14/11/08

Ensayos literarios de Juan Villoro


Juan Villoro.
De eso se trata. Ensayos literarios.
Anagrama. Barcelona, 2008.


De eso se trata, la nueva recopilación de ensayos y artículos literarios que Juan Villoro publica en Anagrama, toma su título de un hallazgo de Tomás Segovia en su traducción de Hamlet. En vez del clásico Esa es la cuestión, el poeta hispanomejicano encontró en la sencillez de esa frase una nueva propuesta, creíble por su naturalidad, para acercar el monólogo del príncipe danés al lector.

Narración y diarios son los ejes de estos textos. Dos ejes con una estrecha vinculación entre ellos, como recordaba Gide, que hablaba del diario como género narrativo cuando reivindicaba "una suerte de sinceridad inversa en el artista. No debe narrar su vida como la vivió sino vivirla como va a narrarla."

Los ensayos de Villoro se mueven en ese tono intermedio característico de la crítica angloamericana de Auden, Wilson o Connolly y son, más que análisis académicos o interpretaciones eruditas, "cambiantes corazonadas de quien lee por gusto."

El lector encontrará aquí unidos el talento narrativo y la lectura creativa en las propuestas interpretativas de Villoro acerca de muchos de sus referentes: La crónica del camino hacia el Hamlet de Tomás Segovia que pasa por su asistencia a un seminario de Bloom sobre Shakespeare y la originalidad. Bloom estaba ultimando por entonces (enero del 94) su libro Shakespeare, la invención de lo humano, que tradujo también Tomás Segovia.

Una lectura fronteriza, profunda y contemporánea, del Quijote; una semblanza de Casanova, en la que el conquistador comparte espacio con Ovidio y Bruce Springteen; Lichtenberg ante la Cruz del Sur y Goethe en sus afinidades electivas completan las dos primeras secciones del libro, que se centra luego en el equilibrio inestable entre escrituras secretas e identidades públicas.

Esa tercera parte se ocupa del diario como forma narrativa en Josep Pla, Thomas Mann o Kafka; de la imagen de Borges en los diarios de Bioy o de los itinerarios extraterritoriales en busca de la identidad mejicana.

Completan el libro una mirada a la habitación iluminada de Chéjov, el lugar del que salen sus relatos; tres prólogos para la Biblioteca Hemingway que proyectó Constantino Bértolo; el acercamiento a exaltados eminentes del tamaño de Lowry, D.H. Lawrence, Yeats o Klaus Mann.

Cierra el volumen el ensayo La fisonomía del desorden, que Villoro escribió como prólogo al primer tomo de las Obras completas de Onetti en Galaxia Gutenberg.

Como los otros, ese ensayo presupone la compañía, una forma de complicidad a la que se suma el lector de estos textos reunidos.

Porque también de eso se trata.

Santos Domínguez