Tulia Guisado.
37’6.
Prólogo de Alfredo Piquer.
Epílogo de Federico Delgado Scholl.
Legados Ediciones. Netwriters Poesía.
Madrid, 2015
Yo no he inventado este dolor,
y sin embargo, trazo cada día
el mapa de la lluvia en el planeta,
y es nuevo, cada día, para mí
el trazo de esta herida, de esta llaga,
que se expande,
que crece
cada día.
Cada día.
–Nunca creíste que fuera tuyo
un dolor tan antiguo, tan usado,
dicen, tan poco original.
Es mío.
Con una intensidad emocional casi insoportable y una expresión desbordada hasta el límite de la pesadilla febril y de la irracionalidad, Tulia Guisado completa en 37’6, desde ese texto inicial al que lo cierra, un poema-libro articulado -desgarrado convendría quizá más- en veintinueve partes, pero escrito a borbotones de sangre y de palabras.
Un primer libro de una enorme fuerza expresiva, porque es “un puñetazo en el estómago”, como dice en su epílogo Federico Delgado, porque es “intenso y verdadero” como anuncia en su espléndido prólogo Alfredo Piquer y porque está escrito en la frontera que separa la salud y la enfermedad, la vida y la muerte, la razón y el delirio.
Provocado por la experiencia traumática que lo desencadena –Te conozco, dolor, / como la palma de la mano / con la que toqué / a mi hijo muerto / la cabeza- 37’6, que publica Legados Ediciones en su colección Netwriters Poesía, es una explosión verbal, una incursión en la pérdida y en la sombra desde esa fiebre que viene de lejos, / que viene del principio, / y acaba en el final, una bajada hasta la boca del infierno donde escupo sangre y ceniza y polvo seco / para ablandarlo todo y devolver / al mundo su condición de polvo. / Para que arda todo y todo se destruya.
Pero 37’6 es, sobre todo, una respuesta al dolor, una manera de afrontar sin concesiones este programa poético y vital: No te calles ante el dolor.
Santos Domínguez