald Brenan.
Epílogo de Patricio Hidalgo Nuchera.
Almuzara. Córdoba, 2007.
Babel en España.
Traducción de Antonio Rivero Taravillo.
Prólogo de Gerald Brenan.
Epílogo de Patricio Hidalgo Nuchera.
Almuzara. Córdoba, 2007.
El presente libro –escribe Gerald Brenan en el prólogo de Babel en España- de John Haycraft parte con una gran ventaja sobre todos los demás libros escritos por extranjeros acerca de España. No se trata de un libro de viajes y tampoco es la obra de alguien que simplemente ha vivido en el país. Es el relato de un joven que ha trabajado ganándose la vida en una gran ciudad de provincias, y que ha tenido para ello que tratar de forma tanto oficial como privada con un considerable número de personas. Sólo alguien torpe e insensible podría escribir con este tema un libro insulso, y Haycraft es excepcionalmente perspicaz e inteligente.
Cuando se cumple el medio siglo de su primera edición, Almuzara publica por primera vez en español Babel en España, la radiografía implacable de la Córdoba franquista de los cincuenta que John Haycraft editó en Londres en 1958. Aquel Babel in Spain llevaba el prólogo de Brenan que se recupera también en esta edición en Noche Española y mereció una elogiosa reseña de Cyrill Connolly y una reacción furiosa de la sociedad cordobesa.
El matrimonio Haycraft – John y Brita- llegó a Córdoba para poner en marcha una academia de inglés, sin señales matrimoniales externas, sin hijos ni tendencia a ir a misa de doce. A partir de su llegada, la mirada de Haycraft sobre la ciudad no es la de un turista, sino la de quien se sumerge en la vida de una ciudad con balcones floridos y un atraso secular, con callejas e hipocresía. Es la ciudad tradicional y soñolienta de los pregones y las apariencias, la de la Mezquita y la de una Medina Azahara de cartón piedra, la ciudad que conoció Haycraft entre 1953 1958 y dejó reflejada en esta Babel en España cuyo título alude a la academia de idiomas que fundó en la capital andaluza.
Desde los primeros capítulos, el paisaje humano es el que da el tono de Córdoba a través de un mosaico de personajes que completan la imagen global de una ciudad semejante a otras de la España de la posguerra. La religión, el enchufismo, las diversas maneras de la corrupción dibujan una vida cotidiana marcada por la intolerancia y el remilgo provinciano y farisaico.
Por aquella academia y por otros lugares de enseñanza y encuentro, John Haycraft ve desfilar un muestrario ciudadano cuyas enormes diferencias sociales le hacen escribir que hay en Córdoba dos ciudades: la pudiente de los palacios y el Círculo de la Amistad, donde dan clases particulares, y la ciudad miserable que vive en el estoicismo de la pobreza. Dos ciudades vistas desde dentro, no superficialmente, con intereses y motivaciones tan diversos como determinados por sus circunstancias socioeconómicas y culturales. Ese muestrario humano da cuenta de una sociedad compleja en la que el conservadurismo imperante en la ciudad ensimismada empieza a mostrar sus primeras grietas. Por ellas parecía colarse el interés por el mundo exterior de una parte de aquella sociedad.
No eran más que grietas superficiales y nuevas apariencias. Del escándalo que ocasionó el libro tratan el epílogo de Patricio Hidalgo y el apéndice documental con las cartas que lo denunciaron en la prensa cordobesa.
Fue un libro impertinente, pero no malintencionado, que levantó ampollas en la sociedad local, un libro que escandalizó a unos y alarmó a otros. Muchas décadas después, sigue llamando la atención la furibunda reacción de Castilla del Pino, que descalifica a Haycraft como un campeón de la estupidez en Casa del olivo. Es uno de aquellos personajes que se vieron retratados y ofendidos en Babel in Spain.
Vista en la distancia, la crítica de Babel en España es más inocente que ácida y se sostiene en la solidez de su estilo. El primero en denunciarlo, un novelista cuya fama ha borrado el tiempo, no pudo evitar el elogio de su estilo barojiano y de sus muy animadas páginas de fluida lectura.
Superadas las circunstancias que lo hicieron incómodo entre quienes lo entendieron como una ofensa o una delación, es un espléndido y vivísimo testimonio de la realidad social de la provincia en la posguerra.
El matrimonio Haycraft – John y Brita- llegó a Córdoba para poner en marcha una academia de inglés, sin señales matrimoniales externas, sin hijos ni tendencia a ir a misa de doce. A partir de su llegada, la mirada de Haycraft sobre la ciudad no es la de un turista, sino la de quien se sumerge en la vida de una ciudad con balcones floridos y un atraso secular, con callejas e hipocresía. Es la ciudad tradicional y soñolienta de los pregones y las apariencias, la de la Mezquita y la de una Medina Azahara de cartón piedra, la ciudad que conoció Haycraft entre 1953 1958 y dejó reflejada en esta Babel en España cuyo título alude a la academia de idiomas que fundó en la capital andaluza.
Desde los primeros capítulos, el paisaje humano es el que da el tono de Córdoba a través de un mosaico de personajes que completan la imagen global de una ciudad semejante a otras de la España de la posguerra. La religión, el enchufismo, las diversas maneras de la corrupción dibujan una vida cotidiana marcada por la intolerancia y el remilgo provinciano y farisaico.
Por aquella academia y por otros lugares de enseñanza y encuentro, John Haycraft ve desfilar un muestrario ciudadano cuyas enormes diferencias sociales le hacen escribir que hay en Córdoba dos ciudades: la pudiente de los palacios y el Círculo de la Amistad, donde dan clases particulares, y la ciudad miserable que vive en el estoicismo de la pobreza. Dos ciudades vistas desde dentro, no superficialmente, con intereses y motivaciones tan diversos como determinados por sus circunstancias socioeconómicas y culturales. Ese muestrario humano da cuenta de una sociedad compleja en la que el conservadurismo imperante en la ciudad ensimismada empieza a mostrar sus primeras grietas. Por ellas parecía colarse el interés por el mundo exterior de una parte de aquella sociedad.
No eran más que grietas superficiales y nuevas apariencias. Del escándalo que ocasionó el libro tratan el epílogo de Patricio Hidalgo y el apéndice documental con las cartas que lo denunciaron en la prensa cordobesa.
Fue un libro impertinente, pero no malintencionado, que levantó ampollas en la sociedad local, un libro que escandalizó a unos y alarmó a otros. Muchas décadas después, sigue llamando la atención la furibunda reacción de Castilla del Pino, que descalifica a Haycraft como un campeón de la estupidez en Casa del olivo. Es uno de aquellos personajes que se vieron retratados y ofendidos en Babel in Spain.
Vista en la distancia, la crítica de Babel en España es más inocente que ácida y se sostiene en la solidez de su estilo. El primero en denunciarlo, un novelista cuya fama ha borrado el tiempo, no pudo evitar el elogio de su estilo barojiano y de sus muy animadas páginas de fluida lectura.
Superadas las circunstancias que lo hicieron incómodo entre quienes lo entendieron como una ofensa o una delación, es un espléndido y vivísimo testimonio de la realidad social de la provincia en la posguerra.
Santos Domínguez