George MacDonald.
Fantastes.
Traducción de Juan José Llanos.
Prólogo de C. S. Lewis
Imaginatio vera.
Atalanta. Gerona, 2014.
"Nuestra vida no es un sueño, aunque debe convertirse en uno, y quizá lo haga". Esa cita de Novalis encabeza el último capítulo de Fantastes, la novela fantástica que George MacDonald publicó en 1858 y que edita Atalanta con traducción de Juan José Llanos y prólogo de C. S. Lewis.
Una novela de hadas para hombres y mujeres es el significativo subtítulo de esta obra tardorromántica, marcada por la influencia de románticos alemanes e ingleses como Heine, Schiller, Shelley o el mismo Novalis.
Una novela de formación en la que se acumulan elementos mágicos y míticos propios de un mundo onírico al que no se desciende, porque es el resultado de un ascenso espiritual simbolizado en el nombre griego –Anodos- del protagonista, que despierta una mañana en su habitación con una puerta abierta que comunica el mundo real y la fantasía.
Una puerta abierta a los ritos de paso y al bosque encantado en el que se suceden los prodigios y los seres mágicos imaginados por este creador moderno de mitos, autor de los Cuentos de hadas que se publicaron en esta misma editorial.
A esa “frontera significativa” que acababa de rebasar con su lectura se refiere C. S. Lewis, el autor de Las Crónicas de Narnia, que evoca la noche decisiva en que leyó este libro: “Esa noche mi imaginación fue, en cierto sentido, bautizada supe que acababa de rebasar una frontera."
Santos Domínguez