Algis Uždavinys
La Filosofía como rito de renacimiento.
Del Antiguo Egipto al Neoplatonismo.
Traducción de José Manuel Espadas.
Atalanta. Memoria Mundi. Gerona, 2023.
“Este libro plantea un serio desafío a la visión ortodoxa de la filosofía y a la correspondiente historia de su desarrollo.
En la Antigüedad, la realidad se entendía como una serie de pasos descendentes que partían de lo más inefable y simple y se desplegaban mediante la divinidad a través de las diversas condiciones de la existencia. Las más altas de estas condiciones se situaban próximas a la simplicidad originaria y por ello eran puramente inteligibles, mientras que las más bajas iban cobrando complejidad y mutabilidad hasta hacerse perceptibles a los sentidos. Estas condiciones inferiores de la existencia no eran rechazadas por malignas o ilusorias, sino que se apreciaba su valor y fiabilidad por su relación con lo más elevado. Cada plano de la realidad tenía su correspondiente respuesta en la naturaleza del ser humano. Al poseer los niveles más altos el mayor grado de sensibilidad e inteligibilidad, era en ellos donde los filósofos trataban de ubicar el centro del arte y la ciencia de la filosofía. Por eso la filosofía se consideraba en la Antigüedad una disciplina interior que hacía posible la participación consciente y activa en un drama de naturaleza divina e intelectual; si lo expresáramos en términos actuales, podríamos decir que la filosofía era un camino espiritual o un yoga para la iluminación.
Pero, en algún punto de la transición de la Edad Antigua a la Moderna, esta visión y propósito de la filosofía fue perdiéndose en gran medida, y hoy nos encontramos con que aquello a lo que aún damos el nombre de filosofía ha permitido que su centro descienda y se sitúe en los niveles más bajos de la realidad. Por tanto, no cabe duda de que las facultades humanas sobre las que se asienta la filosofía moderna serán, por necesidad, los niveles más bajos del pensamiento: si en un principio la filosofía fue meditativa, contemplativa e incluso intuitiva, ahora, en cambio, se halla reducida a una estrecha forma de razonamiento lógico, atrapada para siempre en el mundo temporal. La razón, valorada antaño como un punto de partida para alcanzar el reino de la inteligencia eterna y la divinidad supraeterna, es ahora un fin en sí misma. La filosofía ha perdido su nervio a lo largo de la modernidad, y, como un piloto que ya no confía en su aeronave, el empuje de la razón nos obliga a volar a ras de tierra sin poder elevarnos hacia el aire libr”, escribe Tim Addey en el Prefacio de La Filosofía como rito de renacimiento. Del Antiguo Egipto al Neoplatonismo, el monumental ensayo del lituano Algis Uždavinys que publica Atalanta con traducción de José Manuel Espadas.
Ese carácter desafiante, que defiende una mirada alternativa a la Filosofía frente a la que impuso el racionalismo ilustrado del siglo XVIII, inspira las setecientas páginas de este volumen organizado en siete partes, desde ‘Entender la Filosofía antigua’ hasta ‘La transformación teléstica y el renacimiento filosófico’.
‘La filosofía y la maravilla del asombro eterno’; ‘Aprender a vivir y aprender a morir’,; ‘Animales sagrados, filósofos y números cósmicos’; ‘Rituales y máscaras sagrados’; ‘Las imágenes vivientes y los dioses eternos’; ‘El intelecto como espíritu de luz’; ‘El regreso a casa de Odiseo’ o ‘El despertar del intelecto y la rehabilitación de las imágenes’ son los títulos de algunos de sus capítulos. A partir de ellos se puede orientar el lector acerca de los temas y los enfoques propuestos por Uždavinys (1962-2010), catedrático de Filosofía y especialista en neoplatonismo y en estudios comparados de las filosofías egipcia, griega y de Oriente Medio.
El nacimiento de la Filosofía como “ritual sagrado de los grandes misterios divinos de la existencia, correctamente escenificados y vividos, como si fueran representados por el Ser, la Vida y el Intelecto” parece ignorarse en las interpretaciones modernas, como señala Uždavinys: “La historia convencional de la «filosofía occidental», establecida y canonizada entre los siglos XVIII y XIX, nos dice que la filosofía consiste en reemplazar el mito por la razón, dando así nacimiento a una sociedad racional basada en leyes racionales. Para la Ilustración europea, esto supone la eliminación de la religión y de todas las supersticiones irracionales. Aquí, la «filosofía» es identificada con una ocupación secular y racionalista dirigida contra los «ídolos» de la imaginación religiosa y de la fe, o, haciendo alguna concesión, con una apología racional de los sentimientos y la moralidad cristiana y su «natural» derecho de dominación mundial. Esta convincente identificación poskantiana de la filosofía con un discurso filosófico abstracto impera todavía hoy tanto en la consciencia académica como en la popular y provoca diferentes reacciones, en especial entre aquellos que han sido educados, por un lado, por tradicionalistas y, por el otro, por posmodernos.”
Frente a esas interpretaciones, Uždavinys defiende la relación entre la cultura del Antiguo Egipto, la filosofía griega y el neoplatonismo en la concepción de la Filosofía como ejercicio de transformación interior y renacimiento espiritual. En esa propuesta, el sacerdote egipcio y el filósofo griego, el rito y la Filosofía formarían parte de una misma tradición: la de una Filosofía perenne y universal basada en la intuición y en la contemplación. La mitología egipcia sería así un precedente directo de la metafísica platónica.
Además de una abundante bibliografía y un extenso índice onomástico, completa el volumen un magnífico glosario de términos griegos y egipcios en el que se aborda el desarrollo histórico de conceptos como Areté, Mythos, Mímesis o Phantasía. En el apartado Philosophía se resume la propuesta central de esta monografia:
Amor a la sabiduría; el camino intelectual y erótico que conduce a la virtud y al conocimiento; es posible que el término en sí fuera acuñado por Pitágoras; la filosofía helénica es una prolongación, modificación y modernización de las formas de vida sapiénciales de Egipto y de Oriente Próximo; la filosofía no puede ser reducida al discurso filosófico; para Aristóteles, la metafísica es la prôte philosophía, o theología, mientras que la filosofía como theoría se refiere a la bíos theoretikós, es decir, a la «forma de vida contemplativa», por lo que la vida filosófica será aquella en la que se lleven a término la participación en la divinidad y la actualización de lo divino en lo humano a través de la áskesis personal y de la transformación interior; Platón define la filosofía como una preparación para la muerte; la filosofía platónica ayuda al alma a tomar conciencia de su propia inmaterialidad: la libera de las pasiones y extirpa todo lo que no sea verdaderamente ella misma; para Plotino, la filosofía no sólo aspira a «ser un discurso sobre objetos, aunque sean los más elevados, sino que también desea conducir el alma a la unión viva y concreta con el Intelecto y con el Bien»; en el neoplatonismo, la inefable téurgia se considera la culminación de la filosofía.
Santos Domínguez