Dominique de Courcelles.
De soplo y de espejo.Alpha Decay. Barcelona, 2006.
De soplo y de espejo.Alpha Decay. Barcelona, 2006.
Dominique de Courcelles ha convocado en este delicado De soplo y de espejo que edita Alpha Decay un diálogo triangular entre el poeta García Lorca, el coreógrafo y bailarín Antonio Gades y el cineasta Carlos Saura, en una profunda y bien construida reflexión sobre el tiempo y la imagen, la palabra y la música. Una meditación en la que se dan cita los temas de la tragedia clásica: la vida y la muerte, el amor y el odio, la creación y la destrucción, entre los espejos y sobre un fondo de luna y de metal, de noche y de sangre.
El flujo de imágenes tiene como punto de partida la versión cinematográfica de Bodas de sangre que dirigió Carlos Saura con coreografía de Antonio Gades y una luna metálica al fondo y en acecho. Como un aviso o como un recordatorio, esa luna que es uno de los nombres del espejo.
Y quizá nada mejor para esa reflexión que la violencia y la belleza de la imagen y el movimiento en esta tragedia de la tierra, con el soplo creativo de Lorca, la danza de Gades y la mirada de Saura en una compenetración de música, imagen, palabra y danza. Palabra, luz y música unidas en el coro de tragedia antigua, en un canto de boda, en el compás de la danza y la coreografía y los ritmos primordiales del universo.
Del blanco al rojo, de la boda a la sangre, de la vida a la muerte, los colores con que se fotografía la tragedia, ocre, negro, rojo y blanco -tierra, agua, fuego y aire- construyen el ambiente que refleja la sombra y la luz, la vida y la muerte, el amor y la sangre, lo exterior y lo interior, la noche y el día, la tierra y la luna, lo masculino y lo femenino, la autoridad y el instinto, la canción y el silencio, el vuelo y la caída, lo sagrado y lo profano, eros y tánatos.
Es el dolor trágico con un espejo al fondo en el que se conjuntan lo visual, lo musical y lo verbal en convergencia de metáforas entrecruzadas por esos lenguajes diversos que intentan expresar lo inefable, retener lo inasible, el misterio de la vida, la muerte y la poesía.
Santos Domínguez