3/4/06

Anatomía de la melancolía

Robert Burton. 
Anatomía de la melancolía.
Selección y prólogo de Alberto Manguel.
El libro de bolsillo. Alianza Editorial. Madrid, 2006.

Robert Burton (1577-1640) publicó en 1621 la Anatomía de la Melancolía, un tratado enciclopédico sobre ese rasgo presente con frecuencia en el temperamento humano. Asociado al genio, atributo o soporte de la locura en otras ocasiones, se ha manifestado en lo que los antiguos llamaron hipocondria y los modernos, spleen.
Contemporáneo de John Donne y de Shakespeare, bibliotecario en Oxford, Burton invirtió todo el tiempo libre que le dejaba su profesión sedentaria y relajada en recoger la sabiduría de su época y proyectar sobre esos textos su propia sabiduría, tan desmesurada como esta obra inabarcable, como este libro de arena entretenido y profundo, lleno de talento literario, de buen juicio y de buen estilo.

Más que de un libro, de eso se trata, de una magnífica biblioteca del siglo XVII en la que se da cita la sabiduría en forma de resúmenes históricos, consideraciones filosóficas, anécdotas literarias, mitos y leyendas, citas poéticas, informaciones científicas, meditaciones teológicas, juicios médicos sobre el ejercicio inmoderado, pronósticos de la melancolía y entretenidas digresiones sobre la curación por el amor o la música.
Eso y mucho más es la Anatomía de la melancolía, de Robert Burton, que ahora publica parcialmente Alianza en El libro de bolsillo, con prólogo y selección de textos de Alberto Manguel, que como Virgilio a Dante nos guía por esta poblada selva.

Equiparable por su enormidad monumental al Zibaldone de Leopardi, a la Silva de varia lección de Pero Mexía o a los Essais de Montaigne, es uno de esos libros de referencia, una de esas obras fundamentales que uno ha oído citar casi desde siempre y que no veía en las librerías, un libro rodeado de un aura especial porque su desmesurado tamaño lo tenía apartado de la circulación.

Había una edición en tres tomos publicada por la Asociación Española de Neuropsiquiatría entre 1997 y 2002. Esa es la traducción que se utiliza en esta antología asequible que será de uso obligado en la biblioteca de cualquier lector culto.
Santos Domínguez