Maya Angelou.
Poesía completa.
Traducción y prólogo de Nieves García Prados.
Valparaíso Ediciones. Granada, 2020.
anfitriones de especies perdidas hace mucho,
marcaron el mastodonte,
el dinosaurio, que dejó señales fosilizadas
de su estancia aquí
en el suelo de nuestro planeta,
cualquier alarma de su muerte prematura
está perdida en la penumbra del polvo y de los tiempos.
Pero hoy, la Roca grita, con claridad, con fuerza,
vengan, pueden ponerse sobre mi
espalda y encarar su lejano destino,
pero no busquen cobijo en mi sombra,
no les daré un lugar donde esconderse aquí abajo.
Ustedes, creados solo un poco más abajo que
los ángeles, se han agazapado demasiado tiempo en
la violenta oscuridad,
durante demasiado tiempo se han acostado
bocabajo en la ignorancia
con sus labios derramando palabras
armadas para el sacrificio.
La Roca nos reclama hoy,
puedes ponerte sobre mí,
pero no ocultes tu rostro.
Son las primeras estrofas del largo poema Tomando el pulso de la mañana, que Maya Angelou leyó el 20 de enero de 1993 en el acto de investidura del presidente Clinton.
Forma parte del volumen que reúne su Poesía completa en Valparaíso Ediciones con traducción de Nieves García Prados, que afirma en su prólogo que “la poesía de Angelou, por primera vez publicada en España con este volumen, no solo responde a cuestiones como la raza o el sexo, sino también, y sobre todo, a las desigualdades sociales, desde un punto de vista mucho más amplio. Fue el canto de un pájaro enjaulado que llevó su autobiografía terrible y sus experiencias vitales a la poesía, para convertirlas en algo más grande, más rico y más inclusivo, como el desafío al que se enfrentaba el siglo XXI.”
Fue camarera, conductora de tranvías, cantante, bailarina, prostituta, poeta, profesora, activista por los derechos civiles, ensayista, directora de cine, actriz de teatro, guionista, amiga de Luther King y de Malcom X.
No es raro que alguien que ha tenido una existencia tan compleja como la de la estadounidense Maya Angelou haya publicado siete autobiografías que evocan esa complejidad y que a su muerte estuviese preparando un octavo volumen de memorias.
También en su poesía se pueden rastrear los perfiles de esa existencia que transcurrió entre 1928 y 2014 y en la que sufrió la discriminación racial, la violación en su infancia, la marginación y la pobreza.
Su obra poética está muy ligada a su vida y es no solo una respuesta testimonial ante la adversidad y la injusticia, sino una forma de supervivencia. La manera de levantarse de quien pese a todo tituló sus libros como Ojalá que mis alas vayan a encajarme bien, Aun así me levanto, quizás su libro poético más representativo, o Celebraciones.
Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado se titulaba su primera autobiografía, con la que se dio a conocer a principios de los setenta, y Pájaro enjaulado es también el título de un poema que termina con estas dos estrofas:
Pero un pájaro enjaulado se detiene en la tumba de los sueños
su sombra grita como en una pesadilla
sus alas están encogidas y sus pies atados
así que abre la garganta para cantar.
El pájaro enjaulado canta
un temeroso trino
sobre cosas desconocidas
pero aun así ansiadas
y su melodía se escucha
desde la lejana colina
pues el pájaro enjaulado
canta a la libertad.
Es esta una poesía hímnica vinculada a la tradición oral y pensada para la recitación pública, porque su función principal, desde el primer libro -Denme solo un trago de agua antes de morir- es asumir no solo el testimonio de una vida individual, sino la representación de una colectividad, la afroamericana en los Estados Unidos.
Una mujer extraordinaria tituló uno de sus poemas más conocidos, que rematan estos versos:
Porque soy una mujer
extraordinariamente.
Una mujer extraordinaria,
esa soy yo.
Santos Domínguez