Alfred North Whitehead.
Proceso y realidad.
Un ensayo de cosmología.
Introducción y traducción de Miguel Candel.
Atalanta. Gerona, 2021.
Un abrumador índice de treinta páginas avisa al lector de la ambición del monumental ensayo de cosmología que Alfred North Whitehead tituló Proceso y realidad y que acaba de publicar Atalanta
con traducción de Miguel Candel, que en su Introducción señala que
“pese a la importancia de la obra de Whitehead, al predicamento de que
gozó como filósofo, en especial durante su etapa como docente en Harvard
(1924-1937) y a la influencia que ejerció en la escuela de Teología de
Chicago, su pensamiento acabó arrumbado por la incontenible avalancha de
mecanicismo y neopositivismo que ha dominado la filosofía de gran parte
del siglo XX, sobre todo en el ámbito anglosajón. A ello también
contribuyó la dificultad que entrañan sus novedosas construcciones
conceptuales. [...] Sin embargo, ello no impide que el camino que
contribuyó a abrir siga siendo recorrido por pensadores que reconocen la
pertinencia y trascendencia de concebir la realidad desde su vertiente
procesual. Sea como fuere, esperamos que esta edición de Proceso y realidad reavive
en nuestra lengua el rescoldo de aquella línea de pensamiento que ve la
realidad como un todo dinámico y fluyente, vivo en un sentido amplio y
coherente en su infinita diversidad, donde todo guarda relación con
todo, pero no de manera caótica sino ordenada. Una corriente filosófica
de la que Whitehead fue un esforzado defensor a la par que innovador.”
Alfred
North Whitehead (1861-1947) sigue siendo para algunos expertos el más
importante filósofo del siglo XX y en todo caso el autor de una de las
obras fundamentales de la filosofía moderna.
De formación
científica, físico y matemático, Withehead desarrolló en Harvard su
pensamiento filosófico y acometió una revisión crítica del positivismo
materialista y del mecanicismo científico con una ampliación del campo
tanto del pensamiento científico como del filosófico mediante una
construcción intelectual que vincula filosofía y ciencia.
Convencido de que la ciencia no debe sólo
aspirar a descubrir, sino también a interpretar y explicar la realidad,
se adentró en el terreno de la metafísica como fundamento y marco de la
ciencia e integró ciencia y filosofía como Leibniz.
Construyó
asi una concepcion filosófica de la realidad y la naturaleza a través
de libros como este Proceso y realidad, que recoge las conferencias que
impartió en Harvard en el curso 1927-28. Defiende allí la idea de lo
real entendido como un proceso constante y fluido que relaciona la
totalidad de los componentes del universo en una realidad dinámica
marcada por el devenir y la evolución, la continuidad y la permanencia.
Y
por eso su estudio del ser, su ontología, es también una cosmología y
la aproximación al ser se integra en una visión general de la naturaleza
a través de esta monumental construcción intelectual que vincula
filosofía y ciencia en un sistema que conecta las ideas estéticas y los
principios éticos con las concepciones del mundo basadas en las ciencias
experimentales.
Se trata de establecer vías de contacto entre la
abstracción y la emoción, entre la razón y el sentimiento. Y frente al
dominio de lo medible y de lo cuantitativo, se trata de buscar la verdad
esencial de la realidad, a la que no llega la ciencia positiva.
No es un libro fácil. A veces le sobra oscuridad a su estilo alusivo. Pero ya en su Prefacio avisa
Whithehead de “hasta qué punto son superficiales, insignificantes e
imperfectos nuestros esfuerzos por sondear las profundidades de la
naturaleza de las cosas. En el debate filosófico, el más leve atisbo de
certeza dogmática o de sanción definitiva es una prueba manifiesta de
insensatez.”
Santos Domínguez