Giacomo Leopardi.
Diario del primer amor.
Traducción de César Palma.
Prólogo de Rafael Argullol.
Errata naturae. Madrid, 2009.
Diario del primer amor.
Traducción de César Palma.
Prólogo de Rafael Argullol.
Errata naturae. Madrid, 2009.
Errata naturae inaugura nueva colección, La mujer cíclope, que se acoge a un apócrifo de Pausanias, el geógrafo siciliano que añadía a la trinidad de Hesiodo la figura de un cuarto cíclope “con los senos y la belleza propios de una hembra” y cuyo culto, por razones desconocidas, fue prohibido hasta entre aquellos impíos corintios a los que San Pablo escribió una muy comentada carta.
Bajo el auspicio de ese patronazgo apócrifo, femenino y verbal, la colección se inaugura con una delicadeza literaria, el Diario del primer amor, que Leopardi escribió en unos pocos días de fiebre amorosa provocada por la dama adriática de Pésaro. Es el Leopardi juvenil -¿dejó de serlo alguna vez?- que a los diecinueve años se enamora de una mujer casada, casi diez años mayor y prima de su padre. Fue una experiencia efímera que sin embargo marcó decisivamente la educación sentimental del poeta.
Las noches en vela para poner en orden los sentimientos y los pensamientos ante un amor imposible buscado como novedad y experiencia de amargura, el "querido dolor" son las claves que poco después concretaría poéticamente en su Canto del primer amor.
En ese diálogo interior, afrontado con sutileza introspectiva y con la contención expresiva característica de la reflexión leopardiana, el pensamiento analítico se impone a la melancolía.
Traducido por César Palma y prologado por Rafael Argullol, que escribe sobre la ironía melancólica del solitario de Recanati, el volumen – cuidado con el mimo que merece la fragilidad de Leopardi- se completa con los Recuerdos de infancia y de adolescencia, las notas introspectivas que escribió dos años después, en 1819, como preludio del Zibaldone dei pensieri.
Santos Domínguez