Claudio Magris.
Alfabetos.
Ensayos de literatura.
Traducción de Pilar González Rodríguez.
Anagrama. Barcelona, 2010.
Alfabetos.
Ensayos de literatura.
Traducción de Pilar González Rodríguez.
Anagrama. Barcelona, 2010.
En Alfabetos, Claudio Magris ha reunido una amplia colección de ensayos y artículos sobre literatura. La mayor parte de estos textos fueron apareciendo en el Corriere della Sera en los últimos doce años y son antes que otra cosa un prolongado y lúcido encuentro con la palabra que contiene y a la vez inventa la realidad.
Desde Salgari, Dumas, London o Stevenson, que presentan en sus novelas la vida como viaje y como aventura, hasta las vanguardias y la crisis de la modernidad y la posmodernidad, Magris propone en estas páginas un catálogo de lecturas que son su carnet de identidad y el código que permite entender el mundo, descifrar su alfabeto.
La Ilíada y la Odisea, los trágicos griegos, Lucrecio y Dante, Shakespeare, Leopardi o Baudelaire forman una parte esencial de ese catálogo de lecturas, complementarias de una tonalidad narrativa que la obra de Magris debe a Tolstói, Melville, Faulkner, Kafka o Sábato.
De la mano de esas y otras lecturas, Magris encuentra en la literatura el código que cifra una mirada hacia fuera y sobre todo hacia sí mismo:
A veces me pregunto de qué lado estoy, si mi historia es la contada por Guerra y paz, por La Metamorfosis de Kafka o por el Auto de fe de Canetti. Tal vez mi odisea literaria es la que cuenta mi viaje a la nada y el regreso; tal vez por eso los escritores que más me han enseñado son los que dan voz imparcial a las más diversas cuerdas y a las más antitéticas pasiones, a la fe y a la nada, como Singer, sin el que yo sería diferente de lo que soy.
Flaubert, Musil o Svevo y su mirada al vacío son algunas de las estaciones de paso de este viaje lector a través de los alfabetos que revelan el código de la civilización y la sensibilidad.
Pero hay en estos textos también un viaje que arranca de estaciones remotas en el tiempo y se acerca a lo contemporáneo: la felicidad según Solón, la cólera de Aquiles y de Lear, la guerra en Stendhal y en Tolstói, la muerte en Goethe, la melancolía y el spleen de Baudelaire, la suma de sombra y llama en los cuentos de Hoffmann, el nihilismo de Turguenev, las dos escrituras –novela y ensayo- de Sábato, o la fusión de experimentación, herencia bíblica y tragedia griega de ¡Absalón, Absalón!, una de las cimas de Faulkner.
Y estaciones dedicadas a lugares como Praga, centro de un excelente ensayo –Praga al cuadrado- sobre la relación intensa de esa ciudad con la literatura o a explorar la vinculación de metrópoli y vanguardia en las primeras décadas del siglo XX.
O paradas frente al mar para recordar la identificación entre la vida y la navegación en Conrad y en la India para evocar a Kim, protagonista de ese libro feliz de Kipling.
No podía faltar en este catálogo un capítulo dedicado a Kapuscinski, en quien conviven inseparablemente vida, escritura y viaje. Y hay paradas breves en lugares inhóspitos como la envidia entre poetas, el veneno como ingrediente de la vida literaria o la conflictiva relación entre éxito y valor en los best sellers.
Como en el conocido relato de Borges, el mapa que traza Magris es el autorretrato de un lector. Un autorretrato moral que relaciona literatura y ética, historia y vida en una labor crítica que implica una búsqueda del sentido del mundo a través de estos Alfabetos, que publica Anagrama en su colección Argumentos con traducción de Pilar González Rodríguez.
Desde Salgari, Dumas, London o Stevenson, que presentan en sus novelas la vida como viaje y como aventura, hasta las vanguardias y la crisis de la modernidad y la posmodernidad, Magris propone en estas páginas un catálogo de lecturas que son su carnet de identidad y el código que permite entender el mundo, descifrar su alfabeto.
La Ilíada y la Odisea, los trágicos griegos, Lucrecio y Dante, Shakespeare, Leopardi o Baudelaire forman una parte esencial de ese catálogo de lecturas, complementarias de una tonalidad narrativa que la obra de Magris debe a Tolstói, Melville, Faulkner, Kafka o Sábato.
De la mano de esas y otras lecturas, Magris encuentra en la literatura el código que cifra una mirada hacia fuera y sobre todo hacia sí mismo:
A veces me pregunto de qué lado estoy, si mi historia es la contada por Guerra y paz, por La Metamorfosis de Kafka o por el Auto de fe de Canetti. Tal vez mi odisea literaria es la que cuenta mi viaje a la nada y el regreso; tal vez por eso los escritores que más me han enseñado son los que dan voz imparcial a las más diversas cuerdas y a las más antitéticas pasiones, a la fe y a la nada, como Singer, sin el que yo sería diferente de lo que soy.
Flaubert, Musil o Svevo y su mirada al vacío son algunas de las estaciones de paso de este viaje lector a través de los alfabetos que revelan el código de la civilización y la sensibilidad.
Pero hay en estos textos también un viaje que arranca de estaciones remotas en el tiempo y se acerca a lo contemporáneo: la felicidad según Solón, la cólera de Aquiles y de Lear, la guerra en Stendhal y en Tolstói, la muerte en Goethe, la melancolía y el spleen de Baudelaire, la suma de sombra y llama en los cuentos de Hoffmann, el nihilismo de Turguenev, las dos escrituras –novela y ensayo- de Sábato, o la fusión de experimentación, herencia bíblica y tragedia griega de ¡Absalón, Absalón!, una de las cimas de Faulkner.
Y estaciones dedicadas a lugares como Praga, centro de un excelente ensayo –Praga al cuadrado- sobre la relación intensa de esa ciudad con la literatura o a explorar la vinculación de metrópoli y vanguardia en las primeras décadas del siglo XX.
O paradas frente al mar para recordar la identificación entre la vida y la navegación en Conrad y en la India para evocar a Kim, protagonista de ese libro feliz de Kipling.
No podía faltar en este catálogo un capítulo dedicado a Kapuscinski, en quien conviven inseparablemente vida, escritura y viaje. Y hay paradas breves en lugares inhóspitos como la envidia entre poetas, el veneno como ingrediente de la vida literaria o la conflictiva relación entre éxito y valor en los best sellers.
Como en el conocido relato de Borges, el mapa que traza Magris es el autorretrato de un lector. Un autorretrato moral que relaciona literatura y ética, historia y vida en una labor crítica que implica una búsqueda del sentido del mundo a través de estos Alfabetos, que publica Anagrama en su colección Argumentos con traducción de Pilar González Rodríguez.
Santos Domínguez