27/12/06

El libro de los mil caracteres



Zhou Xingsi.

El libro de los mil caracteres.
Caligrafía en estilo tradicional y cursivo de Jorge T. J. Tseng.
Traducción al español y fonética pinyin de Silvia Ussía.
Edición y prólogo de Pelayo Olazábal.
Lengua de Trapo. Madrid, 2006.


Lengua de Trapo inaugura una nueva colección, Fuera de serie, con la convicción de que hay libros que merecen una edición especial, cuidada hasta el más mínimo detalle. La selección de títulos buscará textos singulares o inclasificables, para uso y deleite de los sentidos: libros celosamente elaborados para lectores exigentes.

Y se abre la colección con una auténtica caja de sorpresas, con un clásico para acercarse a la escritura y la mentalidad china tradicional, El libro de los mil caracteres, compuesto a principios del siglo VI por Zhou Xingsi, que a instancias del emperador Wu Di, elaboró una cartilla que simplificara al máximo el aprendizaje de la lectura y escritura de los principales caracteres chinos.

Xingsi, un funcionario que parece el arquetipo de algún personaje de Borges, compuso un texto literario con los mil caracteres seleccionados, una especie de cartilla que hiciera más sencillo y más ameno el aprendizaje de la lectura y la escritura.

Utilizando procedimientos nemotécnicos como la rima, Zhou Xingsi llevó a cabo la tarea en una noche de trabajo y compuso un texto literario en el que ninguno de los mil caracteres escogidos se repetía.

Pero El libro de los mil caracteres es más que eso: es un resumen de la mentalidad tradicional china en cinco bloques temáticos, organizados como un pensamiento secuencial que a partir de la contemplación de la naturaleza conoce las leyes del universo y extrae de ellas la norma ética y política que debe regir el funcionamiento social en una adecuación armónica a través de la virtud zen entre el orden natural y el humano.

Con esos principios se traza en este Libro de los mil caracteres un cuadro idílico de la armonía que debe presidir las relaciones entre el hombre, la naturaleza y la sociedad.

No se sabe bien si lo que predomina aquí es la audacia o la ingenuidad, si quien escribió este libro era más ambicioso que humilde. En todo caso, es un libro decisivo en la cultura china y un texto repleto de cualidades literarias, de sensibilidad y delicadeza, de la sabiduría ancestral de aquella cultura tan compleja.

Luis E. Aldave.