18/1/12

Perspectivas sobre Valente

El guardián del fin de los desiertos.
Perspectivas sobre Valente.
Edición de José Andújar Almansa
y Antonio Lafarque.
Pre-Textos. Valencia, 2011.

En 2010 se desarrolló en Almería un ciclo de conferencias en torno a la obra de José Ángel Valente. La poesía, la prosa de creación, la traducción o el ensayo fueron las formas en las que se encauzó una escritura decisiva en el panorama de la literatura contemporánea.

En torno a la multiplicidad coherente de ese mundo literario y al sentido unitario de la teoría y la práctica de la poesía en Valente giran los estudios críticos que Pre-Textos reúne en El guardián del fin de los desiertos con los textos de aquellas conferencias que abordaron desde distintas perspectivas una obra tan exigente como la del autor de Material memoria, Mandorla o Las palabras de la tribu.

Organizado en tres apartados que juegan con títulos de Valente
(La memoria, Los signos, Centro y variaciones), El guardián del fin de los desiertos es una invitación a recorrer la obra del poeta desde el desierto que atraviesa en su libro inicial (Cruzo un desierto y su secreta /desolación sin nombre) hasta la cima del canto de su último texto, en el que Valente se confunde con el ruiseñor: Cima del canto./El ruiseñor y tú / ya sois lo mismo.

Y precisamente son esos los dos pasajes valentianos que aparecen más insistentemente en estos artículos que abordan
los cauces expresivos, los temas y los símbolos, las ideas y el sentido de una obra total.

Poesía y prosa, ensayo y creación, crítica y traducción son facetas distintas y complementarias de la escritura de Valente, piezas coherentes de un universo literario y un conocimiento abismado que construye una poética de los límites que se mueve entre la memoria y la luz, entre el vuelo y el naufragio, entre el limo originario y la ciudad celeste, en aquel luminoso sur almeriense donde escribió párrafos como este:

Entre la Alcazaba y la azotea donde escribo vuela en amplios círculos una bandada de palomas con las alas pintadas. La luz se reduce hacia el poniente. Tales hombres habitaron este mismo lugar. Acaso, de algún modo, lo habitan todavía. O acaso, digo, nosotros escribimos aún sobre sus respiraciones sumergidas, sobre las tenues, no visibles membranas de su espíritu, sobre la latitud de su resurrección.
Santos Domínguez