7/11/11

Historia de las ideas literarias en España


Historia de la literatura española.
8. Las ideas literarias. 1214-2010.
José María Pozuelo Yvancos (dir.)
Crítica. Barcelona, 2011.


Las ideas literarias. 1214-2010, el octavo volumen de la renovadora Historia de la literatura española dirigida por José-Carlos Mainer que publica la Editorial Crítica, es una de las entregas más esperadas de esta obra monumental.

Aparte de sus nuevos enfoques y de la nueva disposición de materiales en los tomos dedicados a la historia de la literatura en las distintas épocas, las novedades más llamativas del proyecto son dos volúmenes transversales: el que acaba de publicarse -Las ideas literarias- y El lugar de la literatura española, que analizará las relaciones de la literatura española con las de otras lenguas peninsulares (catalana, gallega, vasca) y europeas o con la literatura hispanoamericana.

El primero de esos dos volúmenes transversales, dirigido por José María Pozuelo Yvancos, aborda en un espléndido panorama de conjunto la formación de las teorías literarias y la práctica de la crítica como exponente del canon literario en España a lo largo de ocho siglos, desde 1214 hasta 2010.

Desde la muy desfasada –lo estaba ya en origen, no digamos hoy- y tendenciosa Historia de las ideas estéticas de Menéndez y Pelayo, no se había vuelto a acometer un estudio de conjunto tan ambicioso como este octavo tomo -Las ideas literarias- de la Historia de la literatura española.

Coherentemente con la estructura del conjunto de que forma parte, la organización interna de este tomo en capítulos –cada uno firmado por un especialista- responde en términos generales a la misma secuencia temporal por la que se ha regido el resto de los volúmenes.

El cambiante concepto de lo literario, la evolución histórica de las ideas literarias -lo que los clásicos llamaban la Poética- y las variaciones del gusto lector constituyen el objeto de esta nueva propuesta que hace efectiva la colaboración entre teoría e historia de la literatura y que ofrece enormes posibilidades de desarrollo.

Y así, desde los orígenes del pensamiento literario (1214-1513) hasta los contextos más recientes en que se desarrollan la pragmática, la hermenéutica o los estudios de literatura comparada, se realiza un recorrido que pasa por las artes de trovar y la gaya ciencia, por las propuestas del humanismo y el canon poético italianista, por las polémicas barrocas entre neoaristotélicos y neoplatónicos, por la ética como estética en el pensamiento ilustrado, por la modernidad antinormativa de los románticos y la voluntad documental y objetivista del realismo, por el historicismo positivista a la conjunción contemporánea de filología, crítica y teoría, que encontró uno de sus mejores momentos en la escuela española de Estilística.

A ese mismo criterio de organización responden los 53 textos de apoyo que, como en el resto de las entregas, constituyen una parte fundamental de este volumen. Textos canónicos como la Carta Prohemio del Marqués del Santillana, los comentarios de Herrera y El Brocense a la poesía de Garcilaso, las reflexiones literarias de Cervantes, la Agudeza y arte de ingenio de Gracián, la Poética neoclásica de Luzán y los ensayos literarios de Feijoo, los escritos de Jovellanos y Blanco White, los artículos de Larra, la crítica naturalista de Clarín, los ensayos azorinianos, los enfoques filosóficos de Ortega y María Zambrano o las reflexiones contemporáneas de Juan Benet o de Claudio Guillén.

Tanto el estudio teórico como los textos de apoyo permiten descubrir un hilo conductor que da continuidad y coherencia a ochos siglos de escritura, permiten la lectura unitaria de una tradición no demasiado alejada en ese lapso temporal del resto del canon literario europeo.

En el prólogo general de esta Historia de la literatura española, José-Carlos Mainer adelantaba el planteamiento de Las ideas literarias que aparecen ahora.

Escribía allí Mainer estas palabras que sintetizan el sentido de esta obra: ofrecemos una historia de las ideas literarias en España que considerará de un modo más sistemático que en los volúmenes precedentes la transmisión de los saberes literarios, las peculiaridades de la difusión de lo escrito, (del manuscrito al códice y al libro), los cambios en la consideración de la figura del autor, el alcance de los tratados de estética y los de poética y retórica, la huella del ejercicio de la crítica pero también de las antologías, y –por supuesto- la construcción de la historiografía literaria, así como el nacimiento y desarrollo del concepto mismo de literatura española, un tema que hoy goza de notable lozanía bibliográfica.

Para comprobar esa lozanía, nada mejor que la completa bibliografía que se recoge al final del volumen. Un volumen que, como el resto de los que integran esta Historia de la literatura española, marcará un punto de inflexión en los estudios literarios hispánicos.


Santos Domínguez