Luis Izquierdo. Travesías del ausente.
Lumen. Barcelona, 2006
Coincidiendo con sus setenta años y como homenaje a su jubilación como profesor de la Universidad de Barcelona, Luis Izquierdo (Barcelona,1936) ve recogida una amplia recopilación de su obra poética en Travesías del ausente, que publica Lumen.
Seis libros, casi cien poemas, algunos de ellos inéditos y recientes, que abarcan una trayectoria de más de treinta años: desde Supervivencias (1970) hasta el último No hay que volver (2003) que había publicado esta misma editorial.
Como otras antologías, estas Travesías cumplen dos funciones esenciales: por un lado reúnen una poesía dispersa y la acercan a un público más amplio y por otro lado son una muestra de la profunda unidad temática de esos itinerarios y de su evolución.
La poesía de Luis Izquierdo tiene una coherencia asegurada en temas vertebrales como el recuerdo y en una práctica de la escritura como ejercicio de la memoria y recuperación del tiempo perdido. En esa dirección la infancia marcada por la posguerra ocupa un lugar privilegiado. Textos como Un escolar de los años 40 o Sesión continua lo ratifican.
Otros temas, como el del viaje ( Lisboa, Londres, Praga, Viena), las referencias autobiográficas, la reivindicación de lo cotidiano como objeto poético, vinculan estos textos con la poesía de la experiencia. Por cierto: ¿hay alguna que no lo sea?
Ese planteamiento central no evita la reflexión sobre la literatura como forma de conocimiento y de reconstrucción del pasado que nos ha construido y nos ha hecho como somos.
Pero la poesía es también un instrumento para estar en guardia ante la ficción del recuerdo: la poesía miente, como decía Machado:
Se miente más de la cuenta
por falta de fantasía.
También la verdad se inventa.
Kafka, Hopper, G. Ferrater, Praga, Viena y Brodsky son algunos de los lugares y los nombres que completan la referencia de la aventura vital y estética de Luis Izquierdo, nombres y lugares que explican y resumen estos poemas y son algunas de las presencias de estas Travesías del ausente, que nos ofrecen, antes que otra cosa, una buena oportunidad para conocer una de las voces más personales e intensas de la poesía actual a través de unos textos que reivindican un lugar en el mundo:
De modo que otro día recomienza
y entenderlo es no sólo disentir.
Sin ser del mundo, hay que estar con él.
y entenderlo es no sólo disentir.
Sin ser del mundo, hay que estar con él.
Santos Domínguez