Ángel García López.
Luna del verbo.
Antología.
Prólogo de Ángel Luis Prieto de Paula.
Selección de Felipe Benítez Reyes.
Renacimiento. Sevilla, 2023.
Pagado en ti, dolor, mi verso queda.
Y, al igual que me saben, sé quién soy.
Así cerraba Ángel García López ‘Últimas voluntades’, uno de los poemas que forman parte de la antología Luna del verbo que publica Renacimiento con selección de Felipe Benítez Reyes y un prólogo en el que Ángel Luis Prieto de Paula destaca que García López “está naturalmente imbuido de sensorialidad muelle, liturgia ritualizadora y riqueza verbal derivadas de los neomodernistas meridionales, y es dueño del aparato compositivo de los grandes poetas barrocos. Dotado para hacer sonar todos los instrumentos de la orquesta, parece responder más a la imagen de un poeta sinfónico que de cámara.”
Veintiocho textos son los que recoge esta selección que ofrece un recorrido por los temas, los tonos y las formas de una extensa obra poética que más allá de su variedad temática y estilística responde a la profunda unidad de una mirada profunda al mundo y al fondo de sí mismo y una expresión exigente que, sin renunciar a la búsqueda de imágenes renovadoras y a los hallazgos verbales, se integra en una amplia tradición literaria.
Y esa integración se sustancia en la poesía de Ángel García López en la coexistencia armónica de lo antiguo y lo moderno, del rigor métrico y la libertad del verso libre, de la contención clásica del soneto y el desbordamiento expresivo del versículo.
Esta selección -advierte el antólogo en una nota inicial- responde a “un intento de componer una suerte de «libro de libros», una especie de recorrido biográfico sustentado en referencias especialmente características de las contenidas en la extensa y poliédrica obra poética de Ángel García López: el recuerdo de su tierra nativa, su vida en Madrid, el testimonio amoroso, la experiencia de la enfermedad reflejada en Trasmundo, la reflexión sobre la escritura propia…”
Con tonos distintos, conviven en esta poesía la expresión directa y la metáfora elaborada, la melancolía del sur de Elegía en Astaroth y la exaltación del presente de Auto de fe, la confesionalidad autobiográfica y la bajada a los infiernos de Trasmundo, el impulso hímnico de Mester andalusí o la fuerza elegíaca de Memoria amarga de mí.
Esa tendencia elegíaca es una de las líneas vertebrales de la poesía de Ángel García López. ‘Juventud ya fábula de fuentes’, uno de los textos incluidos en la antología, lo resume en sus versos cortos e interrogativos que hablan existencialmente del tiempo y de la identidad:
La noche habla a la noche
y, en sonidos de humo,
se diluyen las voces.
A quien calla pregunto
por saber quién me esconde
del silencio en lo oculto.
Árbol solo, sin bosque,
¿en algún otro mundo
alguien me reconoce?
Si pregunto, ninguno
quiere oírme, responde
confundido en lo mudo.
¿Encontrarme ahora dónde
si tan largo conjuro
ha borrado mi nombre?
Santos Domínguez