23/1/08

Poesía completa de Kapuściński

Ryszard Kapuściński.
Poesía completa.
Traducción y prólogo de Abel A. Murcia Soriano.
Bartleby. Madrid, 2008.

Otro Kapuściński titula Abel Murcia Soriano, poeta y director del Instituto Cervantes de Varsovia, el prólogo de su edición bilingüe de la poesía completa en Bartleby Editores del escritor polaco, de cuya muerte se cumple hoy un año justo.

Es la zona más desconocida -pero no la menos importante- de la obra del prosista viajero, autor de memorables reportajes y por eso Abel Murcia ha planteado su introducción a la Poesía completa de Kapuściński como una conversación imaginaria en la que el escritor explica, con declaraciones tomadas de aquí y de allá, qué sentido tiene para él escribir poesía:

Uno escribe poesía porque hay cosas que no se pueden decir de otra manera. La poesía es el único camino.

O manifiesta su interés por la lengua:

Escribir poemas permite tocar la lengua viva, explorar sus límites, valorar el significado de las propias palabras y de las metáforas.

Su juventud literaria fue la de un poeta que luego se dedicó al periodismo y a principios de los ochenta se refugió en la poesía, en la búsqueda de sentido a través de una forma de expresión que él consideraba la más personal: De profesión reportero; de vocación, poeta, según se definió a sí mismo.

Y si la poesía exige, según Kapuściński, entrar en otro lenguaje, en otra forma de ver, en otra atmósfera, en otro tipo de recogimiento, de concentración, la mirada profunda e indagadora del periodista que va más allá de la superficie de las situaciones y los acontecimientos es la misma mirada, hacia dentro y hacia fuera, que excava en la realidad y en el interior de sí mismo a través de la palabra.

Aunque publicó dos libros de poemas, Bloc de notas (1986) y Leyes naturales (2006), Kapuściński sigue siendo un poeta casi secreto que se sitúa en la tradición de los grandes autores polacos del siglo XX como Milosz o Symborska.

Los veinte años que pasan entre ambos libros explican algunos cambios de temas y tono. En Bloc de notas, más volcado hacia el exterior, la destrucción de la guerra confunde en el recuerdo los rastrojos secos y los huesos en un paisaje de alambradas en el que dialogan el yo y el tú, el interior y el exterior:

Alambrada

Tú escribes sobre el hombre en el campo de concentración
yo sobre el campo de concentración en el hombre
en tu caso las alambradas están en el exterior
en el mío anidan en el interior de cada uno de nosotros

–¿Crees que es una diferencia tan grande?
Son dos caras de un mismo sufrimiento

Frente a la realidad sombría, frente a los desastres y la situación de su país, emerge sin embargo la esperanza:

Nieve

al andar oyes el canto de los zapatos
un repentino rayo de sol
huido de las nubes
se convierte en pájaro

En esa abundancia de pájaros de muchos de estos finales, hay siempre una mirada que se levanta sobre el dolor:

la vida sigue
existimos

Leyes naturales
es un libro más meditativa y ensimismada. En él, un Kapuściński más intimista y existencial, convoca al sueño y a la memoria y habla de la muerte y del fuego de la poesía en un diálogo contenido del poeta consigo mismo más que con la realidad.

Es una poesía más intensa y confesional, más melancólica en su lamento de la fugacidad:

Estos lugares grises estas casas grises ventanas tras las que no sucede nada
Por este paraje de paralizadas luces apagadas que nunca han dado luz pasa un autobús
De ninguna parte
A ninguna parte

Esa misma línea temática, con un estética más despojada, se manifiesta en los siete inéditos de 2006 que se ha incorporado a esta edición:

El día que has perdido
ya no lo recuperarás,
el mundo ha seguido adelante
te has quedado atrás –
tienes las manos vacías
y los ojos vacíos

sentado en el parque
en un banco
observas una hormiga
pero también está ocupada y se va
te has quedado solo
no hay nadie a tu alrededor

Santos Domínguez