Paul Celan.
Microlitos.
Aforismos y textos en prosa.
Edición de Barbara Wiedemann y Bertrand Badiou.
Traducción de José Luis Reina Palazón.
Trotta Editorial. Madrid, 2015.
Microlitos son, piedrecitas, apenas visibles, diminutas chispas en la densa toba de tu existencia -¿y ahora intentas tú, pobre en palabras y tal vez ya condenado irrevocablemente al silencio, reunirlas en cristales?
Ese fragmento explica el título del volumen en el que la editorial Trotta reúne los aforismos y los textos en prosa de Paul Celan con edición de Barbara Wiedemann y Bertrand Badiou y traducción de José Luis Reina Palazón.
Organizado en tres secciones -Aforismos, Prosa de ficción y Prosa teórica-, Microlitos reúne junto con los fragmentos aforísticos los textos narrativos, diálogos y esbozos para obras dramáticas y numerosos fragmentos críticos como el proyecto de conferencia “De la oscuridad de lo poético”, además de la prosa dispersa y las entrevistas, alguna tan importante como la que aborda la poesía de Mandelstam.
Con un amplio estudio crítico y con iluminadores comentarios de los editores, las páginas de este volumen abundan en relámpagos como estos: Aprende del otoño cómo se espantan pájaros, Espera paciente en la orilla. El ahogado te salvará, Los poemas son travesías o Quien verdaderamente aprende a ver, se acerca a lo invisible.
Conviven aquí la constate reflexión sobre el lenguaje y la literatura, sobre el lugar y el tiempo del poema -la verdadera poesía es antibiográfica. La patria del poeta es su poema-, sobre la vida literaria – Contemporáneos. En la calle: los gamberros. En la literatura: los gamberros y medio- o sobre el holocausto -El que mistifica después de Auschwitz es un asesino más- y el desarraigo: Alemán: una lengua que no olvido. Una lengua que me olvida.
Y hay ejemplos de la brillante prosa de ficción de Celan:
Ante ti, abierto, el libro. Las miradas, buceadoras, acompañadas de pensamientos, en la gran profundidad, nadando alrededor, mustio retorno. Luz de lámpara, deshojándose, la mano, tanteando en la ceniza. La hora sin nombre. La mesa dispuesta para la partida, el ojo, estúpido, algo que fue una vez vivo entre lo que no tiene vida.
O apuntes de diálogos como este: ¿Qué es la soledad del poeta? Un sueño profundo en un bosque de hayas podridas.
En conjunto se trata de una reflexión intensa sobre la poesía que culminan las notas para un proyecto de conferencia sobre la oscuridad congénita de lo poético, sobre lo oscuro como constituyente esencial del poema: El poema es, como poema, oscuro, es oscuro porque es el poema.
Un volumen imprescindible para completar la imagen de un escritor consciente como pocos de su lugar en el mundo, alguien que en uno de estos apuntes se ve así: Paul Celan: persona gratinada.
Santos Domínguez