3/9/10

Prefiguraciones



José Manuel Caballero Bonald.
Prefiguraciones.
Círculo de Bellas Artes. Madrid, 2010.


Summa vitae

De todo lo que amé en días inconstantes
ya sólo van quedando
rastros,
marañas,
conjeturas,
pistas dudosas, vagas informaciones:
por ejemplo, la lluvia en la lucerna
de un cuarto triste de París,
la sombra rosa de los flamboyanes
engalanando a franjas la casa familiar de Camagüey,
aquellos taciturnos rastros de Babilonia
junto a los suntuosos barrizales del Éufrates,

un arcaico crepúsculo en las Islas Galápagos,
los prolijos fantasmas
de un memorable lupanar de Cádiz,
una mañana sin errores
ante la tumba de Ibn' Arabi en un suburbio de Damasco,
el cuerpo de Manuela tendido entre los juncos de Doñana,
aquel café de Bogotá
donde iba a menudo con amigos que han muerto,
la gimiente tirantez del velamen
en la bordada previa a aquel primer naufragio...

Cosas así de simples y soberbias.

Pero de todo eso
¿qué me importa
evocar, preservar después de tan volubles
comparecencias del olvido?


Nada sino una sombra
cruzándose en la noche con mi sombra.


Es el último de los poemas que leyó José Manuel Caballero Bonald en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en la primavera de 2008. Un texto que resume la trayectoria vital y literaria de uno de los escritores fundamentales de los últimos cincuenta años.

Memoria y poesía que se funden en su obra y se recogen en el volumen Prefiguraciones, que contiene el casi medio centenar de textos de aquella lectura memorable de la que deja testimonio también el CD que se encarta con el libro, que se completa con una entrevista inédita realizada por Anna Caballé en la que Caballero Bonald habla de su obra “entre la reflexión y la melancolía.”

En la entrevista y en la presentación de la lectura, el poeta repasa las lecturas que conformaron sus inconfundibles modales expresivos: Cernuda, Lorca, Vallejo, Neruda, los superrealistas, los poetas barrocos y los metafísicos ingleses forman parte de ese itinerario formativo que delimita una voz personal a partir de Descrédito del héroe.

Por eso la mayor parte de los poemas que leyó aquella tarde pertenecen a ese libro y a los posteriores Laberinto de Fortuna, Diario de Argónida y Manual de infractores.

Es el Caballero Bonald dueño de una voz propia que concibe la poesía como acto de lenguaje que construye o inventa una versión de la realidad. Porque en su obra la memoria es el desencadenante del poema, la materia prima que se elabora a través de la indagación verbal. Es, pues ,una experiencia creadora en la que confluyen el lenguaje y la vida en un trasvase continuo hacia una nueva forma de conocimiento:

Sólo es verdad –escribe en Las horas muertas- lo que aún no conozco.

En esa capacidad indagatoria del lenguaje reside el sentido de una actividad poética que se convierte en revelación, en texto que genera su propia verdad.

Además de la exquisitez de la edición, poder oír esos poemas tan representativos en la voz del autor no sólo justifica la publicación de un volumen como este, también lo hace sumamente recomendable.

Santos Domínguez