16/7/06

¿Dónde se encuentra la sabiduría?




Harold Bloom.
¿Dónde se encuentra la sabiduría?

Traducción de Damián Alou.
Punto de lectura. Barcelona, 2006.

Punto de lectura acaba de reeditar en formato de bolsillo ¿Dónde se encuentra la sabiduría?, uno de los ensayos más recientes de Harold Bloom, que explica el sentido de la obra:

¿Dónde se encuentra la sabiduría? surge de una necesidad personal, que refleja la búsqueda de una sagacidad que pudiera consolarme y mitigar los traumas causados por el envejecimiento, por el hecho de recuperarme de una grave enfermedad y por el dolor de la pérdida de amigos queridos. A lo que leo y enseño sólo le aplico tres criterios: esplendor estético, fuerza intelectual y sabiduría. Las presiones sociales y las modas periodísticas pueden llegar a oscurecer estos criterios durante un tiempo, pero las obras con fecha de caducidad no perduran. La mente siempre retorna a su necesidad de belleza, verdad, discernimiento. La mortalidad acecha, y todos aprendemos que el tiempo siempre triunfa. «Disponemos de un intervalo y luego nuestro lugar ya no nos conoce.»

Tan agudo como siempre, dotado de una inteligencia afilada como un cuchillo, Harold Bloom escribió este libro sobre los libros que nos consuelan y nos ayudan a sobrevivir después de superar un grave problema cardiaco y una operación y tras desechar un manuscrito que había iniciado anteriormente.



¿De qué sirve la sabiduría si sólo puede alcanzarse en soledad, reflexionando sobre lo que hemos leído? Casi todos nosotros sabemos que la sabiduría se va de inmediato al garete cuando estamos en crisis. La experiencia de hacer de Job es, para la mayoría de nosotros, menos severa que para él: pero su casa se desmorona, sus hijos son asesinados, está cubierto de dolorosos forúnculos y su esposa, magníficamente lacónica, le aconseja: «¿Todavía perseveras en tu entereza? ¡Maldice a Dios y muérete!». Eso es todo lo que le oímos decir y se hace difícil de soportar. El libro de Job es una estructura en la que alguien se va conociendo cada vez más a sí mismo.

El título del ensayo está tomado del Libro de Job y es un recorrido por la literatura sapiencial, tan antigua como la civilización pero vigente al menos hasta Wittgenstein en el siglo XX, del que se toman como autores representativos de esta literatura de la sabiduría a Freud en el ensayo y a Proust en la novela.

Pero es más que un simple recorrido histórico. Es también un diálogo entre la sabiduría brutal del Libro de Job y el Eclesiastés, el libro preferido por Bloom y su maestro Samuel Johnson, que persiste en Hemingway; un cruce dialéctico entre el Homero de los dioses y los hombres y un Platón intenso y desagradablemente puritano cuya lectura es causa de infelicidad; entre un Cervantes sutil y un Shakespeare invisible en sus obras, que nos enseñan a indagar en nosotros mismos con personajes solipsistas o receptivos, con una mezcla de elementos sublimes y grotescos que reaparecerá en Kafka.
Un paseo por el ensayo de Montaigne y Bacon, con quienes el pensamiento es un suceso que se proyecta en los demás; por Samuel Johnson, sabio y melancólico, y Goethe, el semidiós asombroso y sereno; por un Emerson oral y norteamericano y un Nietzsche contingente.

Entre ellos se establece una interesante red de relaciones que no se limita a ese juego de parejas, sino a diálogos distantes como el que permite relacionar a Job con el rey Lear, con Moby Dick o Kafka, a Falstaff con el salmista y a Hamlet con la deshumanización platónica.

Lleno de matices, de sugerencias, este es el Bloom de siempre, sorprendente e igual de profundo y distinto como un paisaje que cambia con la luz .

No se corren riesgos cuando se dice que también en Bloom se halla la sabiduría, la de la excelencia lectora y la inteligencia humana.

Santos Domínguez