19/1/16

Modiano en Letras Universales Cátedra

Patrick Modiano. 
La hierba de las noches. 
Edición de Javier Aparicio Maydeu.
Traducción de María Teresa Gallego Urrutia.
Cátedra Letras Universales. Madrid, 2015.


Cátedra Letras Universales publica la primera edición anotada en español de  una de las novelas más recientes de Patrick Modiano, La hierba de las noches, un título que apareció en 2012  y que tradujo María Teresa Gallego Urrutia en 2014.

Esa versión española es la que encontrará el lector en esta edición de la que se encargado Javier Aparicio Maydeu, que en su espléndida introducción señala que su propósito ha sido “el de tratar de convertir esta edición en una guía de lectura de Modiano con la que poder abrirse paso un lector primerizo o esporádico del escritor francés por una narrativa que esconde mucho más de lo que exhibe y que, como es sabido, entraña satisfacciones que van mucho más allá de las historias esbozadas, insinuantes e incompletas que, como paseos por la memoria y la incertidumbre, escribe con delicadeza su autor.”

El de La hierba de las noches es un Modiano en plenitud, capaz de crear una atmósfera desde las primeras líneas de la novela con su prosa envolvente y adictiva:

Pues no lo soñé. A veces me sorprendo diciendo esta frase por la calle, como si oyese la voz de otro. Una voz sin matices. Nombres que me vuelven a la cabeza, algunos rostros, algunos detalles. Y nadie ya con quien hablar de ellos. Sí que deben de quedar dos o tres testigos que están todavía vivos. Pero seguramente se les habrá olvidado todo. Y, además, uno acaba por preguntarse si hubo de verdad testigos.

No, no lo soñé. La prueba es que tengo una libreta negra repleta de notas.

Esa atmósfera modianesca -tan torpemente imitada entre sus epígonos- que difumina la frontera del sueño y la vigilia es el ámbito en el que Jean, el narrador protagonista, reconstruye un episodio borroso de su juventud y explora entre brumas la persistencia de la memoria y el deseo a través de los recuerdos laberínticos y fragmentarios de una historia de tono detectivesco.

Una elíptica reconstrucción del pasado -Todos esos detalles me vuelven a la memoria desordenados, a trompicones; a menudo se enturbia la luz- en un París nocturno y oscuro bajo una niebla que se convierte en metáfora de lo clandestino, de lo turbio y lo dicho en voz baja por personajes como la indescifrable Dannie, el poliédrico Aghamouri o el inspector Langlais, quizá el más potente y el mejor trazado de estos tres personajes centrales rodeados de misterio y dueños de un secreto que vertebra la novela.

Ambientada en los años sesenta, en torno a Montparnasse y al Unic Hôtel, La hierba de las noches es -como el título de una de las novelas de la biblioteca de una casa de campo- el relato de un hombre que se inclina sobre su pasado a través de los episodios de una vida soñada, intemporal, que le arranco, página a página, a la desabrida vida cotidiana para proporcionarle algunas sombras y algunas luces.

Santos Domínguez