Las mil y una noches.
Prólogo de Manuel Forcano.
Traducción y notas de
Juan Antonio Gutiérrez-Larraya
y Leonor Martínez Sánchez.
Atalanta. Gerona, 2014.
Atalanta publica en un estuche con tres tomos una cuidada edición de Las mil y una noches, el gran monumento narrativo que desde la Edad Media ha atravesado tiempos, lenguas y fronteras para convertirse en uno de los referentes imprescindibles de literatura universal, en un libro seminal como explicó Juan Goytisolo.
Originado en parte en la tradición sánscrita india, a partir de relatos orales ya existentes en el siglo IX, llegó a Occidente en el siglo XVIII para impulsar la moda orientalizante y lo hizo desde recopilaciones modernas muy posteriores a los originales, en versiones escritas que fijaron su estructura actual a finales del siglo XV en Egipto aunque su parte nuclear se construyó en Persia.
Su marco narrativo es conocido: Sherezade y el suspense sostenido durante mil y una noches para salvar su propia vida y la de otras mil posibles sucesoras. Un hilo conductor que -como el Decameron o El conde Lucanor- evita la mera yuxtaposición o el modelo del rosario de cuentos para subordinar los relatos a un esquema argumental sencillo y repetitivo que va acogiendo en su ritmo cíclico la serie sucesiva de cuentos.
Sobre ese marco narrativo se articula una sucesión de relatos -algunos muy largos- que vivieron en la memoria oriental antes de ser puestos por escrito y que se van abriendo camino unos a otros en una estructura que recuerda las cajas chinas o las muñecas rusas, en una acumulación correlativa que admite muchas formas de lectura y muchas vías de acceso a sus páginas.
Francisco Calvo Serraller.
Juan Pablo Fusi.
Historia del mundo y del arte en Occidente
(siglos XII a XXI).
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores. Barcelona, 2014.
Dos especialistas de prestigio, Francisco Calvo Serraller y Juan Pablo Fusi, han reunido sus conocimientos para acometer un estudio tan ambicioso en sus objetivos como brillante en sus resultados.
Historia del mundo y del arte en Occidente, el magnífico volumen que publica Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores aborda la historia del mundo occidental entre los siglos XII y XXI a partir de una selección de obras de arte que reflejan simbólicamente la realidad del momento histórico en el que surgen.
No se trata pues de una historia ilustrada tradicional, en la que las imágenes se convierten en mero material alusivo que hace referencia a los acontecimientos históricos o al panorama cultural, sino de algo más complejo y más enriquecedor: de manifestar, como señalan los autores, la complementariedad entre la interpretación de lo documental y la de lo artístico, pero sin obviar su enriquecedora divergencia.
Desde el triunfo del cristianismo y el primer Renacimiento del siglo XII a la crisis de la modernidad, pasando por el otoño de la Edad Media, el Renacimiento y la Reforma, el Barroco y la Contrarreforma, la Ilustración y la Revolución francesa, la revolución industrial y el mundo contemporáneo en la mirada plástica de Giotto, Rafael y Tiziano, de Caravaggio y Rembrandt, de Velázquez y Goya, de Friedrich y Picasso, de Modigliani y Hopper, un recorrido por la historia occidental de la mano de aquellos artistas que supieron resumir en sus lienzos la realidad de su tiempo.
Derek Walcott.
El burlador de Sevilla.
Traducción de Keith Ellis.
Vaso Roto. Madrid, 2014.
Vaso Roto recupera la adaptación en verso que Walcott hizo hace cuarenta años de El burlador de Sevilla, una obra fundacional con la que Tirso de Molina aborda el mito de Don Juan desde una perspectiva más metafísica que erótica.
Walcott hizo esta versión por encargo de la Royal Shakespeare Company, una reescritura contemporánea del mito que comienza en una finca caribeña, en un campo de garrote en Trinidad, donde se estrenó en 1974.
Puede parecer aventurado hablar aquí de un ejercicio de fusión como el que se hace en música, pero es exactamente eso, la música del verso y el ritmo escénico, lo que más interesa a Walcott de una obra escrita en una lengua que desconocía.
Y ese desconocimiento, en lugar de perjudicar su comprensión, permite abordar el texto como si de una partitura musical se tratase: lo que espero haber sacado de la original es principalmente el ritmo de sus escenas. No tengo ningún conocimiento de la lengua española /.../ pero como es el caso de las lenguas romances en general, uno puede ser arrastrado por un torrente estrecho de poderoso lirismo sin comprender casi nada, impulsado por la pasión de su sonido.
De ahí a la incorporación de la música de Trinidad y los ritmos antillanos del calipso no hay más que un paso hacia el proceso de fusión del barroco y lo criollo, de lo europeo y lo afroamericano, de la palabra del verso español y el compás sonoro del Caribe.
Un inolvidable Don Juan criollo en la estupenda traducción, llena de matices y sonoridad, de Keith Ellis.
Eiji Yoshikawa.
El cantar de Heike.
Volumen I.
Traducción de Rumi Sato.
Ilustrado por Jin Taira.
Satori. Gijón, 2014.
Satori publica el primer tomo de la versión modernizada de Heike monogatari, uno de los grandes clásicos de la literatura japonesa.
Compuesto a comienzos del siglo XIII, Heike monogatari es una epopeya originada en la tradición oral y cantada durante siglos. Y así como en los textos homéricos están las raíces temáticas de la literatura occidental, en esta monumental obra se perfilan algunas de las claves sobre las que se desarrolla la literatura japonesa a partir de una peculiar fusión de elementos cultos y populares.
Organizada en doce libros, con algunos elementos trágicos y líricos que se insertan en su estructura épica, esta obra narra la guerra sin cuartel por el poder que ennfrentó durante cinco años a dos clanes de samuráis: los rudos Genji y los refinados Heike. Y en torno a ese núcleo central se organiza una secuencia de batallas y venganzas, de intrigas y traiciones que protagoniza un nutrido repertorio de personajes, de héroes, antihéroes y damas dolientes o intrigantes que encarnan distintas actitudes y valores humanos sobre los que se proyecta una cierta mirada nostálgica, una elegía que idealiza el pasado.
La versión que publica Satori con traducción de Rumi Sato es la que reescribió durante siete años, desde 1947, Eiji Yoshikawa, un autor de novelas históricas, para ofrecer el espejo del pasado en aquel presente de la posguerra mundial. Con espléndidas ilustraciones de Jin Taira, con apéndices que contienen árboles genealógicos, mapas y un gráfico sobre el cómputo del tiempo desde la hora del ratón a la del caballo, esta edición es el resultado de un esfuerzo admirable con el que Satori sigue su incansable y brillante labor de acercamiento de la cultura japonesa al lector español.
Charles Chaplin.
Un comediante descubre el mundo.
Traducción de José Jesús Fornieles Alférez.
Confluencias Editorial. Almería, 2014.
Confluencias edita en un hermoso tomo generosamente ilustrado, precedido de una amplia introducción de Lisa Stein Haven, Un comediante descubre el mundo, el relato de un viaje en el que Chaplin volvió a Londres para visitar el hospicio en el que había vivido.
Era solo una de las estaciones de un viaje alrededor del mundo -París, Berlín, San Sebastián, Argel, Ceilán, Singapur, Bali, Tokio- y, sobre todo, del viaje alrededor de sí mismo que se desarrolló entre 1931 y 1932, en un momento crucial de su obra, entre Luces de la ciudad y Tiempos modernos.
Unas memorias de viajes que Chaplin publicó en cinco entregas en una revista femenina y que se ha acabado convirtiendo en un libro que, como explica la prologuista, convierte a Chaplin en “el único protagonista de la industria cinematográfica que utilizó la narración de un viaje como herramienta promocional.”
En las páginas de Un comediante descubre el mundo comparecen en compañía de Chaplin otros personajes centrales del siglo XX, como Albert Einstein, George Bernard Shaw, Winston Churchill, H. G. Wells, Gandhi o Marlene Dietrich, que quisieron conocerlo y compartir mesa y conversaciones con aquel artista que reflejó como nadie en el cine el desvalimiento del individuo en el mundo contemporáneo, la suma de luces y sombras, de lo admirable y lo ridículo, de lo trágico y lo cómico.
Tal vez por eso encontró su mejor expresión en el silencio del cine mudo y en el claroscuro del cine en blanco y negro.
David Zane Mairowitz.
El castillo.
Traducido por Carlos Mayor.
Ilustrado por Jaromír 99.
Nórdica. Madrid, 2014
Inconclusa y póstuma, El castillo fue una de las obras que Kafka encargó destruir a su amigo y albacea Max Brod, que la publicó en 1926. Junto con El proceso, es una de las novelas fundamentales de Kafka, quizá también la más compleja en su entramado simbólico. La peripecia del agrimensor que llega a la aldea que está al pie del inaccesible castillo plantea una alegoría de la frustración y la autoridad, de la absurda e implacable máquina burocrática que aniquila al individuo en medio de una atmósfera opresiva.
Como siempre en Kafka, al fondo está el padre, la búsqueda y el problema de la identidad, la construcción de un objetivo vital. Desorientado y perplejo, como los protagonistas kafkianos, esperanzado a veces, K. acaba asumiendo el fracaso de sus proyectos, porque –como explica David Zane Mairowitz- “en el fondo nada está al alcance de K., que se ve sentenciado a deambular por el pueblo nevado, sorteando toda una serie de tentaciones eróticas.”
En la versión gráfica que publica Nórdica con el texto adaptado por David Zane Mairowitz y las ilustraciones de Jaromír 99, la novela de Kafka adquiere una nueva dimensión con unos dibujos expresionistas que captan a la perfección el agobiante universo literario de Kafka.
Carlos Aguilar.
Guía del cine.
Cátedra Signo e imagen. Madrid, 2014.
Corregida y aumentada con entradas nuevas, llega a su quinta edición la espléndida Guía del cine de Carlos Aguilar, que publica Cátedra. Más de dos mil páginas de una obra en marcha que no se limita a la mera recopilación de miles de fichas técnicas sobre películas de todo tipo, de diversas épocas y distintas procedencias geográficas y culturales.
Lo que hace que en estos tiempos de internet y bases de datos en red siga teniendo vigencia esta monumental obra es que, junto con los datos objetivos de fechas, directores, guionistas o actores de reparto, Carlos Aguilar proyecta en cada título breves y certeros juicios de valor que agradece el aficionado al cine.
Juicios positivos como el que le merecen películas cimeras como El séptimo sello –“inmensa fuerza visual”, “genial”, “inolvidable”- o Campanadas a media noche –“sobrecogedora visualmente” con un Welles “exuberante y espléndido.”
O juicios demoledores como estos: “el problema de Tarantino es cuando hace cine para los tarantinistas”; “Un engendro de lujo que, por añadidura, no termina nunca” (Avatar); “Un falsamente brillante dechado de petulancia y autoafirmación autoral, repleto de gratuidades y excesos” (El gran Lebowski); “Apoyado en el irritante underplaying de Bill Murray, y con un humor lamentable (…) supone uno de los filmes más preocupantemente sobrevalorados de su momento” (Lost in Translation)
Organizada con un criterio alfabético de títulos en español y completada con dos índices de consulta rápida: uno de títulos originales y otro de directores, esta obra es una guía titánica que también se puede leer, como quiere su autor, “a base de cruzar referencias, como una sintética y personal historia de un siglo de Séptimo Arte.”
Carlo Collodi.
Las aventuras de Pinocho.
Ilustraciones de Manuel Alcorlo.
Traducción de Antonio Colinas.
Prólogo de Emilio Pascual.
Reino de Cordelia. Madrid, 2014.
Había una vez un trozo de madera.
Ya se sabe, el que encuentra el maestro carpintero Cereza. Un trozo de madera con voz de niño, un trozo de madera que llora y ríe y que acaba en manos de Geppetto, el viejecillo que fabrica con ella un muñeco que acaba teniendo vida propia.
Con espléndidas ilustraciones de Manuel Alcorlo, la edición de Las aventuras de Pinocho que acaba de publicar Reino de Cordelia recupera la celebrada traducción que Antonio Colinas firmó en Bruguera y en Siruela.
Cuando están a punto de cumplirse 125 años de la muerte de su autor, Carlo Collodi, esta cuidada edición viene avalada no solo por sus magníficas ilustraciones y por la calidad de su traducción. La abre un prólogo en el que brilla la palabra inteligente de Emilio Pascual, que señala que “basta con abstraer un poco el comportamiento de Pinocho para que sus andanzas se conviertan fácilmente en las de otro muñeco, tan desvalido como peligroso: el hombre. Pero ni siquiera esto necesita la novela. Es tan fresca, tan jugosa, tan divertida, que su lectura se avala por sí misma.”
Antón P. Chéjov.
Cuentos completos
(1885-1886)
Edición de Paul Viejo.
Páginas de Espuma. Madrid, 2014.
Avanzar con Chéjov titula Paul Viejo el prólogo que abre su edición del segundo segundo volumen de los Cuentos completos de Chéjov en Páginas de Espuma. Se reúnen aquí en orden cronológico 165 cuentos –cuarenta de ellos inéditos en español- escritos en 1885 y 1886, dos años de una intensa creatividad de Chéjov
Entre un relato tan extenso como Un drama de caza y un texto como Fracaso, casi un microrrelato, este volumen contiene cuentos que forman parte del canon narrativo chejoviano y que son ya clásicos imprescindibles de la literatura universal: Tristeza, Aniuta, La corista, En el camino o Vanka, por citar sólo algunos. Con versiones de los mejores traductores de Chéjov al español, están en ellos de una manera muy clara rasgos como la capacidad de sugerencia entre líneas, la hondura de su mirada al interior de los personajes o la elipsis de sus finales abiertos.
Un segundo volumen con el que Páginas de Espuma sigue avanzando en el camino de su monumental edición de los Cuentos completos de Chéjov, que culminará en el invierno de 2016 con la publicación del cuarto tomo. Es la primera vez que se acomete en el ámbito hispánico un proyecto tan ambicioso como el de reunir a lo largo de cuatro años y en cuatro volúmenes toda la narrativa breve del maestro ruso, uno de los fundadores del cuento contemporáneo, en las versiones de sus mejores traductores al español.
Javier de Juan.
Sic Transit
o La Muerte de Olivares.
Los tebeos de Cordelia.
Reino de Cordelia. Madrid, 2014.
Treinta años después de su primera aparición, Reino de Cordelia reedita Sic transit o La muerte de Olivares, uno de los cómics que renovaron decisivamente el panorama de la historieta gráfica en España.
Una historia potente gráficamente basada en un guión truculento, desarrollado en cuatro capítulos y muy bien resuelto. Una historia protagonizada por el torero Olivares, que muere en su última tarde víctima de una cornada y de una Muerte celosa de la novia del matador.
Porque entonces, en 1984, señala Javier de Juan en el prólogo -La muerte y el torero- “solo dos cosas parecían importantes de verdad. Importantes y definitivas: El Amor y la Muerte.”
Con una evidente influencia del cine expresionista alemán, Sic Transit revisa el mito de Orfeo y Eurídice para invertirlo con una perspectiva que recuerda la mirada de postrimerías del Barroco y una mirada proyectada sobre “un Madrid más cerca del siglo XIX que del XXI. La Calle Mayor mojada y gris como en una novela de Galdós. Un mundo sin teléfonos móviles, sin Internet. Un Madrid analógico y atemporal.”
Esta bellísima edición recupera en un apéndice los apuntes y bocetos que utilizó Javier de Juan para diseñar este clásico imprescindible del género en España, del que dice su autor: “Si los cómics tuvieran música, la de Sic Transit debería ser épica.”
Robert Graves.
La Diosa Blanca.
Traducción de William Graves.
Alianza Literaria. Madrid, 2014.
Alianza Literaria publica una nueva edición ampliada y corregida de La Diosa Blanca, uno de los libros imprescindibles del siglo XX, a la altura de los estudios de antropología cultural de Campbell o de La rama dorada de Frazer.
Es la versión definitiva de esta gramática histórica del mito poético, un clásico en el que Graves indaga en la esencia de la poesía como forma de conocimiento asociado a la cultura matriarcal simbolizada en la diosa de las mil caras –Deméter, Hécate, Perséfone, la triple musa que es fuente de inspiración, de creación y de destrucción.
Es la diosa blanca de la irracionalidad poética, de los mitos y los ritos asociados a la diosa lunar desalojada en el siglo V a. C. por la cultura patriarcal que impuso el racionalismo y el culto a Apolo, el pensamiento lógico y el raciocinio filosófico que articula la cultura occidental desde Sócrates, Platón y Aristóteles.
Traducida por su hijo William Graves, La Diosa Blanca es –como señala en su espléndida introducción Grevel Lindop- “uno de los libros más extraordinarios del siglo XX” y una exploración monumental en la raíz de la poesía en un ensayo que acaba inundándose de un potente lenguaje poético, lo que explica esta advertencia inicial de Graves: “es justo advertir a los lectores de que éste sigue siendo un libro muy difícil, así como muy extraño, y que deben evitarlo quienes posean una mente distraída, cansada o rígidamente científica.”
Santos Domínguez