25/10/17

Pessoa múltiple



Fernando Pessoa
Pessoa múltiple
Antología bilingüe.
Edición, traducción y notas de
Jerónimo Pizarro y Nicolás Barbosa.
Fondo de Cultura Económica. Madrid, 2017.

“Editar a Pessoa es comenzar a interpretarlo”, afirmaba Jerónimo Pizarro en Alias Pessoa, un libro que publicó Pre-Textos en 2013 en el que abordaba un análisis conjunto de las obras ortónimas y heterónimas de Pessoa y se acercaba al enrevesado rompecabezas que es su obra.

Cuatro años después, Jerónimo Pizarro asume directamente esa responsabilidad porque es, con Nicolás Barbosa, el editor de Pessoa múltiple, una amplia antología que publica el Fondo de Cultura Económica.

Una antología que tiene la peculiaridad, como señalan en el prólogo los autores de la edición, de ser “ la primera en reunir, en un solo volumen, una parte de toda la producción poética pessoana (…) y la primera en no dejar olvidados, o semiolvidados, los versos ingleses y franceses, y libros tan importantes como Rubaiyat y Cuadras, entre otros. Pessoa múltiple es una invitación a leer la poesía pessoana en toda su extensión, variedad y multiplicidad.

Fernando Pessoa, aquel extraño extranjero del que habló Robert Bréchon en un libro fundamental, encauzó en la poesía sus trastornos psíquicos y elaboró una obra plural y compleja a través de tres heterónimos –Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Álvaro de Campos- y el ortónimo Fernando Pessoa, que representan el drama em gente sobre el que se construye una de las obras poéticas más relevantes del panorama poético europeo del siglo XX.

Una obra que nace de la niebla interpuesta entre su yo y el mundo y que desde el 8 de marzo de 1914 se resuelve en el drama em gente que vertebra su obra a través de un diálogo constante entre los heterónimos que responde a la ambición abarcadora de Pessoa y a su voluntad de proyectar en ellos la expresión de un mundo plural y una visión multicéntrica, porque cada uno de los heterónimos expresa un concepto distinto de la vida y de la poesía.

Así lo explicó Pessoa:

No sé quién soy, qué alma tengo.
Siento creencias que no tengo. Me arroban ansias que repudio. Mi perpetua atención sobre mí perpetuamente me denuncia traiciones del alma a un carácter que quizás no tenga, ni ella cree que tengo.
Me siento múltiple. Soy como un cuarto con innumerables espejos fantásticos que dislocan reflejos falsos, una única anterior realidad que no está en ninguno y está en todos.
Como el panteísta se siente árbol, y hasta su flor, yo me siento varios seres. Me siento vivir vidas ajenas.

Porque Pessoa escribió siempre entre la autoría del ortónimo y sus heterónimos, dos ámbitos  no totalmente deslindados, como señalan los editores: “uno, el del nombre propio, es un continente, y el otro, el de los nombres ajenos, es un archipiélago.”

En ese archipiélago hay tres islas especialmente importantes, tres heterónimos que configuran el drama em gente en que se sustancia la poesía múltiple de Pessoa: Alberto Caeiro, autor de El guardador de rebaños, maestro muerto prematuramente, bucólico y sensacionista, poeta sin instrucción que pasó toda su vida en el campo; su discípulo Ricardo Reis, neopagano y clásico en su pensamiento estoico y en la poesía equilibrada de sus Odas, y Álvaro de Campos, ingeniero naval en paro formado en Glasgow, un poeta complejo que pasó del decadentismo de Opiario al vanguardismo futurista de la Oda triunfal. Llevan su firma algunos de los mejores y más recordados poemas –Oda marítima, Lisbon Revisited, Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra, Callos a la manera de Oporto...- de Fernando Pessoa, el ortónimo en cuyos poemas conviven –en sus propias palabras- “la exaltación íntima del poeta y la despersonalización del dramaturgo.”

Por eso, ante la obra múltiple y plural de Pessoa, cada nuevo acercamiento a su poesía añade nuevos matices a la interpretación de esa escritura poliédrica e inabarcabale.

 Santos Domínguez