Jordi Gracia.
La vida rescatada de Dionisio Ridruejo.
Anagrama. Barcelona, 2008
A dos velas se titula el capítulo único de La vida rescatada de Dionisio Ridruejo, la biografía rigurosa y amena que Jordi Gracia publica en la Biblioteca de la memoria de Anagrama.
Con una combinación de pasión, rigor y buen pulso narrativo, Jordi Gracia, seducido por la excepcionalidad ética y literaria del escritor, dedica este ensayo biográfico a recuperar la memoria amputada e intermitente de Dionisio Ridruejo y a rescatar su figura lúcida y desengañada en los años oscuros de la dictadura de Franco.
La historia empieza en 1942, cuando -escribe Gracia- lo peor ha pasado ya. Ridruejo vuelve de la campaña de Rusia con la División Azul convencido de la cercana victoria de la Alemania nazi. Arrogante y desengañado del franquismo, dimite de sus cargos en la Falange y en la revista Escorial y sufre el destierro en Ronda y Llavaneras. Unos meses antes, el 7 de julio, le había escrito una carta a Franco en la que le decía cosas como esta:
¿Piensa V. E. qué desgracia mayor podría yo tener, por ejemplo, que la de ser fusilado en el mismo muro que el general Varela, el coronel Galarza, don Esteban Bilbao y el señor Ibáñez Martín? No se trata de no morir. Pero, ¡por Dios! No morir confundido con lo que se detesta.
A partir de ese momento crucial, remontándose hacia atrás o mirando hacia el futuro, Jordi Gracia perfila una completa semblanza del ideólogo lúcido, del intelectual honrado que hizo su particular travesía del desierto desde la radicalidad fascista a la socialdemocracia, desde el idealismo al pragmatismo.
Veinte años después de ese punto de partida, en la primavera de 1962, Ridruejo cruzaba clandestinamente la frontera de los Pirineos para asistir al Contubernio de Munich. Fue entonces cuando se manifestaron los primeros síntomas de la dolencia coronaria que le llevaría a la tumba a finales de junio de 1975, unos meses antes de la muerte de Franco.
Y en medio, durante muchos años sombríos y largos, la peripecia sentimental y política de Ridruejo, una evocación de sus amigos y sus conspiraciones, sus fantasías y sus demagogias, sus excesos verbales y sus convalecencias, sus entusiasmos y sus desengaños, su poesía y su prosa.
Distanciado primero, enfrentado luego con el franquismo, la decepción de Ridruejo abrió un proceso de paulatina oposición al régimen. Un proceso repleto de renuncias con las que purgó la responsabilidad que tuvo como propagandista de la primera hora de aquella dictadura. Marcado por el remordimiento, reconoció su error: toleré, di mi aprobación indirecta al terror con mi silencio público y mi perseverancia militante.
Jordi Gracia, con una larga dedicación a rescatar, con indisimulada admiración, la figura y la obra de Ridruejo, ha renunciado a escribir un estudio académico, ha prescindido de las notas, la bibliografía y las citas directas y ha preferido ponerse a contar una historia personal que se lee como una novela. Un relato que explora la complejidad interior del personaje, porque los datos externos se resumen en las seis páginas de la cronobiografía final.
Y así ha completado en este ensayo biográfico un relato vivo, descriptivo y comprensivo, guiado por la intuición y un libro para divertirse. Para divertirse escribiéndolo -lo denota el tono- y para divertirse leyéndolo.