13/6/08

Cuentos completos de Haroldo Conti




Haroldo Conti.
Cuentos completos.
Narrativa Bartleby. Madrid, 2008.


Pocas veces el término desaparición es tan dolorosamente ambiguo como en el caso de Haroldo Conti (1925-1976), uno de los más importantes narradores argentinos de la segunda mitad del siglo XX.

Poco después de publicar su Balada del álamo carolina, en mayo de 1976, lo secuestró la dictadura militar. Y sobre las trágicas circunstancias que rodearon su detención y su muerte, Gabriel García Márquez escribió un intenso artículo (La última y mala noticia sobre Haroldo Conti), que apareció en El País en 1981 y que Bartleby ha recuperado como prólogo a su edición de los Cuentos completos de Conti.

Un total de diecinueve cuentos ordenados cronológicamente y cuatro textos que integran la sección Homenajes, dispersos en revistas y libros (Todos los veranos, Con otra gente, La balada del álamo carolina), dan testimonio del doble compromiso, político y literario, de Haroldo Conti, cercano en ocasiones al realismo crítico, como en el excelente Todos los veranos, y seguidor aventajado de Hemingway en cuentos como Cinegética.

En sus cuentos fluviales o en los que denuncian la injusticia o el terrorismo de Estado, Conti ejerce ese doble compromiso desde un impulso de totalidad en el que hace compatibles el humor y la amargura, la atención al personaje y al ambiente, el lirismo y la denuncia, el asombro o la indignación ante la realidad.

El campo y la ciudad, la realidad y el misterio, lo individual y lo colectivo conviven en unos cuentos en los que la actitud testimonial predominante no cierra las puertas al descubrimiento de las zonas oscuras de la realidad. Eso es lo que ocurre en un texto lleno de presentimientos funestos, Tristezas de la otra banda, premonitorio y turbador.

Algunos de estos relatos, como el mencionado Todos los veranos o el que se titula La causa, están más cerca técnicamente de la novela corta, a un paso del género novelístico en el que brilló Conti, como brilla su prosa, flexible, coloquial o poética, en fragmentos como este, con el que comienza La balada del álamo carolina:

Uno piensa que los días de un árbol son todos iguales. Sobre todo si es un árbol viejo. No. Un día de un viejo árbol es un día del mundo.

Conti se sabía en peligro desde 1975. Sabía que estaba en una lista negra por la valentía reivindicativa de su literatura y sus artículos en la prensa. El día que lo secuestraron terminó su último cuento, A la diestra.

Lo mataron semanas después. Lo que no pudieron eliminar quienes ordenaron la detención y el asesinato de Conti es su obra, sus cuentos memorables, su coraje civil, la calidad narrativa de estos relatos en los que proyectó su compromiso intenso con la vida y con la literatura.


Santos Domínguez