7/5/07

Poesía en pie de paz



Luis Bagué.
Poesía en pie de paz.
Pre-Textos. Valencia, 2007.

Modos del compromiso hacia el tercer milenio es el subtítulo de Poesía en pie de paz, el ensayo con el que Luis Bagué obtuvo el VI Premio Gerardo Diego de investigación literaria, que acaba de publicar Pre-Textos.

Luis Bagué hace en él un análisis riguroso de las distintas tendencias que se aproximan a una poesía comprometida desde los años 80 hasta hoy. Es este un periodo convulso y plural. Porque, como ha ocurrido siempre en poesía y literatura, antes de que el tiempo decante las características que permitan una perspectiva global, lo que se observan son las ebullliciones y las tentativas confusas. Y en eso radica la valentía del planteamiento de Bagué y el mérito de su estudio: en lograr distanciarse de una realidad vigente, viva en la discusión y en las realizaciones. Frente a la narratividad de lo cotidiano y el tono coloquial de la poesía figurativa, la poesía metafísica, abstracta y silenciosa, se coloca en la frontera de la intransitividad, del hermetismo y la elipsis.

Tras la polémica entre la poesía figurativa y la abstracta, entre la experiencia y la metafísica, entre la otra sentimentalidad y el silencio, incluida la alternativa peleona y plural de la poesía de la diferencia, en el marco de la posmodernidad, del pensamiento débil y el fin de la historia, han aparecido una serie de propuestas que enlazan con las diversas formas de la poesía reivindicativa o crítica, enriquecidas ahora con las propuestas ecologistas y los movimientos antiglobalización.

Con ese trasfondo se ha ido configurando una nueva lírica social, una rehumanización de la poesía que se ha concretado en un nuevo realismo y sobre todo en una búsqueda: la de una escritura poética que crea un lugar de encuentro, el espacio donde conversan el poeta y el lector y dialogan la subjetividad y el mundo.

En medio de una escena lírica que a veces parece una zarzuela o un sainete, entre el irracionalismo órfico y la lógica meditativa (Villena), entre la poesía del diálogo y la poesía del fragmento (Lanz), las dos tendencias que inaugura el Adonais de 1982, con el premio para El jardín extranjero, de Luis García Montero y el accésit a Ludia, de Amparo Amorós, asumen su perfil definitivo entre 1983 y 1988.

En la estela del último Cernuda y de Gil de Biedma, la primera de las direcciones dominó la década de los 80. Con su lenguaje figurativo y su narratividad, con su utilización del monólogo dramático y su elaboración de un personaje poético, el realismo posmoderno supone una reorientación de la experiencia hacia lo meditativo y el compromiso.

El estudio de Luis Bagué, escrito con inteligencia y distancia, aporta una admirable ordenación de materiales y contiene brillantes propuestas interpretativas que se cierran con cuatro aproximaciones al compromiso en la poesía española de los últimos diez años a través de cuatro libros: El día que dejé de leer El País (1997), de Jorge Riechmann; Cinco años de cama (1998), de Roger Wolfe; La semana fantástica (1999), de Fernando Beltrán y La intimidad de la serpiente (2003), de Luis García Montero.

Santos Domínguez