Cristina Peri Rossi.
Habitaciones privadas.
Menoscuarto. Palencia, 2012.
Cristina Peri Rossi, la polifacética escritora uruguaya, ganó con este libro el Premio NH-Mario Vargas Llosa de Relato en 2010. Casi dos años después, la editorial Menoscuarto publica este breve volumen compuesto por diez relatos cortos de gran intensidad narrativa.
Desde la propia portada, una fotografía de una puerta entreabierta, se nos invita a entrar en las habitaciones privadas de cada protagonista y vislumbrar en su interior aun a riesgo de darnos de bruces con la cara más desoladora de nuestro tiempo.
Al recorrer los espacios cerrados que enmarcan cada cuento, estamos haciendo una ruta por sórdidos escenarios que representan diferentes parcelas del mundo actual: un club de carretera, una prisión, un plató de televisión, la habitación de un psiquiátrico, un apartamento en la playa... y todos emanan un aroma a cutrez y soledad que traspasa las paredes de cada estancia e impregna con su tufillo inmisericorde las almas de aquellos que los habitan.
El humor incisivo se mezcla con la crítica mordaz y envuelve a los personajes en un aura descolorida que los disfraza de pantomimas en esta tragicomedia global que es la existencia. Así ocurre, por ejemplo, con la protagonista de Se busca, una profesora enamorada de la empleada de una línea telefónica de la que solo conoce su voz y algunos datos de su vida personal; para encontrarla acude a un programa de televisión que la usa como un títere en manos del morbo y la indignidad para entretener a la audiencia. En Lección de zoología un respetado profesor universitario se deja llevar por sus más bajos instintos primarios hasta el punto de animalizarse, y en Como la chistera de un mago y En terapia psiquiatras y psicólogos se convierten en ridículos fantoches que tratan de esclarecer comportamientos mediante complicados ejercicios de tergiversación.
Con esta obra, Cristina Peri Rossi ha abierto una puerta a la reflexión y hace un llamamiento a los lectores para que reflexionemos sobre nuestra capacidad de empatía y compasión.
Pasen y vean.
Alba Pavón