29/6/16

Equipaje de vacaciones. Prosa




Robert Aickman.
Las casas de los rusos.
Traducción de Arturo Peral Santamaría
e Irene Maseda Martín.
Atalanta Ars brevis. Gerona, 2016.

Atalanta reúne en Las casas de los rusos seis relatos de Robert Aickman, uno de los maestros del género fantástico, que se suman a otros seis que publicó esta misma editorial hace cinco años en el volumen Cuentos de lo extraño, con el mismo eficiente traductor, Arturo Peral Santamaría, al que acompaña ahora Irene Maseda Martín.

Como aquellos, los relatos de esta nueva entrega son una incursión en el lado oscuro de la realidad en busca de la inexplicable complejidad de lo cotidiano. Porque, como explicó Todorov, el mejor teórico del género, la literatura fantástica parte de lo cotidiano para llegar a lo inexplicable.

Un buceo narrativo por los abismos del horror que está al fondo de la conciencia, porque –ya lo demostró Poe en sus relatos- el horror contemporáneo no surge, como en la literatura gótica, de la escenografía exterior sino del fondo secreto de los personajes.

Los relatos de Aickman son una mirada al otro lado del espejo, una travesía por la línea de sombra que separa la razón de lo subconsciente, el sueño de la vigilia, la visión imaginada de la percepción real.

Con tonos diversos y perspectivas diferentes, con algún dato oculto que emerge en los párrafos finales de cada relato para producir un efecto de sorpresa, con una envidiable capacidad para crear atmósferas inquietantes y opresivas, estos seis relatos –alguno cercano a la novela corta- tienden puentes entre lo interior y lo exterior, entre lo real y lo imaginario, entre lo usual y lo extraño.

Con sorprendentes giros finales y diálogos caracterizadores, son relatos que transcurren bajo una nube de polvo o bajo la niebla nocturna de Finlandia, con la tonalidad del relato onírico, entre ambientes decadentes y casas aparentemente deshabitadas y proyectan una extraña mirada sobre lo femenino y sobre mujeres fatales de belleza insufrible.

Concentrados en el tiempo y en el espacio para producir una intensa unidad de efecto, con la presencia latente de una sexualidad oscura, deambulan por ellos un artista y una viuda, una joven en un páramo, dos gemelos terribles o dos hermanas con fantasma en un rincón fuera del tiempo de una mansión campestre.




Rocío Fernández Berrocal.
Tartesia linda.
Un paseo por la Sevilla
de Juan Ramón Jiménez.
Biblioteca de temas sevillanos.
Instituto de la cultura y las artes.
Ayuntamiento de Sevilla, 2016

Un paseo lírico por la Sevilla de Juan Ramón Jiménez de la mano de Rocío Fernández Berrocal, que estudió en su tesis doctoral y en un excelente libro la relación del poeta con una ciudad que fue siempre -incluso en el exilio- una referencia vital y artística ineludible.

La llamó ‘divina ciudad’, ‘ciudad del paraíso’, ‘capital lírica’ de España, le dedicó un libro que empezó a escribir en 1912. Fue la ciudad en la que despertó su vocación literaria, una de las estaciones de paso en el viaje decisivo hacia Zenobia que es el Diario de un poeta reciéncasado y antes de regresar, cadáver ya de paso hacia su tumba definitiva en Moguer, siguió siendo un recuerdo persistente, porque en la poesía espacial de Juan Ramón -Espacio se titula significativamente ese poema mayor de la literatura en español-, la fusión de vida y obra hace que Sevilla, idealizada como imagen de belleza universal y como ámbito simbólico de la creatividad, vuelva una y otra vez a su escritura y su recuerdo.

Un volumen, pensado para llevar en el bolsillo en un paseo por Sevilla, que recoge -en palabras de la autora- “todas las referencias sevillanas de Juan Ramón encontradas hasta el momento, un corpus extenso que ilustra ampliamente su vocación de ser tan sevillano como moguereño.” Porque “si Moguer fue para Juan Ramón la luz con el tiempo dentro, Sevilla es para el poeta el tiempo con la luz dentro.”


Rafael Sánchez Ferlosio.
Ensayos 2.
Gastos, disgustos y tiempo perdido.
Edición de Ignacio Echevarría.
Debate. Barcelona, 2016.

En un artículo de 1980 hablaba Sánchez Ferlosio del deporte como una actividad que “no cría más que gastos, disgustos y tiempo perdido.” De ahí surge el título elegido para organizar el segundo tomo de los ensayos ferlosianos, que publica Debate en una edición cuidada y anotada por Ignacio Echevarría.

Un volumen que recoge las colaboraciones en prensa de Sánchez Ferlosio desde los años setenta. Superado ya su retiro para dedicarse a los altos estudios eclesiásticos que se publicaron en el primer volumen, El País, Diario16 ABC acogieron en sus páginas decenas de artículos de opinión en los que comentaba la actualidad política y cultural de España en las últimas cuatro décadas. De esas colaboraciones en prensa no se recogen en este tomo los pecios, que se han publicado recientemente bajo el título Campo de retamas, ni sus frecuentes cartas al director.

Fueron, aunque abundantes en algunos momentos, colaboraciones poco continuadas, esporádicas casi siempre, escritas desde la perspectiva insobornable de “un francotirador que -omo señala Ignacio Echevarría en la presentación de este volumen- sin vínculos partidistas de ninguna clase /…/ discierne con insólita precocidad y contundencia los asuntos neurálgicos del acontecer nacional.”

La identidad nacional y los nacionalismos periféricos, las fuerzas armadas y el terrorismo, la censura y la tortura, la derecha y la evolución del PSOE, la educación y los medios de masas, los fastos del 92 o el Prestige estuvieron en el objetivo de la agudeza y la independencia de Ferlosio, en su mirada distante y lúcida.

Organizado en cinco partes presentados por un irónico prefacio parabólico, “Breve historia de un dinero malgastado”, el lugar central lo ocupa el apartado “Mas no todos los tiempos son unos”, que recopila en tres secciones más de cincuenta artículos que tienen como eje los variados asuntos nacionales recogidos en volúmenes como La homilía del ratón o La hija de la guerra y la madre de la patria.

El último apartado –“El anti centenario”- se centra en el quinto centenario de la conquista de América –“Cinco siglos de Historia y desventura” es uno de los artículos que aparecen como prolegómeno- y en las celebraciones del 92. Un apartado que tiene como centro el ensayo “Esas Indias equivocadas y malditas.”

Completa el volumen un anexo con la entrevista que Ferlosio le hizo al naturalista Miguel Delibes de Castro sobre los incendios forestales tras el incendio de la sierra de Guadalajara en el verano de 2005.

Además de las notas finales del editor, escuetas y oportunas, un exhaustivo índice onomástico permite la localización rápida de referencias a personas, partidos, instituciones o acontecimientos que fueron objeto de la atención de estos artículos que en conjunto constituyen una contra-crónica de la España reciente y de su historia.


Frank Kermode.
El tiempo de Shakespeare.
Traducción de Juan Manuel Ibeas.
Debate. Barcelona, 2016.

Debate recupera un espléndido ensayo sobre Shakespeare y su tiempo que publicó en 2005 y que el centenario de la muerte del poeta de Stratford ha vuelto a poner de actualidad.

Pero El tiempo de Shakespeare, de Frank Kermode, es mucho más de lo que anuncia su título. Además de un acercamiento a la época y al contexto histórico, político, social y cultural en el que surge y se desarrolla el teatro isabelino, a la expansión comercial que convirtió a Londres en un centro financiero internacional, es una excelente introducción al teatro de Shakespeare.

En aquel hervidero urbano al que llegó el aspirante a escritor desde Stratford, una de las diversiones favoritas eran las representaciones teatrales, cuya dimensión social y económica es uno de los ejes de este libro. Hay un dato concluyente: en vida de Shakespeare se construyeron nueve teatros en aquella ciudad turbulenta que era ya una de las capitales del mundo.

Con un grado cada vez mayor de complejidad de los espacios teatrales y de profesionalización de las diversas compañías, se fue produciendo una progresiva separación entre la actuación profesional y la mera representación. 

Sólo si se entiende esa profesionalización puede explicarse que Shakespeare escribiera obras tan exigentes como Hamlet o Macbeth, tan llenas de matices y monólogos y con un lenguaje dramático tan estilizado.

Pero lo mejor de este estudio, ya lo avisábamos, es el recorrido por la evolución del teatro de Shakespeare, desde su primera época –anterior a la construcción del Globe: desde Tito Andrónico hasta Mucho ruido y pocas nueces. 

Un análisis global y profundo de los textos que atiende al papel del público, al estilo y a los temas o a su intención política y que se centra en la época de plenitud del autor, en su década prodigiosa desde el traslado de la compañía al teatro del Globe, a cuya creación, diseño y estructura se presta también una notable atención.

Ese fue un momento crucial en la obra de Shakespeare, que desarrolla su década más creativa desde Como gustéis hasta La tempestad, pasando por Julio César, Hamlet, Otelo o Macbeth. Cada uno de esos títulos bastaría para considerarlo el clásico de los clásicos, el inventor de lo humano, como decía Harold Bloom.




Juan Arnau.
El efecto Berkeley.
Pre-Textos. Valencia, 2015.

En la línea de ficción filosófica inaugurada con El cristal Spinoza, Juan Arnau publica en Pre-Textos El efecto Berkeley, en torno a la figura del filósofo irlandés que defendió la idea de que ser es percibir y la vida por tanto está hecha de impresiones, sobre todo visuales, porque “los recuerdos, los sueños y las fantasías son todos ellos restos de impresiones visuales.”

De Dublín a Londres, de París a Nápoles, entre el relato y la biografía, el dietario y el ensayo, la filosofía y los diálogos teatrales, este es un libro en el que las sensaciones tienen también un papel decisivo en la sucesión de escenas construidas con una actitud híbrida que recuerda las evocaciones intrahistóricas de Azorín en sus reconstrucciones de los clásicos redivivos.

El paisaje del condado independentista de Kilkenny donde nació Berkeley, Grub Street, un suburbio de las letras londinenses, la prisión de Newgate o el gesto más trivial del personaje los envuelve Juan Arnau en la calidad de su prosa fluida que se gana la complicidad admirada del lector desde el primer párrafo hasta el final, con la tonalidad elegante de su prosa equilibrada y con la cercanía conversacional que marca muchas de sus páginas, a medio camino entre la filosofía y el teatro, a través de diálogos teatrales con Prior o Swift, Voltaire o Pope, Malebranche o Voltaire.

Y porque ser es percibir y ser percibido, nada mejor que este libro que huye de las abstracciones metafísicas para introducirnos con asombrosa maestría en la individualización de las sensaciones que sugieren sus páginas con la importancia crucial de los adjetivos.

Un ejemplo: “Lumbre de sarmientos. Sardinas ensartadas sobre las brasas. Escamas quebradas, azuladas y amarillas. Berkeley sopla un rescoldo, el fuego enrojece sus mejillas. Un mendrugo de pan, patatas cocidas y cuatro nueces. Junto a las viandas, un cuaderno. La mano se mueve con calma litúrgica, dejando a su paso una caligrafía franca, marcial.”

La evocación de la época y el ambiente, los viajes y la literatura, la historia y la física, las matemáticas y la relatividad del tiempo y el espacio en este teatro de ideas que muestra que las cosas del mundo son sensaciones, que todo es percepción y que por eso mismo “la piel es lo más profundo del hombre.”




 Ignacio Gracia Noriega.
Las burbujas de la tierra.
Cátedra Crítica y Estudios Literarios. Madrid, 2016.

En torno a William Shakespeare, el más grande y el más extraño de los poetas, se organiza el volumen Las burbujas de la tierra, en el que Ignacio Gracia Noriega agrupa un amplio conjunto de artículos que abordan la figura y la obra de Shakespeare.

A explorar las claves de su grandeza, de su vigencia y de esa condición extraña se dedica esta recopilación de artículos que abordan la biografía y la personalidad de Shakespeare, su concepción de la poesía y su dominio de la técnica teatral, el doble oficio de dramaturgo y poeta -“ocupaciones complementarias pero no idénticas”- de un autor inabarcable.

Tan inabarcable que Goethe decía que no se puede hablar de él, porque todo lo que se diga resulta insuficiente. Pero aunque su monumentalidad nos desborde, este tipo de acercamientos son irrenunciables y sirven para iluminar su obra y su grandeza, su poética teatral, los argumentos y los personajes que aparecen en su obra, las teorías sobre la autoría de sus obras, su visión de la naturaleza y de la historia, su imagen del poder, las adaptaciones al cine de sus obras por Orson Welles, Mankiewicz o Kurosawa,  la presencia de lo español en su teatro o su relación con la literatura española de su tiempo.

Complejo como la vida, enorme como el mundo, en torno a Shakespeare nos podemos seguir formulando la pregunta que da título al epílogo: ¿Qué sería el mundo sin Shakespeare?



 

Román Gubern.
Historia del cine.
Compactos Anagrama. Barcelona, 2016.

En una espléndida edición de bolsillo, Compactos Anagrama publica la última versión revisada y actualizada de la imprescindible y monumental Historia del cine de Román Gubern, una obra de referencia desde su primera edición en 1969 en dos tomos.

A lo largo de sus muchas reediciones se han ido añadiendo nuevos capítulos y sucesivas revisiones que culminan con la “Última sesión”, de 2014, cuando el canon es que no hay canon y el consumo de películas se está desplazando en el mundo occidental de lo público a lo privado, de las salas de proyección a los domicilios, primero con el vídeo y hoy con internet.

Con cuatro cuadernillos de ilustraciones, la Historia del cine es una obra de consulta rápida con dos índices -uno onomástico, otro de películas- que permiten una búsqueda directa de títulos, directores o actores; un manual universitario y un relato próximo de la evolución del séptimo arte desde el punto de vista estético, técnico y temático.

Una evolución vertiginosa, porque, a diferencia de otras artes, surge en un momento que le permite asumir el bagaje cultural previo y aprovechar los avances de la técnica, la literatura, la música, la pintura o la fotografía.

Una evolución tan vertiginosa responde a la aceleración histórica que se ha producido en el último siglo, a la necesidad de reflejar el contexto social, político, ideológico, artístico o cultural de cada momento y cada país. Por eso el cine es un fenómeno complejo que requiere enfoques múltiples para analizar no sólo su dimensión estética, sino la repercusión social de su contenido ideológico, su influencia en los gustos y la mentalidad, su poder propagandístico al servicio del poder o de las revoluciones.

Y con esa perspectiva integral, Gubern abordó las transformaciones de un arte cambiante desde el cine mudo al cine en la época de internet, pasando por la importancia de corrientes como el neorrealismo italiano, la nouvelle vague francesa, el cine americano o el español.

Una obra monumental en una edición asequible puesta al día con la perspectiva actual, cuando el cine es  “un mosaico de propuestas cuyo canon es la diversidad, o la pluralidad de miradas y la heterogeneidad de sensibilidades, lo que no excluye contaminaciones e hibridaciones transculturales, a veces de modo subterráneo. En un contexto en el que los conceptos de canon y de «cine nacional» han tendido a diluirse por el efecto centrífugo de la globalización, los juicios estéticos están sometidos a caución.”



 Jordi Balló y Alain Bergala (eds.)
Motivos visuales del cine.
Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2016.

Si en su imprescindible La semilla inmortal Jordi Balló abordaba junto a Xavier Pérez la presencia de una serie de argumentos que el cine ha tomado de la tradición literaria, en este volumen ha coordinado con Alain Bergala un espléndido conjunto de artículos en los que más de sesenta especialistas exploran los motivos visuales que el cine ha tomado de la pintura, porque, como explican los editores en su presentación, “el cine siempre ha privilegiado motivos visuales afines a su lenguaje y sus aparatos concretos: la ventana, la nuca, la escalera, el espejo, el duelo, la sombra, el cuerpo que cae, la cicatriz, la destruccion del decorado, el laberinto y muchos otros incluidos en este libro.”

Un conjunto de estudios que recorren la mitología de la imagen y el significado simbólico y narrativo de metáforas visuales que el espectador sabe leer e interpretar con toda su carga connotativa: una mujer asomada a una ventana o mirándose en un espejo,  las escaleras o el horizonte, un columpio o un callejón, una cama o un abismo, una ejecución o un despertar, una montaña o una persecución, una tempestad o un reloj, una sombra o un laberinto, una cicatriz o un árbol.

Motivos visuales que articulan un pensamiento expresado en imágenes y representado por una serie de referentes que proceden de la tradición pictórica o literaria. Esos motivos han ido configurando el imaginario icónico que el espectador asocia a cada película, porque apelan a su memoria visual.

Atendiendo a la doble dimensión del cine como arte visual y como instrumento narrativo, los distintos capítulos del libro analizan, con abundantes ilustraciones, esos motivos que se repiten a lo largo de la historia del cine y que muchas veces, con sus diversos enfoques y sus cambios de perspectivas, son las señas de identidad de los directores más relevantes.




Octavio Paz.
De una palabra a la otra:
Los pasos contados.
Prólogo de Aurelio Major.
Pintura de Frederic Amat.
Vaso Roto. Madrid, 2016.

Como “una biografía intelectual vista en el espejo de su vida poética” define Aurelio Major en su prólogo al volumen De una palabra a la otra: Los pasos contados, que acaba de publicar Vaso Roto en una espléndida edición ilustrada con la pintura de Frederic Amat.

Una reunión de dos artículos -Los pasos contados y La crítica como higiene social- que aparecieron en las revistas barcelonesas Camp de l’Arpa en abril de 1980 y Destino en noviembre de 1975 y que no habían sido recogidas en libro hasta ahora.

El primero de esos dos artículos surgió como texto introductorio de una lectura pública de su poesía y constituye una reflexión de Octavio Paz sobre su obra y sobre las influencias que la han orientado, desde la poesía precolombina a la tradición poética inglesa de Blake, Worsdworth, Yeats o Eliot; desde los clásicos españolas y Sor Juana Inés de la Cruz a la poesía china de Wang Wei o Tu Fu; desde la tradición latinoamericana de Huidobro o Vallejo a  Valéry o el surrealismo pasando por Juan Ramón o el 27 de Cernuda y Guillén.

Es el resultado, como señala el prologuista de su interés “por enfatizar expresamente -como señala el prologuista- en un texto unitario las lecturas que acompasaron sus poemas”, el relato del itinerario poético cambiante de un autor en el que hablan varias voces sucesivas en diálogo con el mundo o consigo mismo.

La descripción, en definitiva, de un itinerario que constituye, en palabras de Paz, “una suerte de biografía emocional, sentimental y espiritual” y que se completa con una coda -La crítica como higiene social- en la que Octavio Paz define la crítica como la única actividad que “puede crear el espacio -físico, social, moral- donde se despliega el arte, la literatura y la política.”



Pedro Enrique Muñoz.
Vivir en tiempos de confusión.
Editorial Iatrós. Madrid, 2016.

El desafío de construir una identidad personal propia es el subtítulo de Vivir en tiempos de confusión, un libro que su autor, el psiquiatra Pedro Enrique Muñoz, describe en el Prefacio como “el primero de una futura trilogía dedicada al mejor conocimiento del ser humano.”

Dedicado a la investigación y a la docencia en el campo de la metodología científica y de la epidemiología psiquiátrica, Pedro Enrique Muñoz propone en sus páginas un conjunto de “reflexiones sobre la existencia humana tal como esta se nos muestra en la realidad de su desarrollo y devenir en el tiempo.”

Ante un mundo en rapidísima evolución y un individuo en crisis o desorientado, porque a la crisis individual suele superponerse la crisis del modelo social y cultural, este ensayo sugiere una serie de respuestas que deben partir de la reflexión del individuo sobre la realidad exterior y sobre sí mismo. Con ese planteamiento inicial, el individuo debería cuestionarse su conciencia de la propia identidad y su modelo de desarrollo personal, su percepción de la temporalidad y el sentido que quiere dar a su existencia, la importancia de sus emociones y la dimensión plural de la inteligencia, su experiencia del cuerpo y la dimensión de su condición sexual, su conducta social o su relación con el otro.

Todos esos aspectos se contemplan en estas páginas, escritas -como señala en su prólogo José Lázaro- “con una claridad expositiva que facilita la penetración en los problemas, no precisamente fáciles, que el texto va abordando.”




Antonio Pau.
Vida de Rainer Maria Rilke. 
La belleza y el espanto.
Trotta. Madrid, 2007

"Oh vida, vida: tendría que estar fuera. / Pero estoy dentro, en llamas. Ya nadie me conoce.” Esos dos versos cierran el último poema que escribió Rilke a mediados de diciembre de 1926.

Poco antes de su muerte el 29 de diciembre, pronunció sus últimas palabras: “La vida no puede darme ya más. He estado en todas las cumbres.”

Como ese último poema, esas palabras las evoca Antonio Pau en su Vida de Rainer Maria Rilke. La belleza y el espanto, una magnífica biografía que forma parte del catálogo de la Editorial Trotta y que es seguramente el acercamiento más profundo a la vida y la obra de uno de los poetas esenciales del siglo XX.

Desde su niñez y formación en Praga hasta su enfermedad y muerte en Muzot y Valmont, de los Nuevos poemas a los Apuntes de Malte Laurids Brigge, de la primera revelación de las Elegías de Duino a su estancia en Toledo y en Ronda, entre los ángeles del Greco y Los sonetos a Orfeo, una obra que va mucho más allá de la simple biografía para adentrarse en las claves de una escritura como la de Rilke, tan profundamente vinculada a la vida de su autor. Porque, en el límite las dos, la de Rilke fue -como señala Antonio Pau- una vida para la obra:

“Rilke vivió para su obra. Son pocos los pasos que dio que no se encaminaron al cumplimiento de lo que él sintió como una ineludible vocación y un inaplazable deber. Eso hace que no haya episodio, pensamiento, desánimo, inquietud o proyecto de su vida que no deba tenerse en cuenta para entender su obra.”

Por eso esta imprescindible biografía, además de como una aproximación a las circunstancias en las que surgen las Elegías de Duino o Los sonetos a Orfeo, se puede leer también como una antología esencial de la poesía de Rilke con las magníficas traducciones de Antonio Pau, uno de los mejores traductores de poesía alemana al español.

Un volumen enriquecido con abundantes ilustraciones sobre el poeta, sobre los paisajes que fueron decisivos en su obra y sobre las obras de arte que generaron en él un relámpago creativo que sigue iluminando la noche de los hombres.



D. H. Lawrence.
El amante de lady Chatterley.
Ilustraciones de Romana Romanyshyn y Andriy Lesiv.
Traducción de Carmen M. Cáceres y Andrés Barba.
Sexto Piso Ilustrado. Madrid, 2016.

En El amante de lady Chatterley, D. H. Lawrence trazó una compleja cartografía del deseo y completó una reivindicación de la libertad sexual femenina frente a las convenciones sociales del puritanismo en un mundo profundamente conservador y represivo .

Por eso, cuando apareció en 1928, dos años antes de la muerte de su autor, aquella novela sobre una mujer insatisfecha, sobre un marido que vuelve de la guerra parapléjico y sobre un vigoroso guardabosques provocó una escandalosa sacudida en su país, donde estuvo prohibida hasta 1960.

Un escándalo persistente que fue más allá de la sociedad de su época, no sólo por las explícitas descripciones de las relaciones sexuales entre Lady Constance Chatterley y el guardabosques Oliver, sino porque sus páginas contienen un alegato contra las diferencias sociales y a favor de la libertad sexual de la mujer.

Sexto Piso acaba de publicar, con traducción de Carmen M. Cáceres y Andrés Barba, una espléndida edición ilustrada de esa novela, en la que Romana Romanyshyn y Andriy Lesiv abordan plásticamente el conflicto entre el individuo y la sociedad, entre la razón y el instinto, entre las imposiciones sociales y la libertad.

Santos Domínguez