Thomas Hardy.
Jude el oscuro.
Traducción de Miguel Ángel Pérez.
Alianza Editorial. Madrid, 2020.
Para bien de la poesía, el escándalo que provocó entre los lectores y críticos de la Inglaterra victoriana la publicación en 1895 de Jude el oscuro cerró la carrera novelística de Thomas Hardy, que no volvió escribir novelas e inició una trayectoria poética que lo convirtió en uno de los más importantes poetas ingleses del siglo XX.
Casi veinte años después, en 1912, Hardy recordaba en el Post Scriptum de la edición definitiva de la novela “el infeliz comienzo de la carrera de Jude como libro. Tras esos veredictos de la prensa, su siguiente infortunio fue ser quemado por un obispo -probablemente por la desesperación de no poder quemarme a mí-, y que éste hiciera apología de su meritoria acción en los periódicos" y lamentaba que " el esfuerzo artístico siempre paga un alto precio por extraer su contenido trágico de la forzada adaptación de los instintos humanos a arquetipos fastidiosos y oxidados que no casan con ellos. Para ser justos con Bludyer y el obispo incendiario, supongo que lo que querían decir solo era esto: 'Nosotros, los británicos, odiamos las ideas, y vamos a estar a la altura de tal privilegio de nuestra tierra natal. Tal vez tu retrato no muestre algo falso, o algo poco común, o ni siquiera algo contrario a los cánones artísticos, pero no es una visión de la vida que los que prosperamos gracias a los convencionalismos podamos consentir que sea retratada.'”
El escándalo lo habían provocado no sólo las alusiones sexuales, sino también su mirada crítica ante las convenciones sociales, el matrimonio, la religión o la educación. Porque Jude el oscuro se centra en la figura de Jude Fawley, un muchacho pobre e idealista del imaginario condado de Wessex, en el sur de Inglaterra, y en sus aspiraciones de dejar su pueblo y su oficio de albañil para ingresar en la universidad y convertirse en estudioso en Christminster (Oxford), distante sólo treinta kilómetros, pero muy alejada vitalmente, cuyas torres, veletas, ventanas y cúpulas llegó a ver a lo lejos como una revelación fugaz un atardecer cuando levantaba la niebla.
Ese impulso lo había despertado el maestro de escuela Phillotson, con cuya salida del pueblo para estudiar una carrera universitaria en Christminster se inicia la novela. Pero en su camino se cruzan dos mujeres, Arabella Donn, con la que se casa y tiene una relación matrimonial que se rompe en tres años, y Sue Bridehead, su prima, uno de los más inolvidables personajes de Hardy, una mujer poco convencional con la que Jude tendrá una larga e intensa relación amorosa de la que nacieron dos hijos a los que matará su hermanastro.
El triángulo amoroso entre Arabella, Sue y Jude acaba de complicar una historia trágica de humillaciones, fracasos y errancias que frustran las aspiraciones del protagonista y no le deja otra salida que la muerte.
Pero más allá de sus peripecias amorosas y de los avatares familiares y matrimoniales que provocaron esa reacción escandalizada, Jude el oscuro es una excelente novela sobre la condición humana, sobre la soledad y las relaciones amorosas, sobre la frustración de las ilusiones perdidas y sobre la dificultad de la vida en sociedad.
Jude el oscuro, que aparece ahora con una nueva traducción de Miguel Ángel Pérez en la colección 20/13 de Alianza Editorial, es la novela más sombría de un Hardy pesimista y crítico con aquella sociedad que frustraba las expectativas individuales. Sus temas (la tiranía de los vínculos matrimoniales, el control de la vida social por la iglesia, la educación, la sociedad aniquiladora del individuo, la imposibilidad de progreso de las clases humildes) aparecen también en otras de sus novelas, por ejemplo en Los habitantes del bosque, traducida también por Miguel Ángel Pérez en Letras Universales Cátedra.
Santos Domínguez