Norman Mailer .
Un arte espectral.
Reflexiones sobre la escritura.
Traducción de Elvio Gandolfo.
BackList Contemporáneos. Barcelona, 2012.
Un arte espectral.
Reflexiones sobre la escritura.
Traducción de Elvio Gandolfo.
BackList Contemporáneos. Barcelona, 2012.
Antes que cualquier otra cosa, Un arte espectral es seguramente el testamento literario de Norman Mailer (1923-2007), un conjunto de ensayos, artículos y entrevistas que aparecieron en 2003 y que llevan como subtítulo Reflexiones sobre la escritura. Acaban de aparecer en BackList con la traducción de Elvio Gandolfo que publicó hace cuatro años Emecé.
Ese, un conjunto ordenado de reflexiones sobre la práctica de la escritura, es el hilo conductor de unos textos escritos a lo largo de la vida literaria de Mailer, que en el prefacio con tres advertencias y una disculpa resume el sentido de esta recopilación:
Este libro (...) trata sobre la escritura, sus peligros y alegrías, sus vicisitudes, su soledad, su celebridad (...) Es innecesario agregar que habla de problemas de oficio y trama, personaje, estilo, tercera persona, primera persona, la psicología especial del escritor.
Para elaborarlo, Mailer reunió una selección de casi doscientos artículos dispersos, prólogos e introducciones, a los que añadió otros cincuenta textos, inéditos y escritos expresamente para este libro o que recuperaban reflexiones asistemáticas publicadas en entrevistas.
El resultado es un volumen amplio que afronta los problemas de la escritura desde una perspectiva avanzada y exigente, porque la popularidad de la mala literatura es análoga a la comida basura.
No se trata de un manual básico para principiantes de primer o segundo año de taller literario, sino de la reflexión rigurosa de un narrador avezado que escribe para lectores expertos, para escritores iniciados y sobre todo para ordenar sus propias ideas sobre la escritura como revelación y descubrimiento, porque –y así explica Mailer el título- escribir es algo espectral. No existe la rutina de una oficina para mantenerse en marcha, sólo la página en blanco cada mañana, y nunca sabes de dónde vienen tus palabras, esas divinas palabras.
El negocio editorial y las reseñas, el estilo y sus riesgos, la psicología del escritor y sus planteamientos filosóficos, éticos y existenciales, la relación de los géneros narrativos con el periodismo, el cine y la televisión son algunos de los aspectos sobre los que reflexiona Mailer desde la doble perspectiva de quien hizo compatible la labor del narrador y la del periodista:
Junto con alguna que otra trivialidad filosófica, en estas páginas está el Mailer más lúcido y provocador, pero también el que asume la herencia de los grandes novelistas. Por eso cierra el libro una amplia sección dedicada a los maestros, a gigantes como Tolstoi, Dostoievski, Hemingway, Faulkner, Capote o Jonathan Franzen.
Un libro cuya finalidad explica Mailer en estas líneas:
Tomado en conjunto, el resultado -esperamos- es un volumen capaz de atraer a los escritores dedicados y a la gente que desea escribir, a los estudiantes, a los críticos, a los hombres y mujeres a quienes les encanta leer. Pero sobre todo, este puede ser un libro para novelistas jóvenes que desean mejorar sus capacidades y su compromiso con las dificultades sutiles y los misterios no cartografiados de la escritura de novela seria en sí misma.
Ese, un conjunto ordenado de reflexiones sobre la práctica de la escritura, es el hilo conductor de unos textos escritos a lo largo de la vida literaria de Mailer, que en el prefacio con tres advertencias y una disculpa resume el sentido de esta recopilación:
Este libro (...) trata sobre la escritura, sus peligros y alegrías, sus vicisitudes, su soledad, su celebridad (...) Es innecesario agregar que habla de problemas de oficio y trama, personaje, estilo, tercera persona, primera persona, la psicología especial del escritor.
Para elaborarlo, Mailer reunió una selección de casi doscientos artículos dispersos, prólogos e introducciones, a los que añadió otros cincuenta textos, inéditos y escritos expresamente para este libro o que recuperaban reflexiones asistemáticas publicadas en entrevistas.
El resultado es un volumen amplio que afronta los problemas de la escritura desde una perspectiva avanzada y exigente, porque la popularidad de la mala literatura es análoga a la comida basura.
No se trata de un manual básico para principiantes de primer o segundo año de taller literario, sino de la reflexión rigurosa de un narrador avezado que escribe para lectores expertos, para escritores iniciados y sobre todo para ordenar sus propias ideas sobre la escritura como revelación y descubrimiento, porque –y así explica Mailer el título- escribir es algo espectral. No existe la rutina de una oficina para mantenerse en marcha, sólo la página en blanco cada mañana, y nunca sabes de dónde vienen tus palabras, esas divinas palabras.
El negocio editorial y las reseñas, el estilo y sus riesgos, la psicología del escritor y sus planteamientos filosóficos, éticos y existenciales, la relación de los géneros narrativos con el periodismo, el cine y la televisión son algunos de los aspectos sobre los que reflexiona Mailer desde la doble perspectiva de quien hizo compatible la labor del narrador y la del periodista:
Si lo que escribes es un reflejo de tu propia conciencia, incluso el periodismo puede volverse interesante.
Junto con alguna que otra trivialidad filosófica, en estas páginas está el Mailer más lúcido y provocador, pero también el que asume la herencia de los grandes novelistas. Por eso cierra el libro una amplia sección dedicada a los maestros, a gigantes como Tolstoi, Dostoievski, Hemingway, Faulkner, Capote o Jonathan Franzen.
Un libro cuya finalidad explica Mailer en estas líneas:
Tomado en conjunto, el resultado -esperamos- es un volumen capaz de atraer a los escritores dedicados y a la gente que desea escribir, a los estudiantes, a los críticos, a los hombres y mujeres a quienes les encanta leer. Pero sobre todo, este puede ser un libro para novelistas jóvenes que desean mejorar sus capacidades y su compromiso con las dificultades sutiles y los misterios no cartografiados de la escritura de novela seria en sí misma.
Santos Domínguez