Xosé Luís Méndez Ferrín.
Arraianos.
Traducción de Luisa Castro.
Hoja de Lata Editorial. Gijón, 2013.
Como otros escritores del noroeste, desde Cunqueiro a Antonio Pereira, pasando por Celso Emilio Ferreiro, Luis Mateo Díez o José María Merino, Xosé Luís Méndez Ferrín es además de un espléndido poeta un narrador portentoso.
De esa capacidad narrativa da buena muestra Arraianos, un conjunto de diez relatos que recupera Hoja de Lata Editorial con una estupenda traducción de Luisa Castro, poeta también, que ha sabido poner en español la calidad y la potencia de la prosa de Méndez Ferrín.
Diez textos cuya clave explica Méndez Ferrín en la presentación de un volumen que está poblado de gentes transgresoras que se mueven entre montañas y por navas y eriales en las que el poder político pusiera un día una Raya imaginaria que nunca logró separar totalmente al pueblo que llamamos portugués de su Norte gallego, y viceversa. Los hombres y las mujeres de La Raya fueron llamados arraianos, y lo siguen siendo a su paso por los cuentos aquí reunidos.
En ese territorio de frontera, no sólo geográfica o administrativa, sino sobre todo vital, transcurren estos relatos que se mueven en los límites de la realidad y la imaginación, entre la historia y el mito, entre lo cotidiano y lo misterioso.
Ese es el territorio del realismo mágico, que tuvo en Valle-Inclán su profeta y en Castelao, Cela o Torrente Ballester algunos de los nombres que se suman a ese irrepetible terreno de la literatura occidental peninsular.
Ambientados en el mismo espacio geográfico y cultural, en esa raya seca entre Galicia y Portugal en la que el tiempo se ha encapsulado en un eterno presente mítico e invariable que tiene como referencia constante la mole del monte Penagache y el entorno mágico de Celanova, los diez cuentos de Arraianos ocurren en distintas épocas, desde el XIX de las guerras carlistas hasta la posguerra franquista, pero están unidos por un mismo tono y por una continuidad temática que aseguran su homogeneidad por encima de las superficiales diferencias temporales.
En la frontera de la normalidad en la que lo mágico irrumpe en lo cotidiano, en un mundo que está fuera del mundo, en un espacio literario que se sitúa entre la superstición y el mito, entre la realidad y el sueño, entre el amor y el horror, entre el pasado y el futuro, en una tierra antigua habitada por personajes raros y transgresores, por cuerpos abiertos, encamados con una rara vida muerta dentro en Lobosandaus, por personajes que viven en aldeas de un trasmundo de niebla que está en la frontera entre la vida y la muerte.
Un mundo de poseídos y males de ojo, como el de Medias azules, con dos que van a mozas y dan con dos meigas jóvenes y gemelas y una maldición circular en las que los devora una noche de niebla, en unas tierras dedicadas al lino, entre la última carta frustrada de un conspirador decimonónico condenado a muerte, la denuncia de la barbarie de la represión fascista en la guerra en Ellos, la clandestinidad y el miedo de la posguerra en Botas de elástico, la venganza en Un castillo en los Páramos, la fantasía de un vencido echado al monte o la Quinta Velha do Arranhão, que da título al cuento que cierra el volumen y que reúne en su atmósfera fantasmal y en su trama secreta muchas de las características temáticas, ambientales y estilísticas de estos diez relatos excepcionales, escritos con una variedad de técnicas, voces y perspectivas narrativas que delata al magnífico escritor que es Méndez Ferrín.
Traducido a distintas lenguas y reeditado varias veces desde su primera edición en 1991, Arraianos es ya un clásico de la literatura gallega contemporánea. Hace veinte años que se tradujo al castellano, pero esta edición es una nueva oportunidad para que este libro irrepetible tenga la repercusión que no tuvo hace dos décadas y que merece su calidad de clásico contemporáneo.
Santos Domínguez