22/9/17

Derek Walcott. Otra vida

Derek Walcott.
Otra vida.
 Edición bilingüe de Luis Ingelmo.
Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2017.

Verandas, donde las páginas del mar
son un libro que un maestro ausente dejó abierto 
en mitad de otra vida:
aquí vuelvo a empezar,
comienzo hasta que sea este océano
un libro cerrado e, igual que en una bombilla, 
mengüen los filamentos de la blanca luna.

Empiezo en el ocaso, cuando un brillo
que contenía el clarín de unas cornetas bajó
las lanzas de los cocoteros de la ensenada, 
y el sol, harto del imperio, declinaba. 
Hipnotizaba como un fuego sin viento,
y al tiempo que su ámbar trepaba
los óvalos como jarras de cerveza
del fuerte británico sobre el promontorio,
el cielo se emborrachaba con la luz.

Así comienza Otra vida, un extenso poema narrativo de más de cuatro mil versos de Derek Walcott que publica Galaxia Gutenberg  en su imprescindible colección de poesía con una magnífica edición bilingüe que se abre con un amplio y orientador estudio introductorio en el que Luis Ingelmo destaca Otra vida como “un referente esencial en la vida literaria y personal de Walcott.”

De fondo autobiográfico y tono épico, es su poema más largo y ambicioso y está organizado en cuatro libros -El niño dividido, Homenaje a Gregorias, Una simple llama El ancho mar- y veintitrés capítulos, que -en palabras del editor en el prólogo- se presentan “al ojo lector como un estudio filosófico –gnoseológico, principalmente, pero también estético, político y ético- envuelto en un manto épico.”

Experiencia y memoria se transforman en arte en este poema monumental que Walcott compuso a lo largo de siete años, entre abril de 1965 y abril de 1972 y en el que la palabra del poeta traza su autobiografía como respuesta a la historia: entre la celebración y la elegía, entre la historia y el paisaje caribeño, entre la poesía y la pintura.

Sus versos son una mirada que busca explicarse a sí mismo a través de un arte que trasciende la vida, la experiencia y la memoria y a través de los demás: Harry, el maestro de pintura; Gregorias, el amigo pintor, o Anna, el amor adolescente.

Con un sostenido tono épico y con la fuerza plástica de sus imágenes, Otra vida reúne la experiencia y el paisaje, la vida y memoria, la naturaleza y la historia en una reescritura de sí mismo y de su formación artística en torno a los tres ejes fundamentales que destaca Luis Ingelmo como vertebradores del poema: el arte, el amor y la muerte, que aparece en el paisaje marítimo –propicio a las despedidas de Harry, Gregorias y Anna- de la parte final, El ancho mar:

Generaciones de olas,
generaciones de hierba, como espuma
deshojada y mustia en un instante.
 /…/
Desde viejas verandas vi
verandas, veleros, el eterno mar del estío
como un libro que un maestro ausente dejó abierto.
¿Y qué si todo ha desaparecido...?

Con la exuberancia formal que parece ser un rasgo estilístico común a los poetas caribeños, a su paisaje natural y a su mundo multicultural –ahí estuvieron antes Saint John Perse en francés y Lezama Lima en castellano-, la potencia verbal y metafórica de Walcott sostiene una poesía de los sentidos y de la inteligencia en la que conversan las razas, las épocas y los espacios.


La escritura de Walcott, potente y vital, marítima y terrestre, poblada de luminosas metáforas, hace el milagro de aniquilar las edades y las fronteras para convertir lo fugaz en eterno y lo local en universal, para construir otra vida de la mano del arte. 
Santos Domínguez