29/3/07

Ensayos literarios de Ayala


Francisco Ayala.
Obras completas III. Estudios literarios.
Edición de Carolyn Richmond.
Prólogo de Ricardo Senabre.
Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores. Barcelona, 2007.

Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores comienza la publicación de las Obras Completas de Francisco Ayala con el tomo III, que recoge sus Estudios literarios.

El proyecto global, coordinado por Carolyn Richmond, consta de otros cinco tomos que recogerán su obra narrativa, la producción autobiográfica, los estudios de sociología y ciencia política, los artículos de prensa y una miscelánea.

En el epílogo a la primera edición de El jardín de las delicias (1971) escribía Ayala:

Ya el libro está compuesto. He reunido piezas diversas, de ayer mismo y de hace quién sabe cuántos años; las he combinado como los trozos de un espejo roto, y ahora debo contemplarlas en conjunto.

Sí; cuando me asomo a ellas, pese a su diversidad me echan en cara una imagen única, donde no puedo dejar de reconocerme: es la mía.

Esas mismas palabras podrían servir para presentar esta amplísima edición de sus escritos de crítica literaria. Una edición hecha con el cuidado que caracteriza la colección Opera Mundi, en la que se integran textos de distinta época organizados en cuatro apartados en donde se reúnen los estudios literarios de Ayala.

Recogidos antes en libros emblemáticos e inencontrables ya, como Experiencia e invención, Cervantes y Quevedo, El escritor y su imagen o La invención del Quijote, se agrupan aquí ensayos de historia y teoría de la literatura en cuatro apartados que completan un volumen de casi 1.600 páginas:

El escritor en su siglo (1990), Las plumas del fénix (1989), El escritor y el cine (1929-1996) y Otros ensayos, precedidos de un prólogo, que recupera el texto que Ricardo Senabre escribió para el catálogo de la exposición del centenario, en el que explica las estrechas conexiones entre ensayo y creación en Ayala.

Entre el enfoque sociológico y el literario, los ensayos literarios de Ayala son la expresión integradora y comprensiva, sumativa y totalizadora, de su visión del mundo en la que conviven la mirada a la cultura y a la creación.

El escritor en su siglo se abre con el excelente prólogo Un escritor se asoma al final de siglo, un repaso por su obra que debería figurar al frente de toda su amplísima y polifacética producción. Escritos de teoría literaria, en los que Ayala reflexiona sobre la estructura narrativa, el papel del lector, la relación entre poesía y pensamiento o la presencia y ausencia del autor en la obra.

Una breve teoría de la traducción, sus reflexiones sobre el lenguaje de la novela o el oficio de novelista son otros apartados de esta primera parte que tiene su punto culminante en los ensayos sobre literatura y sociedad que reúnen de manera ejemplar los dos ejes de estudio y creatividad en los que se concentra la actividad intelectual de Ayala.

Las más de seiscientas páginas que constituyen Las plumas del Fénix son un recorrido por lo mejor de la literatura española. Del Lazarillo a Galdós, de Cervantes a Valle, de Quevedo a Bergamín, Ayala transita por esos textos con la lúcida agudeza de quien ve la literatura desde dentro y discurre “acerca de las peculiaridades, recursos, dificultades y felicidades del ejercicio novelístico.”

Es la observación de un lector y un crítico sin prejuicios, sin enfoques excluyentes. Al contrario, esa lectura crítica la hace Ayala desde el punto de vista de su propia experiencia de escritor y de lector atento a la técnica compositiva.

Está aquí uno de los análisis más rigurosos que se han hecho del Lazarillo, la lectura minuciosa y llena de matices del narrador y el crítico, pero sobre todo del excelente lector que es Ayala.

O una lectura triple del Quijote, realista, idealista y transcendente, tan ajustada a la actitud comprensiva de Cervantes, para proponer las claves técnicas o temáticas de distintos episodios en los que lo central es el conflicto, el choque del personaje con la realidad, que se completa con una profunda indagación en la técnica compositiva de Cervantes en las Novelas ejemplares y en el Quijote.

La relación entre experiencia y creación, entre vida y literatura, unos temas tan cervantinos como de Ayala, ocupan en esos estudios un lugar preponderante, de manera que el análisis de la narrativa cervantina tiene mucho de reflexión sobre la propia obra.

Su ya clásico análisis de la figura de Quevedo es un ejemplo de integración de lo biográfico y lo literario para ahondar en la obra de quien, como el barroco, utiliza el estilo como una densa cortina de humo tras la que ocultaba una personalidad poliédrica y contradictoria. Y ahí queda convocado también otro tema, el de la máscara y el disfraz, que aparecerá con frecuencia en la propia obra narrativa de Ayala.

Los ensayos sobre el narrador y la construcción del personaje en Galdós y la ubicación del novelista canario en su tiempo y en el contexto del realismo y el naturalismo, una aproximación al 27 y los acercamientos a Borges cierran esta segunda parte de sus estudios literarios

El tercero de los apartados reúne cuatro libros escritos entre la muy temprana Indagación del cinema (1929) hasta el definitivo El escritor y el cine, de 1996. La presencia del cine en la obra de Ayala va más allá de una mera recopilación de críticas: es la clave técnica de algunas de sus narraciones vanguardistas y está pesando de forma determinante en su narrativa posterior, en la estructura secuencial de algunos relatos y en los enfoques cinematográficos de algunas de sus novelas.

Otros ensayos sobre Proust, Rilke, Goethe o Jovellanos cierran una recopilación tan brillante como imprescindible, un recorrido por sus influencias, sus reflexiones y sus lecturas. En definitiva, por todo ese material que ha alimentado su propia actividad creadora. Aquí están muchas de las raíces técnicas y temáticas de una obra en la que vida y literatura se funden de manera ejemplar.

Santos Domínguez