28/12/20

Adonis. Este es mi nombre

 
Adonis.
Este es mi nombre.
Edición bilingüe.
Traducción, notas y prólogo
de Federico Arbós.
El libro de bolsillo de Alianza Editorial. Madrid, 2020.

Sirio de nacimiento y libanés de elección, Alí Ahmad Said Esber (Qassabin, 1930) explicaba con estas palabras el sentido del seudónimo que utiliza: “Al cambiar un nombre muy musulmán –Ali– por otro sin relación con el Islam –Adonis–, asumía y reivindicaba una trayectoria hacia lo universal. Al firmar así, salía de una tradición petrificada y accedía a una libertad más amplia.”

Este es mi nombre (1988) es la versión definitiva de Un tiempo entre la rosa y la ceniza, que Adonis publicó en Beirut en 1971. Lo publica El libro de bolsillo de Alianza Editorial, en edición bilingüe con traducción de Federico Arbós, que escribe en el prólogo estas palabras:

“En sus páginas se abre paso una escritura histórica, abiertamente ideológica y crítica, marcada por referencias temporales al presente inmediato, a las cosas que «me» pasan, que «te» ocurren, que se «nos» vienen encima. Una escritura que, sin embargo, no renuncia a enmarcar los poemas –como en los años sesenta– en un vasto lienzo de tiempos, espacios, culturas que confluyen, se oponen, se contradicen, se funden. Tanto el primer poema del libro (Prólogo a la historia de los Reyes de Taifas) como el segundo (Éste es mi nombre) son textos torrenciales que combinan los versos con una prosa escandida y atropellada, sin apenas puntuación –hasta este momento, Adonis había cuidado de modo exquisito, por lo general, la puntuación de influencia occidental–, forzando al lector a percibir como un todo el material lingüístico, sonoro, y las imágenes, metáforas, ideas que se desprenden de las meras palabras.”

El libro recoge tres poemas largos: Prólogo a la historia de los Reyes de Taifas, Este es mi nombre y Epitafio para Nueva York. Tres poemas que, en su redacción inicial, están escritos entre 1969 y 1971, unos años cruciales para el mundo árabe y para su literatura.

La guerra de los seis días, en la que Israel se anexionó los territorios palestinos y parte de Egipto, Líbano y Siria, marca un antes y un después en esa cultura. Era junio del 67 y desde entonces en los países árabes se habla de la literatura posterior a Huzairán, a Junio. La poesía posterior a Junio denuncia no sólo el expansionismo militar de Israel y su utilización del terrorismo de estado en asesinatos selectivos o indiscriminados, sino también la debilidad de los países árabes. Es la poesía de la resistencia que tiene uno de sus representantes más caracterizados en el poeta palestino Mahmud Darwish.

De esa encrucijada histórica, de esa humillación, surge este libro de Adonis, esta poesía crítica e ideológica que tiene uno de sus momentos más intensos en el Prólogo a la historia de los Reyes de Taifas, que se abre con este verso:

Un niño es el rostro de Jaffa       ¿Florecerá el árbol seco?
 
 La frase se repite como una salmodia en otros lugares del poema y se completa con versos como estos:

Toda agua es el rostro de Jaffa,
toda herida es el rostro de Jaffa,
los millones de hombres que gritan ¡no!
son el rostro de Jaffa.
Los amantes en el balcón, los amantes encadenados,
los amantes que yacen en la tumba
son Jaffa.
La sangre que mana del costado del mundo
es Jaffa.
 
No siempre tiene el poema esa contención y esa serenidad que permite el paralelismo. Muchas veces la escritura se desborda en un torrente inarticulado, en unos versos que se combinan con una prosa rápida, sin puntuación, atropellada, en un río de metáforas e imágenes que evocan el mapa atormentado de Palestina o la cartografía del abuso y el atropello en Hanoi o en los barrios marginales de Nueva York.

En el centro de los dos primeros poemas Alí es el expoliado, el desterrado por los invasores de un territorio que le han robado. Pero es también el que regresa, el resistente, el que combate la recaída en la desgracia con esta acción escrita que es la poesía.

Epitafio para Nueva York es una ampliación del campo de la infamia, una relectura creativa de Poeta en Nueva York para rescatar algunas de las imágenes más potentes del espléndido poema lorquiano, para releer en los años setenta el dominio violento del hombre rubio y su máquina de matar en Palestina o en Vietnam. Imágenes, motivos y visiones que estaban en los poemas más atormentados del ciclo neoyorquino se revitalizan al proyectarse sobre una nueva época:

Salí de Nueva York como de un lecho:
la mujer es una estrella apagada
y la yacija se rompe como árboles sin espacio,
aire renqueante,
cruz que no recuerda las espinas.

Reaparece en este Epitafio la potente voz marginada de los negros de Harlem:

Habitemos el clamor negro
para llenar nuestros pulmones con el aire de la historia. 
Alcémonos en los ojos negros, cercados como tumbas, 
para vencer al eclipse.
Viajemos en la cabeza negra
para escoltar al sol que llega.

Sobre esta reedición, que es la versión revisada de la que apareció en 2006 en Alianza Literaria, escribe Arbós: “Han pasado ya catorce años desde la publicación en la colección Alianza Literaria de Éste es mi nombre, sexto poemario y jalón fundamental en la obra del poeta, ensayista y crítico sirio-libanés Adonis. Y ahora, la editorial ha decidido sacar a la calle una segunda edición en la popular y emblemática colección El libro de bolsillo, quizá con la intención de que los lectores recalcitrantes de poesía, minoritarios pero fieles, puedan encontrarse, o reencontrarse, con la traducción española de este libro publicado por primera vez en Beirut en el año de 1971. [...]
Para esta segunda edición se han realizado ligeros ajustes y trasvases de los textos árabe y castellano, con el fin de reducir espacios en blanco innecesarios y conseguir, en la medida de lo posible, una más completa correspondencia de ambos textos en las páginas pares e impares enfrentadas; se han revisado en la traducción unos pocos versos o frases de formulación confusa o equívoca. El resultado de estas modificaciones tal vez se refleje en unas páginas más limpias, cuyas líneas el lector pueda recorrer sin mayores sobresaltos tipográficos.”

Adonis es uno de los renovadores de la poesía árabe contemporánea, a la que ha puesto en contacto con la poesía occidental. Poesía de la encrucijada, del mestizaje cultural de dos tradiciones: la grecolatina y mediterránea y la árabe pagana y clásica en una fusión que se expresa en la asimilación de los lenguajes poéticos más renovadores del siglo XX, del expresionismo al superrealismo, que se integran con esquemas métricos y rítmicos de la poesía oral árabe:

“Reivindico toda la herencia mediterránea, pero además formo parte integrante de la cultura universal, de Oriente hasta Occidente. La única especificidad que me reconozco es mi lengua y mi subjetividad. Pero, por medio de ellas, trato de abrirme a lo universal.”

Santos Domínguez