15 junio 2009

Poesía y edición en el Siglo de Oro


Ignacio García Aguilar.
Poesía y edición en el Siglo de Oro.
Calambur. Biblioteca Litterae. Madrid, 2009.


En su Biblioteca Litterae, Calambur publica Poesía y edición en el Siglo de Oro, de Ignacio García Aguilar, un acercamiento riguroso y documentado a los libros de lírica culta y profana del Siglo de Oro.

Un acercamiento, añadamos, imprescindible porque se realiza desde una perspectiva inédita: la que conecta el proceso creativo de escritura con la recepción de la lectura a través del factor mediador de la edición. Son los tres vértices de una realidad literaria que no puede ser entendida en su totalidad si no se tiene en cuenta ese triángulo formado por el poeta, sus lectores y el editor-impresor-librero.

El volumen fija su marco temporal en la plenitud del Siglo de Oro, entre 1543, fecha de la primera edición de la poesía de Garcilaso, y el Parnaso español de Quevedo, que apareció en 1648. Son unos años cruciales en los que la poesía desborda los espacios cortesanos y amplía su ámbito potencial a un grupo menos restringido de lectores.

Ese salto cualitativo con el que la literatura culta pasa de la Corte a la ciudad repercute en todo el proceso de creación, transmisión y recepción de la poesía. Tiene mucho que ver, por ejemplo, con el paso de la poesía manuscrita a la impresa, con el momento en que desde el poema suelto se pasa a la edición del poemario y con la configuración de un nuevo público que determinará cambios sustanciales en la concepción de la obra, en el estilo o en la distribución de la obra. En esos cambios están las claves de los nuevos modelos poéticos y editoriales que se imponen desde entonces.

Los textos y los contextos urbanos en los que se desarrolla la poesía española de ese siglo, los nuevos modos de producción y transmisión de la poesía, las vías de circulación del libro, la importancia de las licencias, tasas y privilegios, los formatos y la tipografía, los diseños de las portadas, la representación visual del autor, el mapa que fija la coherencia estructural del libro a través de los índices, tablas y grabados o la disputa por la autoría entre el autor y el impresor en los paratextos son algunos de los elementos con los que se construye esta magnífica historia interna de la lírica impresa del Siglo de Oro para la que su autor ha manejado un corpus textual de 193 poemarios.

Desde la certeza de que el libro impreso es una realidad compleja en la que confluyen elementos no sólo literarios, sino mercantiles, ideológicos, jurídicos, tipográficos, políticos, Ignacio García Aguilar elabora una historia que se mueve entre la poética y el mercado para adecuarse a la peculiar relación que hay entre poesía e imprenta, tan diferente de la que tienen otros géneros como la novela o el teatro.

Entre Amberes y Valencia, de Madrid a Sevilla, de Garcilaso a Quevedo pasando por Herrera o la mercantilización masiva de la poesía con Lope, los formatos, modos de producción, canales de difusión y peculiaridades de la recepción son las claves de este estudio, generoso en ilustraciones e iluminaciones, que se convertirá desde ahora en una referencia ineludible en cualquier análisis global de la poesía áurea española.

Santos Domínguez

13 junio 2009

La noche no tiene paredes



José Manuel Caballero Bonald.
La noche no tiene paredes.
Seix Barral. Barcelona, 2009.




La edad me ha ido dejando

sin venenos, malgasté en mala hora

esa fortuna,

¿qué más puedo perder?


Tres años después de su memorable Manual de infractores, José Manuel Caballero Bonald reúne en La noche no tiene paredes (Seix Barral) un centenar largo de poemas recorridos por un tono semejante y por la presencia de una serie de temas característicos de su literatura y su mitología personal.


Abandonada ya la prosa narrativa y memorialística, la última entrega poética de Caballero Bonald se mueve entre la celebración y la elegía, entre lo lírico y lo narrativo, entre la incertidumbre de la noche oscura de los místicos y los sufíes y la insumisión de las clandestinidades (la noche es un remedo veraz de insumisión), en una constante reivindicación de la rebeldía y la duda ( y nunca hablas de nada que no sea de dudas). El silencio, la memoria del hueco y el vacío surgen en la noche de este libro, que es la noche de los cuchillos y también la noche mística de la dejación y el quietismo de Ibn Arabi y Miguel de Molinos.


Caballero Bonald ha defendido siempre la relación de la poesía con la música y las matemáticas, la fusión de la armonía sonora y el rigor expositivo. Por eso somete su expresión al ritmo clásico del endecasílabo y el alejandrino o deja que fluya libremente el versículo de tono oracular o visionario para construir estos poemas, potentes en su vocación memorial y ambiciosos en su exploración del lenguaje.


Los textos de La noche no tiene paredes son un viaje nocturno en el que se aborda la realidad como un enigma opaco en el que se superponen memoria y experiencia, sueño y vigilia, realidad y figuraciones en una incesante paradoja de recuerdos y olvidos. Y surgen las preguntas (Cada día me visitan más preguntas), las dudas y las denuncias de un tiempo de devastaciones en unos poemas que habitan en esas fronteras significativas de la expresión que constituyen el ámbito literario de su autor.


Hay en esta última entrega poética de Caballero Bonald mucho de mirada rememorativa, de recuento poético y existencial, de testimonio de últimas voluntades vitales y literarias, de recolección memorial levantada sobre la imagen y la paradoja.


Como en el resto de su obra, la memoria se convierte en palabra para recorrer los viejos temas del tiempo y el amor, del mar de Argónida tan central en la mitología atlántica de su autor, que escribe este libro entre la sustancia póstuma del recuerdo y la celebración de estar vivo, en un tiempo en el que se constatan las últimas devoluciones de la vida o se aspira la mezcla de fango y jazmín en la Casa del Navazo.


Santos Domínguez

12 junio 2009

Venecia


Henri de Régnier.

Venecia.

Traducción de

Juan José Delgado Gelabert.

Cabaret Voltaire. Barcelona, 2009.


Cabaret Voltaire sigue recuperando en sus cuidadísimas ediciones a una serie de autores que componen un catálogo de exquisiteces al que se acaba de incorporar Venecia, una colección de prosas de Henri de Régnier (1864-1936), con traducción de Juan José Delgado Gelabert y con treinta y cuatro espléndidas fotografías.


Si Stendhal se sentía milanés, su compatriota Henri de Régnier encontró en Venecia su patria adoptiva, su paisaje personal y el espejo en el que reflejó gran parte de su sensibilidad y su amplia obra.


Narrador, poeta y ensayista, Régnier descubrió Venecia en 1899 y desde ese momento frecuentó la ciudad en busca de la calma melancólica de sus callejas y sus canales de aguas turbias. Allí encontró los temas que inspirarían la poesía simbolista y decadente de La ciudad de las aguas y la prosa de los cuentos y los artículos que publicó en Esbozos venecianos (1906) y en Cuentos venecianos (1927).


Esos dos títulos son los que recoge esta edición de Venecia, un conjunto de veintinueve textos en los que proyectó su imagen y su experiencia de la ciudad adriática, de la que escribe en El aparecido, el primero y más extenso de los cuentos, casi una novela corta con evidentes rasgos autobiográficos:


mi amor por Venecia fue siempre un amor sano y sencillo, un amor familiar exento de esnobismo y esteticismo, exento también de romanticismo, realista si se puede decir y hecho de conveniencias a un tiempo espontáneas y reflexivas. Venecia me gusta infinitamente. Me gusta su clima, su color, su luz. El tipo de vida que permite e impone se adapta a mis gustos. Allí gozo de un bienestar particular en medio de las cosas que ocupan agradablemente mi vista y mis pensamientos.

Alineación a la derecha


En los Esbozos venecianos, que ocupan la segunda parte del volumen, un tintero veneciano del XVIII o un jardín extravagante, un cuadro, una taza o unas máscaras componen la viva imagen de una Venecia refinada y melancólica, de canales y palacios propicios para el misterio.


Elogiado por Remy de Gourmont y admirado por Proust, tan cercano a su sensibilidad decadentista, Régnier vivió y escribió venecianamente. Venezianamente visse e scrisse, dice la lápida que honra su memoria en el Palazzo Ca’Dario, su lugar preferido, el sitio donde pasó algunas temporadas y escribió la mayor parte de estos textos en los que está no sólo el espíritu de quien los escribió, sino el alma de la ciudad misteriosa que recorrió como un flâneur.


Santos Domínguez

10 junio 2009

Papeles inesperados de Julio Cortázar


Julio Cortázar.
Papeles inesperados.
Alfaguara. Madrid, 2009.

Hasta que el fondo documental en manos de Aurora Bernárdez no fue estudiado en detalle, se preveía incorporar en las obras completas —a modo de apéndices de los volúmenes dedicados a cuentos, poesía, obra crítica y la llamada “prosa varia”— los textos publicados por el autor pero no recogidos en libro, así como los que conservó inéditos con indicación de que podían aparecer póstumamente. Sin embargo, el descubrimiento de tal cantidad de materiales nuevos aconsejaba una reformulación de la idea original: los textos dispersos, más otras hierbas que irían encontrándose al extremar los cuidados (“Es sabido que toda atención funciona como un pararrayos”, se lee en Último round), darían lugar a un nuevo volumen, muy visible; este que, usted que tan gentilmente lee estas líneas, tiene ahora entre las manos.


Veinticinco años después de la muerte de Julio Cortázar, estos Papeles inesperados que recupera Alfaguara en una edición preparada por Aurora Bernárdez y Carles Álvarez Garriga – que explica el proceso en prólogo al que pertenece el párrafo de arriba- recogen en medio millar de páginas una apreciable colección de textos inéditos y dispersos escritos por Cortázar a lo largo de su vida: desde cuentos desconocidos a historias inéditas de cronopios y de famas, pasando por nuevos episodios de Lucas o un capítulo desgajado del Libro de Manuel.


Es casi una tautología añadir al nombre de Cortázar el adjetivo inesperado. Lo vuelven a confirmar estos textos que permanecían en una cómoda de cinco cajones de su casa en París. Revelan un Cortázar plural en temas, técnicas, épocas e intenciones. Un Cortázar inesperado e inclasificable, sorprendente siempre, el escritor total y polifacético que, además de la narración, explora terrenos tan diversos como el artículo sobre arte y literatura, el análisis político, la crónica de viajes o el poema.


Los textos del volumen han sido organizados en torno a tres bloques - Prosas, Entrevistas ante el espejo y Poemas- que respetan aproximadamente una cronología interna.


La parte más amplia, las Prosas, se ha organizado internamente por afinidades temáticas y genéricas: la narrativa breve inédita de “Historias”, “Historias de cronopios” y “De un tal Lucas”, con el añadido de un capítulo que se dejó fuera del Libro de Manuel. Los de “Momentos” y “Circunstancias” son textos de emergencia, mientras que en las secciones “De los amigos” y “Otros territorios” se ofrecen los que llama el editor textos-palmada-en-la-espalda. La última sección de Prosas presenta bajo el expresivo rótulo “Fondos de cajón” las páginas más inclasificables –otra vez la redundancia- de este escritor inclasificable.


Cuatro autoentrevistas –Entrevistas ante el espejo- y trece poemas desconocidos hasta ahora completan este volumen que será una fiesta para los cronopios. No sé qué dirán los famas. En cualquier caso, el libro está lleno de iluminaciones y chispazos del mejor Cortázar. Y la discusión sobre la oportunidad o el oportunismo debería cancelarla este párrafo del prólogo de Carles Álvarez Garriga:


Editar textos póstumos trae a la memoria de todos el episodio Kafka/Brod y las dos corrientes de pensamiento que se enfrentan al respecto: los “lectores-héroe” quieren leer hasta las notas para el panadero, mientras que los “lectores-vinagreta” tienen una imagen fija del escritor —al que no necesariamente frecuentan— y consideran una traición a su memoria ¡y un abuso! darles más lectura. (…) En este caso concreto no hay lugar para el debate porque el testamento de Cortázar atribuye a Aurora Bernárdez, de un modo muy claro, la potestad de seleccionar y decidir, y así lo ha hecho.



Santos Domínguez

08 junio 2009

Tratado sobre los Vampiros


Augustin Calmet.
Tratado sobre los vampiros.
Traducción de Lorenzo Martín del Burgo.
Prólogo de Luis Alberto de Cuenca.
Reino de Goneril. Madrid, 2009.

Reino de Goneril, la nueva editorial que quiere especializarse en libros de viajes y gastronomía, publica su primer título, el Tratado sobre los vampiros, que escribió el monje benedictino Augustin Calmet a mediados del siglo XVIII.

Traducido por Lorenzo Martín del Burgo y espléndidamente ilustrado, lleva un amplio prólogo de Luis Alberto de Cuenca en el que relaciona este primer libro sobre los vampiros con la obra de otro ilustre benedictino, el padre Feijoo, un contemporáneo de Calmet, al que leyó y sobre el que escribió unas reflexiones críticas en una de sus Cartas eruditas y curiosas.

El
Tratado, que arranca de un capítulo inicial con la idea de que la resurrección de un muerto es obra exclusivamente de Dios, concluye en la imposibilidad moral de que los revinientes salgan de las tumbas. Eso sí, después de analizar resurrecciones y peregrinaciones de cadáveres y de plantearse cuestiones tales como si un hombre realmente muerto puede aparecerse con su propio cuerpo o si se descomponen los excomulgados en la tierra.

Santos Domínguez

06 junio 2009

La isla tuerta



La isla tuerta.
49 poetas británicos (1946-2006).
Selección, traducción, prólogo
y notas de Matías Serra Bradford.
Lumen. Barcelona, 2009.

Porque hay vida después de Eliot, Auden o Larkin, Lumen ofrece en La isla tuerta un posible canon poético inglés de la segunda mitad del siglo XX. Cuarenta y nueve poetas nacidos entre 1902 y 1974, traducidos y anotados en una espléndida edición bilingüe; cuarenta y nueve propuestas que recogen una muestra significativa de los últimos sesenta años de poesía en Gran Bretaña en una generosa antología bilingüe que ha preparado Matías Serra Bradford, autor además de un inteligente prólogo en el que traza las coordenadas de una estimulante y arriesgada hoja de ruta.

Para Novalis- recuerda Matías Serra en el prólogo- cada inglés es una isla, y una isla con pasado bucanero no puede ser sino tuerta.

El prólogo no sólo explica el título, también fija las claves de una antología que refleja, además de la tradición más reciente, la obra de aquellos poetas menos conocidos fuera de la isla. La diversidad de voces organizadas en siete grupos
(Adelantados, Árbitros, Excursionistas, Boreales, Desertores, Indocumentados y Tipógrafos) que asumen, enriquecen o contestan la herencia de los maestros en un álbum privado de figuras intermedias.

Sin orden temático ni jerárquico ni cronológico, los cuarenta y nueve poetas se agrupan en esas siete familias poéticas y los poemas seleccionados son una puerta de entrada, una invitación y una sugerencia de lectura.

Como es natural, son muy variados los tonos, las voces y los temas representados en esta antología en la que la poesía urbana convive con la tradición de la naturaleza en la poesía inglesa, lo visionario con la evocación, la pintura con la música o la literatura.

Intimista y confesional, anclada en el yo o en el nosotros o proyectada hacia el exterior del neón o los viajes, las más de quinientas páginas del volumen reflejan la memoria de las piedras o los jardines, los paisajes exteriores y los interiores, unidos por una vieja melancolía de bibliotecas o claustros.

Las últimas páginas recogen las vidas breves de los cuarenta y nueve poetas en una aguda síntesis de los rasgos de cada poeta y cada poética, en una aproximación que a menudo sugiere su mundo cotidiano. Unas muestras:

Le obsesionaban la religión y la caridad meteorológica.

Fue expulsado de la universidad por tener profilácticos entre sus pertenencias.

A la hora de salir le costaba encontrar sus sombrero y los zapatos correctos.

Trabajó en su jardín hasta el último día. Cultivaba raras especies de manzanos.

Aficionado a los crucigramas.


Santos Domínguez

05 junio 2009

Crónicas del linfoma


José Comas.
Crónicas del linfoma.
Prólogo de Ana Lorite.
Epílogo de Amalia Sánchez Sanpedro.
Rey Lear. Madrid, 2009.


La escritura como resistencia. Cuando a José Comas, corresponsal del diario El País en Berlín, le diagnostican una modalidad muy agresiva de cáncer en la sangre, decide no rendirse y utilizar su oficio de periodista como arma de resistencia y de batalla.

Y así escribe entre diciembre de 2004 y febrero de 2008 las crónicas de su enfermedad, dirigidas desde Alemania al Cuerpo Místico, crónicas que enviaba por correo electrónico a sus amigos y compañeros de profesión. Con una estremecedora lucidez que combina valor y distancia, ironía y vitalidad, humor y emoción, el periodista cuenta en tercera persona la peripecia de su lucha contra un enemigo brutal, el No Hodgkin:

Los médicos han diagnosticado en Berlín que José Comas, de 60 años, corresponsal en Alemania del periódico español EL PAÍS, padece un linfoma de tipo maligno que responde al nombre de No Hodgkin. Se trata de "una afección en la cual se forman células cancerosas en el sistema linfático", según la definición del National Cancer Institute de Estados Unidos.
Tanto Comas como No Hodgkin se encuentran en perfecto estado de ánimo y dispuestos para darse de hostias en una pelea a muerte con incierto desenlace. Se trata de un combate en el que vale todo, sin que tengan vigencia las normas de la Convención de Ginebra. Por este motivo, Comas está dispuesto a atacar a No Hodgkin con armas químicas.


El oficio periodístico le proporciona las armas con las que enfrentarse al mal:

Me encuentro fuerte y tranquilo. Afronto la situación con lo que yo defino como «mentalidad periodística» y lo aplico al caso. Se trata de imbuirse de la posición del espectador no involucrado. Con esta mentalidad me aproximé siempre a los temas ya fuese en Kosovo, Haití, las guerras en Nicaragua, El Salvador o Macedonia, los bombardeos en Belgrado, el terremoto de México o lo que fuera. Yo era un espectador y no me podía pasar nada. Por eso creo que nunca sentí miedo. (…) Bueno, pues afronto el No Hodgkin con la misma dosis de esquizofrenia o de mentalidad periodística. Me siento espectador de mi propio mal y espero poder mantener esta posición hasta donde sea necesario.

Y como en un campo de batalla se suceden las escaramuzas, cambia la línea del frente y con los retrocesos y la pérdidas queda afectada la moral del combatiente:

Yo estoy dispuesto a pelear, pero a veces me vengo abajo.

Ana Lorite recuerda en su prólogo cómo surgieron estas crónicas que ahora salen a la luz en Rey Lear como homenaje a su ejemplo y porque la memoria siempre es tan frágil como la vida.

Alineación a la derechaSantos Domínguez

03 junio 2009

Céline secreto


Lucette Destouches y Véronique Robert .
Céline secreto.
Traducción de José María Solé.
Veintisiete Letras. Madrid, 2009.



El régimen de Vichy también tuvo sus días de Saló, en el castillo de Sigmaringen. Allí se refugiaron los últimos restos de aquel gobierno colaboracionista. Louis-Ferdinand Céline, que era uno de ellos, les asistía como médico.

Lo recuerda así su viuda:

De octubre a marzo de 1945, nos quedamos en Sigmaringen, a los pies de un castillo de opereta de donde todos salieron para ser fusilados: Laval, Brinon, Luchaire. El mismo Pétain fue indultado, pero murió en prisión, lo que incluso pudo haber sido peor. Allí vivimos una existencia alucinante, en una especie de pesadilla despierta, en un mundo errático y a punto de hundirse.

Es uno de los episodios que relata Lucette Destouches y transcribe Véronique Robert en Céline secreto, las memorias conversacionales de la viuda de Céline que se publicaron en Francia en 2001 y acaba de editar en España Veintisiete Letras.

Lo que vino después de Sigmaringen fue la huida y la detención en Dinamarca, la prisión y la deshonra de ser declarado en Francia desgracia nacional, la supervivencia casi vegetativa en Meudon durante diez años:

La prisión acabó con él. Hizo de él un muerto viviente. En Meudon, durante los diez años que precedieron a su muerte, ya no estaba allí.

Lo que había ocurrido antes fue el deslumbramiento de una joven bailarina ante un Céline reconocido ya por su Viaje al fin de la noche. Tenía casi veinte menos años que aquel hombre que era una rara mezcla de Gran Gatsby y del hombre apresurado de Paul Morand. Desesperado y ansioso, pesimista y compulsivo, poseía una enorme fuerza creadora y una potente inteligencia con la que deslumbróa a aquella muchacha desorientada que no tenía amigos ni hablaba con nadie, estaba totalmente volcada en mí misma y en la danza.

En conjunto, los recuerdos –quizá demasiado complacientes y comprensivos- de una larga convivencia de veinticinco años, de 1936 a 1961, convulsos y decisivos:

Conocí a Céline en 1936, en la época del Frente Popular y, ya a partir de entonces y sin tregua, tuvimos que convivir con el miedo a la muerte. Los comunistas amenazaban con matarlo; después fueron los judíos... Vinieron el éxodo, la cárcel, Dinamarca. Cada vez peor y en Meudon comenzó a morir. Nadie pasó lo que nosotros. Fuimos acosados como ratas. Sin la danza, yo hubiera muerto.

En apéndice, una meticulosa cronología del escritor y un detallado índice de referencias biográficas completan este acercamiento a una personalidad tan compleja y problemática como la de Céline. Sus luces y sus sombras son las del siglo XX, la metáfora penosa de un atormentado tiempo de desastres que tiene en él uno de sus símbolos.

Santos Domínguez

29 mayo 2009

Especial Feria del Libro. Clásicos


Georg Christoph Lichtenberg.
Aforismos.
Edición de Feliciano Pérez Varas
y Manuel I. Montesinos Caperos.
Cátedra Letras Universales. Madrid, 2009.

Físico experimental, astrónomo y escritor, Georg Christoph Lichtenberg es el prototipo del intelectual ilustrado, del científico humanista y uno de los nombres más relevantes de la cultura alemana. Durante treinta y cinco años fue registrando en sus libretas cientos de apuntes y borradores con observaciones, microensayos y exabruptos, ocurrencias y reflexiones. Una amplia muestra de esos escritos se recoge en esta edición que ofrece sus Aforismos agrupados temáticamente. La literatura y la historia, la religión y la filosofía, el cuerpo y el alma, el amor y la muerte son algunos de los temas universales que suscitaron la atención siempre lúcida y a menudo irónica de Lichtenberg, de quien dijo Goethe que en donde él gastaba una broma había siempre un problema escondido.


William Shakespeare.
Sonetos. Lamento de una amante.
Traducción de Andrés Ehrenhaus.
Prólogo de Claudio Guillén.
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores.

Cuando se cumple el cuarto centenario de su primera aparición en el verano de 1609, Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores publica una nueva edición bilingüe de los Sonetos de Shakespeare. La nueva edición, que se suma a las que han ido prodigando en español en los últimos años, restituye la integridad de los Sonetos y añade el extenso y menos conocido Lamento de una amante, tal como fueron publicados por primera vez en 1609. Nunca acabaremos de descifrar estos textos, escribió Borges. Los Sonetos de Shakespeare siguen habitando en el territorio del misterio y la conjetura: desde el significado de las siglas W. H. de la dedicatoria hasta la identidad del hermoso joven (el ambiguo master-mistress), de la dama oscura o el poeta rival que aparecen en ellos, pasando por los dobles sentidos y los juegos de palabras, por la mezcla de platonismo y sexualidad, de refinamiento y crudeza que los recorre.






Arturo Pérez-Reverte.
El capitán Alatriste.
Edición anotada por Alberto Montaner.
Alfaguara. Madrid, 2009.

Alfaguara publica una edición especial de El capitán Alatriste, anotada minuciosa e iluminadoramente por Alberto Montaner, que ha redactado una amplísima introducción para presentar una novela y un personaje que han entrado ya en el selecto club de los mitos literarios, aquellos personajes que gozan en el imaginario colectivo de una personalidad propia y de una vigencia intemporal. Revisada por Arturo Pérez-Reverte, recoge todas las correcciones y retoques estilísticos que el autor ha considerado oportuno introducir más de una década después de su publicación y, además de los comentarios y las notas de Alberto Montaner, incorpora encartada la Topografía de la villa de Madrid, de Pedro de Texeira, de 1656. Un plano imprescindible para no perderse en los laberintos del Madrid austriaco.




Joseph Conrad.
Una cuestión de honor.
Traducción de Eric Jalain.
El olivo azul. Córdoba, 2009.

Pocos relatos han explorado las profundidades del odio como Una cuestión de honor, una novela corta que edita El olivo azul. Conrad la escribió en 1907 y sigue la peripecia de dos duelistas aniquilados por una pasión absurda, rutinaria e inútil: el sentido del honor. Su autor lo definió como un relato castrense y en una nota de 1920 recordó que se inspiró en la historia real de dos oficiales napoleónicos que se batieron repetidamente en Europa el intervalo de las grandes batallas. El pretexto, trivial y desconocido, era lo de menos. Conrad inventó un motivo convincente de puro absurdo y dejó en este relato una obra maestra de literatura histórica. En poco más de un centenar de páginas está reflejado el espíritu de aquella época mejor que en centenares de tratados sobre la Europa napoleónica.




Oscar Wilde.
Cuentos escogidos.
Traducción de Juan José Arranz.
Ilustraciones de Beatriz Barbero Gil.
Lual ediciones. Madrid, 2009.

Entre El famoso cohete y El ruiseñor y la rosa, siete relatos escogidos de Oscar Wilde en una cuidada edición magníficamente ilustrada que ha preparado Lual ediciones. En estos cuentos Wilde abandona su dandismo provocador para mostrar su lado más cordial, el que quizá sea más perdurable. Fantasía, sensibilidad y ternura a partes iguales para mostrar la conversación entre los fuegos de artificio, para evocar un ruiseñor compasivo y generoso y un gigante egoísta, para invocar los sueños mejores con las mejores palabras.



Marcel Proust.
En busca del tiempo perdido.
El tiempo recobrado.

Traducción de Carlos Manzano.
Lumen. Barcelona, 2009.

Síntesis, culminación y punto final del ciclo, en El tiempo recobrado, séptimo y último volumen de En busca del tiempo perdido, vuelve un pasado en el que se superponen la realidad y la ficción en la memoria del narrador protagonista envejecido, confundido él también con su autor. Así se cierra un círculo temporal que regresa al punto de partida de la serie, al momento narrativo en que confluyen el tiempo del narrador y el tiempo narrado. En su último capítulo está la mejor introducción al ciclo proustiano. En su final, su principio: Lo que yo debía escribir era otra cosa, más larga y para más de una persona: larga de escribir. De día, como máximo intentaría dormir. Si trabajaba, sería sólo de noche, pero necesitaría muchas noches, tal vez cien, tal vez mil.




Gustave Flaubert.
Bouvard y Pécuchet.
Edición y prólogo de Jordi Llovet.
Traducción de José Ramón Monreal.
Grandes Clásicos Mondadori. Barcelona, 2009.

Inacabada y póstuma, Bouvard y Pécuchet, una obra rara que abre la puerta a la narrativa contemporánea, es una novela sobre el fracaso, el relato de una decepción y una denuncia de la condición humana. Flaubert trabajó en ella de forma compulsiva los diez últimos años de su vida y en palabras de su discípulo Maupassant es una historia universal de la idiotez, un dossier sobre la tontería a través de la peripecia narrativa de los dos oficinistas que la protagonizan. Esta nueva edición, al cuidado del profesor Jordi Llovet, incorpora por primera vez en castellano todo el ingente material con el que Flaubert pretendía construir el segundo volumen de la obra, La copia: Estupidario, Diccionario de ideas corrientes, Catálogo de las ideas chic, El álbum de la Marquesa y las Citas tomadas de todo tipo de literatura.

Santos Domínguez

28 mayo 2009

Especial Feria del Libro. Ensayo y memoria



Jordi Gracia y Domingo Ródenas, eds.
El ensayo español. Siglo XX.
Crítica. Barcelona, 2009.

Bastaría con dar una nómina reducida de los autores antologados, de Azorín a Juan Benet, de Pérez de Ayala a Javier Marías, de Ortega a Ferlosio, de Ayala a Valente, para demostrar que la mejor prosa de la literatura española contemporánea se ha escrito en el género más abierto e indefinible. El ensayo posiblemente no sea –como la novela para Baroja- un saco donde cabe todo, pero es evidente que se trata de un cajón de sastre, de una mesa revuelta por la reflexión subjetiva y por el tanteo exploratorio de la realidad. Jordi Gracia y Domingo Ródenas han reunido en esta ambiciosa antología las voces múltiples en tonos y temas de los ensayistas españoles contemporáneos en textos unidos por su pertenencia a un género común y por su altura estética, intelectual o ética. Precedidas de una biografía sintética del género en la España contemporánea, entre el regeneracionismo del 98 y la consagración del estilo en el ensayismo reciente, algunas de las mejores páginas de la prosa en español del siglo XX están en esta antología, uno de los libros más importantes del año.







Armonía de las esferas.
Edición de J. Godwin.
Traducción de M. Tabuyo y A. López.
Atalanta. Gerona, 2009.


Sobre la música del universo y la esencia cósmica de la música tratan los abundantes textos que reúne Joscelyn Godwin en su Armonía de las esferas, un libro espectacular en su forma y en su forma, en las ilustraciones que subrayan su contenido y en la calidad de los pasajes seleccionados en torno a esa imagen central que propone una idea del mundo en torno la armonía de los planetas y la escala musical. La música de los planetas convoca a la inteligencia y a la intuición, reúne la revelación de las visiones con los procesos numéricos y evoca el poder cósmico de la música en la relación armónica entre los planetas y los tonos musicales. Un total de cuarenta y ocho autores en los que ha persistido y se ha matizado la alegoría que conectaba en una misma imagen números y sueños, armonía y esferas.






Víctor Bravo.
Leer el mundo.
Prólogo de Jorge Larrosa.
Veintisiete Letras. Madrid, 2009.

Una reflexión de Víctor Bravo sobre el futuro del libro y la lectura y un estudio de la evolución histórica de los dispositivos que la han hecho posible. Desde la oralidad y la imagen mitológica del mundo hasta el giro informático del presente, un recorrido por la escritura como tecnología que hace legible el mundo, su relación con el poder, la secularización que supuso la imprenta, la invención del lector moderno, subjetivo y crítico, un espléndido ensayo que lleva un prólogo de Jorge Larrosa y un significativo subtítulo: Escritura, lectura y experiencia estética.





Agustín Fernández Mallo.
Postpoesía.
Hacia un nuevo paradigma.

Anagrama. Barcelona, 2009.

Desde un peculiar índice, un huevo frito que cifra la cartografía de este ensayo, Agustín Fernández Mallo defiende en Postpoesía la necesidad de un nuevo paradigma que instale a la poesía española en la postliteratura. La poesía postpoética es una integración de lo viejo y lo nuevo, de tradición y posmodernidad que conecta ciencia y literatura y supera la dicotomía entre la poesía de la experiencia y la de la diferencia con la asimilación y el reflejo de la realidad y la sensibilidad contemporáneas. Una propuesta teórica que está en la línea de los libros de postpoesía de Fernández Mallo: Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus (2001) y Creta lateral Travelling (2004).







Franca D'Agostini.
Analíticos y continentales.
Traducción de Mario Pérez Gutiérrez.
Teorema. Cátedra. Madrid, 2009.

Franca D'Agostini es la guía de un inteligente recorrido por el panorama filosófico de los últimos treinta años. Entre analíticos y continentales se plantean dos maneras distintas de enfocar la práctica filosófica: la empirista que, fundada sobre la lógica y las ciencias naturales y exactas, y otra que desde un planteamiento más claramente humanista conecta con la historia, la metafísica y el concepto. Al fondo de esas dos corrientes que resumen el panorama de la filosofía contemporánea sobrevive aún la vieja antítesis entre cultura científica y cultura humanística. Del fin de la filosofía a la nueva epistemología, el objetivo último de este Analíticos y continentales es poner a dialogar esas dos tendencias en busca de un lugar de encuentro.



Kenneth Rexroth.
Desconexión y otros ensayos.
Traducción de Esther Quintana,
Enrique Alda y Suzanne Carey.
Pepitas de calabaza. Logroño, 2009.


Con un extenso ensayo introductorio de Ken Knabb (Erotismo, Misticismo y Revolución), una antología preparada por Ken Knabb y Quim Sirera que muestra en español la dimensión de Rexroth como ensayista. Es –dice Knabb - uno de mis poetas favoritos, pero como ensayista, considero que su talento es inigualable. No conozco a otros tan vivos, tonificantes y contundentes, y a la vez con un espíritu tan abierto y sano. Los once ensayos de Desconexión mantienen el carácter tentativo y exploratorio que tiene el género desde su origen en Montaigne y su amplia variedad temática: desde la función de la poesía y el lugar del poeta en la sociedad hasta las reflexiones sobre el jazz o la generación beat, pasando por Mark Twain y Henry Miller.




Luis García Montero.
Mañana no será lo que Dios quiera.
Alfaguara. Madrid, 2009.

Con un título tomado de un verso de El futuro, Luis García Montero reconstruye en Mañana no será lo que Dios quiera los años duros y formativos de la infancia y la adolescencia de Ángel González. A medio camino entre la novela y la biografía, sus abundantes páginas son el resultado de muchas horas de conversación y de lectura de la palabra de Ángel González, una mezcla de filósofo clásico y anciano del lugar. Ese recorrido que se cierra en 1951 -cinco años antes de que el poeta publique su primer libro, Áspero mundo- es una reivindicación de la memoria y el coraje de los vencidos y los resistentes de la España de la posguerra. Sin esperanza, con convencimiento, como se tituló el libro al que pertenece el verso que titula este libro testimonial y admirativo.


Julio Cortázar.
Carol Dunlop.
Silvia Monrós-Stojakovic.
Correspondencia.
Alpha Decay. Barcelona,2009.

Un triángulo epistolar a través de la correspondencia que sostuvieron en los años ochenta Julio Cortázar, Carol Dunlop, su segunda mujer, y su amiga y traductora serbia Silvia Monrós. Diecinueve documentos entre cartas y tarjetas postales que reflejan la intimidad cotidiana de un Cortázar seriamente enfermo, triste y solitario, doblemente acosado por la leucemia y por la muerte de Carol Dunlop. Estoy en un pozo negro y sin fondo- escribe Cortázar el 29 de noviembre de 1982, poco después de enviudar-. Pero no pienses en mí, piensa en ella, luminosa y tan querida, y guárdala en tu corazón.




Ian Gibson.
Lorca y el mundo gay.
Planeta. Barcelona, 2009.

Sin tener en cuenta la condición sexual de García Lorca, la vivencia problemática y la conciencia angustiada y culpable de su sexualidad en la adolescencia, no se puede entender ninguna zona de su obra ni las claves evolutivas de su poesía y su teatro. La ocultación por su familia de los Sonetos del amor oscuro, la resistencia a editarlos o la mutilación de su título completo son ejemplos de la homofobia latente que marcó su vida, influyó en su asesinato y sigue rodeando su obra. A denunciar esa homofobia dedica Ian Gibson esta nueva incursión en el universo literario y vital de Lorca.




Antonio Gamoneda.
Un armario lleno de sombra.
Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.
Barcelona, 2009.

No sé si la voluntad de escribir sobre mi infancia – de escribir mi infancia- tiene alguna causa. El olvido progresa en mí y se hace parte de un silencio intelectual que, fugazmente, me proporciona algo parecido a un bienestar. Un bienestar vacío. Así comienza Un armario lleno de sombra, la memoria de la infancia de Antonio Gamoneda que es una elegía sobre su madre. Dos años después de su muerte, el poeta abrió el armario en el que se almacenaba el pasado en forma de objetos y olores. Para rescatar esa memoria herida, Gamoneda evoca su vida hasta los catorce años en un ejercicio de prosa que quiere evitar las trampas de la memoria inventada y proyecta una luz potente sobre buena parte de su obra poética, marcada por esos años cruciales.



Medardo Fraile.
El cuento de siempre acabar.
Pre-Textos. Valencia, 2009.

En El cuento de siempre acabar, las memorias de un narrador excepcional como Medardo Fraile, se unen los recuerdos y la capacidad narrativa, la evocación y la ironía, el homenaje y la risa burlona para dar cuenta del grupo de narradores del medio siglo: Aldecoa, Fernández Santos, Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite, son, junto con el dramaturgo Alfonso Sastre, algunas de las presencias más repetidas en unas páginas ágiles en las que lo estrictamente autobiográfico se funde con la memoria de un tiempo duro y crucial en la sociedad y la literatura de la posguerra. El libro acaba cuando el autor llega a Southampton, justo donde empezaba otro libro autobiográfico: La familia irreal inglesa.

Santos Domínguez

27 mayo 2009

Especial Feria del Libro. Narrativa


Ángel Vázquez.
Fiesta para una mujer sola.
Rey Lear. Madrid, 2009.


Ángel Vázquez (1929-1980) fue posiblemente el último escritor maldito de la literatura española. Indefinible como el Tánger donde nació y vivió hasta 1965, marginal por vocación y por destino, escritor a contracorriente e inclasificable, la literatura fue para él una forma de defenderse de las injurias de la vida.
Fiesta para una mujer sola, que acaba de rescatar Rey Lear con prólogo de Sonia García Soubriet, fue su segunda novela y se acabó convirtiendo en la novela maldita de un escritor maldito. La novela, que habla de adulterios, homosexualidad y libertad de costumbres en un Tánger decadente, no gustó a la censura franquista, que sin llegar a prohibirla dificultó su distribución. El silencio o los reproches de la crítica oficial, cómplice habitual de los censores, hizo el resto y Fiesta para una mujer sola acabó descatalogada y olvidada. Un rescate justo y necesario.



El Rival de Prometeo
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Vidas de Autómatas Ilustres.
Edición de Sonia Bueno y Marta Peirano.
Impedimenta. Madrid, 2009.

Impedimenta estrena un nuevo diseño, tan elegante como siempre, para su nueva colección, El Panteón Portátil de Impedimenta, en la que irán apareciendo diversos volúmenes sobre un tema monográfico. El rival de Prometeo es la primera entrega. En ella, Marta Peirano y Sonia Bueno han reunido diecisiete textos organizados en cuatro partes (Las máquinas filosóficas, El Turco, Las máquinas fatales y A mí me hizo J. F. Sebastian) y precedidos de una estupenda introducción general de Patrick J. Gyger. Desde precursores de la inteligencia artificial como los enciclopedistas franceses y sus máquinas filosóficas hasta la robótica contemporánea. Desde Diderot hasta Asimov pasando por Hoffmann, Poe, Villiers de l'Isle-Adam o Sigmund Freud. Desde El Turco, el autómata invencible que derrotó a Napoleón sobre un tablero de ajedrez, hasta la singularidad apocalíptica de Vernor Vinge, diversas variantes de una misma metáfora sobre los límites del hombre y la creación.


Javier Cercas.
Anatomía de un instante.
Mondadori. Barcelona, 2009.

Entre la narración novelística, la vivacidad del reportaje y el rigor analítico, Javier Cercas recurre otra vez al cruce de géneros para hacer en Anatomía de un instante la revisión crítica del golpe de estado del 23-F. Un monstruo de tres cabezas tan distantes e incompatibles que acabó devorándose a sí mismo. Tres golpes distintos que confluyeron en unas horas turbias y llenas de incertidumbres y dobleces morales provocaron unos comportamientos opacos o unas reacciones dignas que marcaron el curso de la joven democracia española.


Ana Mª Shua.
Cazadores de letras.
Páginas de Espuma. Madrid, 2009.

Páginas de Espuma reúne en un voluminoso tomo los microrrelatos de Ana María Shua (Buenos Aires, 1951). Inclasificables y exigentes, variados en temas, técnicas y enfoques, los cuentos brevísimos de Cazadores de letras son una recopilación de cuatro libros (La sueñera, Casa de geishas, Botánica del caos y Temporada de fantasmas), a los que se añaden los inéditos de Fenómenos de circo. En todos ellos, una fina línea separa la realidad de la imaginación en el mismo lugar donde se cruzan la narrativa y la poesía.


José María Merino.
La sima.
Seix Barral. Barcelona, 2009.


José Mª Merino funde en La sima, que acaba de publicar Seix Barral, memoria y narración, presente y evocación en busca de la identidad propia y colectiva, de la memoria histórica sobre el fondo cainita y fratricida de las guerras civiles. Entre el día de Inocentes de 2005 y la mañana de Reyes de 2006, Fidel -el narrador-vuelve a su pueblo para redactar su tesis sobre la primera guerra carlista. En esos días se superponen los recuerdos de la última guerra civil y lo que iba a ser una tesis acaba pareciéndose más a una novela. Una novela de ideas. Una novela de tesis, naturalmente, como afirma el irónico narrador en la última línea del libro.


Gonzalo Hidalgo Bayal.
El espíritu áspero.
Tusquets. Barcelona, 2009.

Cautiva la mirada, un viejo profesor de latín se jubila en tierra de murgaños. La última novela de Gonzalo Hidalgo Bayal vuelve a visitar temas, lugares y personajes que nunca abandonó su narrativa y que resultarán familiares a sus lectores. En la aspiración del espíritu áspero griego, una metáfora de la frustración y la infelicidad, encuentra una de sus claves temáticas esta narración que equilibra la materia novelística tradicional (personaje, ambiente, tiempo, argumento, manuscrito hallado) con la elaboración lingüística y el artificio verbal de la novela contemporánea, cuyos juegos se anuncian ya en el título dilógico.


Antonio Crespo Massieu.
El peluquero de Dios.
Bartleby. Madrid, 2009.

Siete relatos espléndidos que añaden a su altura literaria y a su intensidad estilística una reivindicación de la memoria frente al silencio y una defensa de la dignidad frente a la cobardía. El estilo se pone al servicio de la ética en unos textos que hablan de un tiempo de sombras - el de la Guerra Civil, el franquismo o la dictadura argentina- cuyas únicas luces son las de la memoria que evoca la esperanza y la palabra que reconstruye la dignidad como respuesta a la opresión.




F. M. Dostoyevski.
Obras completas I.
Novelas y relatos (1846-1849).
Edición de Ricardo San Vicente.
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores.
Barcelona, 2009.

Primer volumen de las Obras completas de F. M. Dostoyevski, un ambicioso proyecto editorial dirigido por Ricardo San Vicente, uno de nuestros mayores expertos en literatura rusa. Publicado por Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, que reunirá toda la producción narrativa del autor de Crimen y castigo, este primer tomo recoge toda la narrativa publicada antes de la condena del autor en 1849. Con un prólogo de Ricardo San Vicente (Las claves del desorden) y un amplio ensayo introductorio de Augusto Vidal sobre la doble dimensión de Dostoyevski como hombre y como artista, y traducciones de Lidia Kúper y Luis Abollado, incluye obras como Pobres gentes, El doble, Noches blancas o El pequeño héroe. Es el primero de los ocho tomos de que consta este proyecto de Obras completas.




Julio Cortázar.
Papeles inesperados.
Alfaguara. Madrid, 2009.

Veinticinco años después de la muerte de Julio Cortázar, estos Papeles inesperados que recupera Alfaguara en una edición preparada por Aurora Bernárdez y Carles Álvarez Garriga, recogen en medio millar de páginas una apreciable colección de textos inéditos y dispersos escritos por Cortázar a lo largo de su vida: desde cuentos desconocidos a historias inéditas de cronopios y de famas, pasando por nuevos episodios de Lucas o un capítulo desgajado del Libro de Manuel. Un Cortázar plural e inclasificable, el escritor polifacético que, además de la narración, explora terrenos tan diversos como el artículo sobre arte y literatura, el análisis político, la crónica de viajes o el poema.


Jean Genet.
El niño criminal.
Traducción y prólogo de Irene Antón.

Errata naturae. Madrid, 2009.


En su cuidada colección La mujer cíclope, Errata naturae publica dos textos inéditos en castellano de Jean Genet: El niño criminal, que da título al libro, y Fragmentos... Son dos muestras -dos gestos los llama Irene Antón en su excelente prólogo- del Genet más radicalmente antisocial: el que denuncia los correccionales para niños y hace un elogio de la rebeldía y el que expone su concepto de la homosexualidad y su relación con la escritura. Sobre esas dos bases, criminalidad y homosexualidad, se levanta la literatura de un Genet que escribe estos dos textos en el momento en que su obra pasa de los moldes narrativos a los dramáticos. Esta edición pone por primera vez en español unos textos fundamentales en la trayectoria del autor del Diario del ladrón.



Santos Domínguez