4/1/07

Parecidos razonables




Christina Rossetti.
Parecidos razonables.
Traducción de Pilar Adón.
Funambulista. Madrid, 2006.


Funambulista recupera para estas fechas la mítica edición de Robert Brothers, editores de Boston, de 1875, de Parecidos razonables de Christina Rossetti, con las ilustraciones originales del pintor inglés Arthur Hughes. Una edición inencontrable ya incluso en lengua inglesa, y cuyos ejemplares se cotizan hoy a precio de oro.

Con traducción de la narradora y poeta Pilar Adón, es la primera vez que aparecen en español los tres relatos que integran el cuento de cuentos que es Parecidos razonables, de Christina Rossetti (1830-1894), una de las más notables poetas inglesas de la época victoriana.

Con un impulso que se mueve entre la autobiografía y el testimonio social de la época victoriana, Christina Rossetti escribió estas tres minucias navideñas, según sus propias palabras, las publicó con ilustraciones al estilo Alicia y con un ojo puesto en el mercado.

En los tres relatos, planteados según los esquemas de las narraciones orales y resueltos con un imprescindible final feliz, las tres niñas protagonistas, Flora, Edith y Maggie, regresan a casa tras una experiencia que las inicia en los peligros del mundo, en las trampas del bosque misterioso, de lo que está fuera de los límites de la casa.

Lo explicó Bettelheim y es inevitable recordarlo: en estas narraciones infantiles hay un fondo perturbador que convoca con su lenguaje simbólico a una parte escondida de nosotros mismos, al inconsciente originario en el que se fraguan los mitos, las esperanzas y los miedos.

Algo, desde el fondo oscuro de este tipo de obras, invoca a nuestro inconsciente en los cuentos de invierno, a aquel reino peligroso de límites umbríos del que hablaba Tolkien, con pulsiones y miedos infantiles. Allí las viejas aspiraciones, los remotos temores atávicos quedan conjurados en ese fondo humano en donde se debaten en lucha desigual el bien y el mal, el mundo exterior y la seguridad doméstica del espacio materno.

Santos Domínguez