1/4/13

Dos narraciones de Korolenko


Vladímir Korolenko.
Yom Kipur. 
El sueño de Makar.
Traducción de Nicolás Tasin.
Hermida Editores. Madrid, 2013.

No llegó nunca a las profundidades turbias de Dostoievski, ni alcanzó la altura ciclópea de Tolstoi, ni tuvo la sutileza de Chejov, pero Vladímir Korolenko (1853-1921) es tan representativo como esos tres autores inigualables del espíritu ruso que inmortalizaron en su narrativa.

Escribió en la desorientada transición del siglo XIX al XX y, desde la práctica del naturalismo espiritualista, desarrolló una obra no demasiado conocida en España, aunque en los últimos años pequeñas editoriales como Barataria (Sin lengua y El músico ciego) y ahora Hermida Editores están lanzando nuevas traducciones de algunos de sus títulos esenciales.

El volumen que acaba de publicar Hermida Editores reúne dos narraciones imprescindibles de Korolenko: la novela Yom Kipur, cuyo título definitivo fue El día del Juicio, y El sueño de Makar, uno de sus mejores relatos.

Las historias del molinero de Novokamenka y del borracho Makar, un campesino de la taiga siberiana, comparten un enfoque semejante y un desarrollo narrativo de extraordinaria fluidez. En ambas está presente ese peculiar universo narrativo de Korolenko y la convivencia de sufrimiento y capacidad de resistencia de los campesinos en una naturaleza adversa y en una sociedad injusta. 

Con una equilibrada combinación de sentimentalidad y fuerza documental, de humor y melancolía, Korolenko renuncia al patetismo y recurre a la comicidad para construir desenlaces esperanzados, unidos por el perdón.  Una rara mezcla de desolación y esperanza recorre los cuentos y las novelas de Korolenko, centradas en los paisajes y las gentes de Siberia en los últimos años de la Rusia zarista.

Por narraciones como estas dos que ha traducido Nicolás Tasin, Gorki vio en Korolenko la imagen ideal del escritor ruso.

Santos Domínguez