11/11/07

Un enemigo del pueblo


Henrik Ibsen.
Un enemigo del pueblo.
Traducción de Max Lacruz.
Postfacio de Laura López Sánchez.
Funambulista. Madrid, 2007.

Funambulista publica, con traducción de Max Lacruz, una de las obras fundamentales de la literatura del siglo XIX: Un enemigo del pueblo.

Es la más obra más controvertida del noruego Henrik Ibsen, un clásico que sigue planteando problemas al lector o al espectador de la historia protagonizada por el doctor Stockmann, que empieza denunciando la corrupción de las aguas en un balneario y acaba comprobando que esa corrupción es una metáfora de la sociedad.

El 21 de junio Ibsen le contaba en una carta a su editor, Frederik Hegel:

Ayer concluí mi nuevo trabajo teatral. Se titula Un enemigo del pueblo y tiene cinco actos. No sé todavía si llamarla comedia o drama, puesto que tiene muchos elementos propios de una comedia, pero a la vez una base muy seria.

La ambigüedad genérica de Un enemigo del pueblo es tal vez la menor dentro de una obra conflictiva, en la que se unen realismo y simbolismo y chocan los principios morales del individuo con los intereses de una sociedad degenerada por la corrupción del poder, la mentira y la manipulación de la realidad en los medios de comunicación.

Las virtudes intemporales y universales que caracterizan a los clásicos se manifiestan en la vitalidad de un texto como este, que sigue planteando, igual que el teatro griego, los grandes temas conflictivos que siempre están de actualidad: el poder y la libertad, la verdad y la manipulación, la conciencia y los intereses, el individuo y la sociedad.

Un enemigo del pueblo
es, entre otras cosas, un texto de teatro político y moral lo suficientemente complejo como para permitir lecturas encontradas o interesadas, la coartada ideólogica de las dictaduras a través de la justificación del despotismo de los mejores y una descalificación explícita del sufragio universal.

Reflejo de la complejidad psicológica de su autor, la integridad del texto ibseniano en esta edición permite ahondar en los conflictos entre el hombre y su entorno, en las contradicciones entre la teoría política y la práctica ética.


Santos Domínguez