Víctor Jiménez.
La mesa italiana.
Renacimiento. Sevilla, 2015.
Los otros todos que nosotros somos es un verso de Octavio Paz que Juan Lamillar evoca en el estupendo prólogo que abre La mesa italiana, el último libro de Víctor Jiménez, que publica Renacimiento en su colección mayor, Calle del Aire.
Con la difícil naturalidad del tono cercano y confesional que recorre estos textos, con su acostumbrada maestría en el uso de estrofas clásicas o de ritmos populares, Víctor Jiménez reúne en torno a esa mesa italiana a aquellos seres sucesivos que ha ido siendo en un ejercicio admirable de contención expresiva y de expansión sentimental, sístole y diástole de la palpitación poética de un autor que a lo largo de su ya amplia trayectoria vuelve a acreditar eso que muy pocos logran: ser un poeta con animal de fondo, alguien que tiene algo que contar, un poeta que conoce el secreto del final intenso de los poemas y hace contagiosa la emoción dolorosa de versos como estos: porque hay vidas que duran lo que quiere la muerte /y muertes hay que duran lo que quiere la vida.
Y así como a veces nos reconocemos en lo que han escrito otros o en los paisajes que dibujaron los maestros, Víctor Jiménez se reconoce y se reconstruye mirándose en el espejo de su memoria cinematográfica, “para desplegar – como señala Lamillar- una geografía (una cinematografía) personal de circunstancias y sentimientos” a través de la evocación de unos títulos –El viajero del tiempo, Senderos de gloria o La sombra de una duda- que podrían cifrar su vida y la memoria de su infancia, su juventud perdida o su presente en las desoladas secuencias de esta efímera / cartelera, tal vez, de incertidumbres.
Santos Domínguez