27/2/07

Antología esencial de la poesía francesa



Antología esencial de la poesía francesa.

Edición de Mauro Armiño.
Austral Poesía. Espasa Calpe.
Madrid, 2006.


En su revitalizada colección Austral, Espasa Calpe acaba de publicar una Antología esencial de la poesía francesa en edición preparada por Mauro Armiño.

Se trata de un recorrido por diez siglos de poesía, la más original y espectacular–advierte Mauro Armiño en su prólogo- de la poesía europea, fundadora de la modernidad con Baudelaire y Rimbaud. Posiblemente también la que de forma más persistente ha influido en la poesía española a lo largo de la historia, desde Hugo y Verlaine, de incidencia decisiva en el Modernismo, hasta Valèry, las vanguardias y el superrealismo, que están en la base de las diversas direcciones y tendencias del 27.

Ya se sabe que toda antología es discutible, que –se haga como se haga- estarán pesando en ella las ausencias tanto como las presencias. Y esta no es un excepción, sobre todo cuando se ha ido a lo esencial como avisa el título y se ha hecho una selección en la que se ha preferido reducir el número de poetas y aumentar los textos de cada uno.

Pero si una selección es siempre discutible, lo es menos que las traducciones que se ofrecen aquí sean probablemente las mejores de la poesía clásica francesa.

En esa selección, no sólo de los poetas sino de las versiones, se ha concentrado gran parte del esfuerzo de Mauro Armiño y en eso radica la mayor virtud de esta antología.

Entre la Canción de Roldán y Francis Ponge o René Char, se ofrecen aquí algunas de las mejores versiones de la poesía francesa en español.

Además de Mauro Armiño, que es el responsable de la mayoría de esas traducciones, se recogen en este volumen la que realizó José Mª Álvarez de la poesía de Villon, la que Guillén hizo del Cementerio marino o la traducción de Luis A. de Villena de los sonetos de Du Bellay. Se suman esas versiones a otras como las de Martínez Sarrión y, sobre todo, a las de Carlos Pujol, uno de los más acreditados traductores de poesía de nuestro país, que firma más de veinte traducciones.

Que casi todos estos traductores sean además poetas, como en los casos citados, es una garantía añadida.

Santos Domínguez