18/5/11

Sterne. Viaje sentimental

Laurence Sterne.
Viaje sentimental.
Traducción de Verónica Canales.
Grandes Clásicos Mondadori. Barcelona, 2011.

El Viaje sentimental por Francia e Italia, la última obra que publicó Laurence Sterne, consolidó su fama literaria y es uno de los textos esenciales de la literatura inglesa del XVIII. Con traducción de Verónica Canales, acaba de aparecer en una cuidada edición de Grandes Clásicos Mondadori.

Se narra en él la deambulante peripecia de un errático y jovial párroco: el mismo Yorick (alter ego del propio Sterne) que aparecía en Tristram Shandy. Con el modelo itinerante de la novela picaresca, se cuenta aquí la minúscula serie de sucesos de un viaje por el continente.

Un viaje que empieza cuando Yorick coge la diligencia con la que emprende viaje a Dover para hacer una travesía en paquebote hasta Calais. Muy pocos años antes, William Hogarth había terminado un lienzo que sería famoso: En la puerta de Calais. Está en la Tate Gallery y el centro del cuadro es un fraile que podría haber alternado con Yorick. Y precisamente lo primero que le ocurre en Calais es un antipático encuentro con un humilde fraile mendicante.

Pero el Viaje sentimental no es un mero libro de viajes, sino algo menos y algo más. Como en sus modelos picarescos y cervantinos – el Quijote es una referencia explícita en este libro-, aquí el viaje no es más que un pretexto, el eje constructivo en torno al cual se organizan los acontecimientos y los personajes con los que se cruza el narrador y con los que se articula una reflexión sobre la vida que entronca sorprendentemente con la mentalidad contemporánea.

Los tipos de viajeros y las causas de los viajes, la observación y la reflexión sobre una variada galería de personajes con los que se encuentra en Calais, Montreuil, Amiens, el París de las tentaciones y los misterios, un estornino en el camino de Versalles...

Todos esos materiales los integra el viajero sentimental que fue Sterne, un viajero que viaja por viajar y sin necesidad, por el puro placer de mirar y contar luego su experiencia en este Viaje sentimental.

Es este un texto de una modernidad pasmosa, híbrido de narración, ensayo y libro de viajes, en el que los acontecimientos y los personajes construyen, con enorme libertad y una estructura apoyada en la digresión y la anécdota, una alegoría de la existencia y un monumento al buen humor.

Laurence Sterne, que publicó este Viaje sentimental en 1768, apenas tres semanas antes de morir, ocupó la vicaría de Sutton-in-the-Forest, cerca de York, y su condición de clérigo no le impidió llevar una vida licenciosa y festiva, y leer a Rabelais, Cervantes y Burton en casa de su amigo John Hall-Stevenson.

Sterne se había dado a conocer como escritor a los cuarenta y cinco años, en 1759, cuando publicó A Political Romance, un escandaloso panfleto satírico. Ese mismo año comenzaría a publicar su obra más famosa, Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy, que tiene en español una traducción excelente de Javier Marías.

Después de un viaje por Francia e Italia durante siete meses de 1765, empezó a escribir este Viaje sentimental, este juego de la edad madura que agotó, con la colaboración eficiente e involuntaria de su amante Elisa, su cuerpo y su valentía. Lo publicó en febrero de 1768 y tres semanas después, una gripe se le complicó con su tuberculosis crónica. Murió de pleuresía el 18 de marzo de 1768 y su muerte la sintieron más en Francia y en Alemania que en la puritana Inglaterra.

Santos Domínguez