Fernando
Pessoa
Pessoa
múltiple
Antología
bilingüe.
Edición,
traducción y notas de
Jerónimo Pizarro y Nicolás Barbosa.
Fondo de Cultura Económica. Madrid, 2017.
“Editar a Pessoa es comenzar a interpretarlo”,
afirmaba Jerónimo Pizarro en Alias Pessoa, un libro que publicó Pre-Textos en
2013 en el que abordaba un análisis conjunto de las obras ortónimas y heterónimas de Pessoa y se acercaba al enrevesado rompecabezas que es su obra.
Cuatro años después, Jerónimo Pizarro asume directamente
esa responsabilidad porque es, con Nicolás Barbosa, el editor de Pessoa
múltiple, una amplia antología que publica el Fondo de Cultura Económica.
Una antología que tiene la peculiaridad, como
señalan en el prólogo los autores de la edición, de ser “ la primera en reunir, en un solo volumen, una parte de
toda la producción poética pessoana (…) y la primera en no dejar olvidados, o
semiolvidados, los versos ingleses y franceses, y libros tan importantes como
Rubaiyat y Cuadras, entre otros. Pessoa múltiple es una invitación a leer la
poesía pessoana en toda su extensión, variedad y multiplicidad.”
Fernando
Pessoa, aquel extraño extranjero del que habló Robert Bréchon en un libro
fundamental, encauzó en la poesía sus trastornos psíquicos y elaboró una obra
plural y compleja a través de tres heterónimos –Alberto Caeiro, Ricardo Reis,
Álvaro de Campos- y el ortónimo Fernando Pessoa, que representan el drama em
gente sobre el que se construye una de las obras poéticas más relevantes del
panorama poético europeo del siglo XX.
Una obra que
nace de la niebla interpuesta entre su yo y el mundo y que desde el 8 de marzo
de 1914 se resuelve en el drama em gente que vertebra su obra a través de un
diálogo constante entre los heterónimos que responde a la ambición abarcadora
de Pessoa y a su voluntad de proyectar en ellos la expresión de un mundo plural
y una visión multicéntrica, porque cada uno de los heterónimos expresa un
concepto distinto de la vida y de la poesía.
Así lo
explicó Pessoa:
No sé quién
soy, qué alma tengo.
Siento
creencias que no tengo. Me arroban ansias que repudio. Mi perpetua atención
sobre mí perpetuamente me denuncia traiciones del alma a un carácter que quizás
no tenga, ni ella cree que tengo.
Me siento
múltiple. Soy como un cuarto con innumerables espejos fantásticos que dislocan
reflejos falsos, una única anterior realidad que no está en ninguno y está en
todos.
Como el
panteísta se siente árbol, y hasta su flor, yo me siento varios seres. Me
siento vivir vidas ajenas.
Porque Pessoa
escribió siempre entre la autoría del ortónimo y sus heterónimos, dos ámbitos no totalmente deslindados, como señalan los
editores: “uno, el del nombre propio, es un continente, y el otro, el de los
nombres ajenos, es un archipiélago.”
En ese
archipiélago hay tres islas especialmente importantes, tres heterónimos que
configuran el drama em gente en que se sustancia la poesía múltiple de Pessoa:
Alberto Caeiro, autor de El guardador de rebaños, maestro muerto prematuramente, bucólico y sensacionista, poeta sin instrucción que pasó toda su vida en
el campo; su discípulo Ricardo Reis, neopagano y clásico en su pensamiento
estoico y en la poesía equilibrada de sus Odas, y Álvaro de Campos, ingeniero naval en paro
formado en Glasgow, un poeta complejo que pasó del decadentismo de Opiario al
vanguardismo futurista de la Oda triunfal. Llevan su firma algunos de los
mejores y más recordados poemas –Oda marítima, Lisbon Revisited, Al volante del
Chevrolet por la carretera de Sintra, Callos a la manera de Oporto...- de
Fernando Pessoa, el ortónimo en cuyos poemas conviven –en sus propias palabras-
“la exaltación íntima del poeta y la despersonalización del dramaturgo.”
Por eso, ante la obra
múltiple y plural de Pessoa, cada nuevo acercamiento a su poesía añade nuevos
matices a la interpretación de esa escritura poliédrica e inabarcabale.
Santos Domínguez