4/12/13

Stevenson. Ensayos sobre literatura



Robert Louis Stevenson.
Escribir.
Ensayos sobre literatura.
Traducción de Amelia Pérez de Villar.
Páginas de Espuma. Madrid, 2013


La literatura está escrita por y para dos sentidos: una especie de oído interno que percibe con gran rapidez "melodías nunca oídas" y el ojo, que guía la pluma y descifra la frase impresa, escribe Robert Louis Stevenson en Aspectos técnicos del estilo en la literatura, uno de los ensayos reunidos en Escribir, un volumen espléndidamente editado por Páginas de Espuma.

En estos ensayos sobre literatura Stevenson reflexiona sobre el personaje y el estilo, sobre el ritmo de la frase y la elección de las palabras, sobre la ética de la escritura y la experiencia de los sueños, sobre sus propios libros –de La isla del tesoro a El señor de Ballantrae-, sobre el oficio de escritor y la técnica narrativa o sobre autores como Poe, Verne, Dumas, Victor Hugo, Thoreau o Walt Whitman, que le interesaron especialmente.

Porque en este libro, muy significativamente, se habla de la escritura, pero el referente constante es la lectura, ya que Stevenson, aparte de su indiscutible potencia como narrador, tuvo también, y estas páginas lo demuestran palmariamente, el don de la lectura como un ineludible ejercicio de aprendizaje y autocrítica del escritor, que reivindica la imaginación frente al realismo radical o al naturalismo de Zola, escribe un irónico autorretrato en Cómo aprendió Stevenson a escribir, de modo autodidacta o evoca brillantemente la figura de François Villon, estudiante, poeta y ladrón.

Stevenson no fue un lector cualquiera ni un lector superficial, sino un lector excepcional que reflexiona sobre la literatura desde dentro, no desde fuera, y lo hace con una enorme finura analítica -por ejemplo en sus estupendos ensayos sobre los relatos de Poe, las novelas de Victor Hugo, los diarios de Samuel Pepys o la poesía de Whitman -, con una lucidez en la que se armonizan la hondura de la reflexión y la calidad de una prosa magníficamente traducida por Amelia Pérez de Villar.

Nos dejó no solo algunas de las novelas que han poblado los sueños y alimentado las pesadillas de la imaginación contemporánea, sino estas páginas llenas de fervor contagioso y de celebración de la literatura.

Santos Domínguez