4/4/12

Melville en Barataria

Herman Melville.
Yo y mi chimenea.
El pudín del pobre y las migajas del rico.
Traducción de Adrià Edo.
Barataria. Barcelona, 2012.

Como Poe, como Hawthorne, como Emily Dickinson, Herman Melville (1819-1891) forma parte del Dark Romanticism, de aquel Romanticismo oscuro que tuvo su expresión más acabada en la narrativa breve de estos tres autores y en la poesía de Emily Dickinson.

Espléndidamente traducidos por Adrià Edo, Barataria publica dos de los diecinueve relatos que escribió el autor de Moby Dick y de Bartleby el escribiente.

Yo y mi chimenea y El pudín del pobre y las migajas del rico, una novela corta y un cuento, son dos relatos muy distintos en tono, pero semejantes en calidad y en el uso de la narración en primera persona.

Yo y mi chimenea, dos viejos fumadores canosos, residimos en el campo. Estamos, puedo asegurarlo, bien asentados aquí, sobre todo mi vieja chimenea, que se asienta más y más cada día.

Así comienza el primero, un relato alegórico en el que la chimenea aparece humanizada (anfitriona, gran señora, mi superior, ciudadana libre de esta tierra libre) y es una imagen de la identidad personal frente a la tendencia enfermiza a defender las novedades.

Frente al viejo narrador y su reina -la chimenea-, su mujer –una anciana otoñal con alma primaveral- defiende lo nuevo y quiere eliminar la chimenea para lo que recurre a todo tipo de argumentos y de pactos.

El pudín del pobre y las migajas del rico es un cuento más breve y más duro: una mezcla en sus dos encuadres de piedad hacia el pobre y de sarcasmo hacia el rico. Una crítica de la beneficencia y la caridad de los ricos y una denuncia de la hipocresía a través de un narrador que asiste – como Dante- acompañado por un guía al infierno de la pobreza.

Un texto que termina con estas palabras demoledoras: el cielo me guarde por igual del pudín del pobre y de las migajas del rico.

Santos Domínguez