Rafael Chirbes.
En la orilla.
Anagrama. Barcelona, 2013.
El primero en ver la carroña es Ahmed Ouallahi. Esa es la primera frase de En la orilla, la última novela de Rafael Chirbes, que sin duda estará entre las mejores del año. Seis años después de Crematorio, que tenía tanto de diagnóstico como de pronóstico y que terminaba como empieza esta, con un perro escarbando en la carroña, En la orilla se centra en el emponzoñamiento de una crisis que ha convertido la situación actual en esa ciénaga enfangada que va inundando una novela que tiene un pantano como simbólico telón de fondo de la putrefacción de esa carroña en que se ha convertido la realidad.
En la orilla es por eso la segunda tabla de un díptico narrativo que se sustenta sobre la mirada descarnada y lúcida de Chirbes sobre la degradación de la sociedad, la historia, la naturaleza y las personas. Desde la corrupción especulativa de la burbuja inmobiliaria que era el eje de Crematorio al emponzoñado panorama actual se ha descendido a ese turbio fondo pantanoso en que se ha convertido el horizonte de rascacielos que herían el paisaje litoral de aquella novela.
Densidad literaria, potencia narrativa, tensión estilística, proyección simbólica y lucidez crítica se conjugan magistralmente para hacer de esta novela literatura de alto voltaje que no da respiro al lector en ninguna de sus más de cuatrocientas páginas.
Edith Wharton.
El hijo de la Sra. Glenn.
Traducción de Susana Carral.
Reino de Cordelia. Madrid, 2013.
Cuando vi a la Sra. de Stephen Glenn en la cubierta del Synthian no lo reconocí, explica el narrador al comienzo de la espléndida El hijo de la Sra. Glenn, que publica Reino de Cordelia con traducción de Susana Carral.
Edith Wharton la escribió en 1935, dos años antes de morir. Colocó al frente de la narración a Mr. Norcutt, un testigo masculino y distante, narrador perplejo y bienintencionado de una novela corta e intensa en la que se funden el secreto y la culpa, la búsqueda y el misterio. Esos son los ingredientes con los que Edith Wharton elabora una historia en la que se cruzan el presente y el pasado, lo interior y lo exterior, el individuo y la sociedad. Los muchos lectores de Edith Wharton reconocerán en esta novela breve la sutileza narrativa de su autora, su mirada llena de matices, su conciencia del tiempo y su capacidad para indagar en los sentimientos, su crítica de la hipocresía y el puritanismo.
Mirza Muhammad Hadi Ruswa.
Umrao Yan Ada, la cortesana de Lucknow.
Edición de Rocío Moriones.
Alba editorial. Colección Rara avis. Barcelona, 2013.
Umrao Yan Ada, la cortesana de Lucknow, inédita hasta ahora en español, es la primera novela moderna en lengua urdu. Llevada varias veces al cine y a la televisión, en 1970 la Unesco la incluyó en una relación de obras representativas de la literatura universal. Mirza Muhammad Hadi Ruswa la escribió en 1899 y la plantea como las memorias nostálgicas de una cortesana refinada que recuerda con distintos tonos su vida y sus experiencias amorosas en distintos ambientes.
El lector que se asome a la elegante traducción directa del urdu que Rocío Moriones ha preparado para Alba Editorial, entrará en un mundo raro y pasará del asombro al reconocimiento, del descubrimiento a la extrañeza. Porque, como señala Rocío Moriones en el prólogo, “a través de sus páginas, el lector se adentrará en una época de la cultura india aún prácticamente desconocida en España, quizá con la extrañeza y el asombro propios del explorador de un mundo nuevo, pero con la satisfacción del hallazgo de la riqueza de la cultura indoislámica que sin duda para él evocará la propia fusión islámica que se produjo en la Península Ibérica y de la que nosotros mismos somos producto.”
Javier Tomeo.
Constructores de monstruos.
Alpha Decay. Barcelona, 2013.
Con ilustraciones del autor, la colección Héroes Modernos de Alpha Decay publica Constructores de monstruos, la nueva novela de Javier Tomeo. Una novela corta de “criaturas desmadradas, esperpénticas, hipertrofiadas,” como señala Tomeo en el prólogo que explica sus ilustraciones como contrsaeñas gráficas.
Ambientada en el siglo XIX en un castillo en el que dos constructores germanoides –uno de cabeza gorda, otro de cabeza pequeña-, asistidos por un criado enano, diseñan una criatura inspirándose en el manual de Gropius, Constructores de monstruos tiene la estructura de un diario en el que uno de ellos, Raimonius von Bernstein, anota sus progresos en el diseño de Karolus, un monstruo de ocho ojos y dos metros de torpeza física y mental al que emplearán para disolver manifestaciones.
Y al fondo de todo el relato, como en buena parte de la obra de Tomeo, una reflexión amarga y desengañada sobre la condición humana.
Helga Weiss.
El diario de Helga.
Testimonio de una niña en un campo de concentración.
Traducción de Kepa Uharte.
Sexto Piso. Barcelona, 2013.
Con traducción de Kepa Uharte y en una edición profusamente ilustrada, Sexto Piso publica el relato impresionante de una niña superviviente de los campos de concentración. Helga Weiss (Praga, 1929), como otros quince mil niños, fue recluida en el gueto de Terezín en 1941 y trasladada desde allí tres años después al campo de concentración de Auschwitz. Sólo cien sobrevivieron y Helga era uno de ellos. Desde 1938 hasta 1945 escribió un diario y dibujó sus experiencias en un cuaderno que ocultó un familiar y que ha permanecido inédito hasta este mismo año.
Tras la ocupación nazi de Checoslovaquia, Praga, Terezín, Auschwitz, Freiberg, Mauthausen son algunos de los topónimos que dibujan la geografía del terror y del holocausto narrado por la palabra infantil y la mirada inocente de Helga Weiss, que entre los nueve y los quince años sufre esa experiencia desoladora. Con abundante material gráfico y una entrevista en la que la autora explica el proceso de escritura, ocultación y recuperación del diario.
Pepe Cervera.
29 cadáveres.
Menoscuarto. Palencia, 2013.
En los ocho relatos de Pepe Cervera incluidos en el volumen que publica Menoscuarto caben más de los 29 cadáveres que indica el título de uno de ellos, el que abre el libro y le da título. Incluso en ese relato los cadáveres son cuatro más de los que tiene el asesino en serie en su jardín.
Entre 1978, en que se sitúa el comienzo de ese cuento, y 1890, en que termina el último -¡Al fin un mundo mejor!-, una sucesión de crímenes domésticos, de una intensa crueldad. Un vampiro, el comandante de una base aérea, una madre de familia numerosa y un predicador ambulante, un pareja sadomasoquista, un hombre normal, el verdadero Norman Bates de Psicosis o el primer ejecutado en la silla eléctrica son los personajes que componen una nómina de asesinos que hacen de Illinois, Chicago, Texas, Canadá, Inglaterra o Wisconsin su particular geografía del crimen. Y a la variedad de sus procedimientos criminales le corresponde la variedad técnica y la destreza en el uso de perspectivas narrativas de Pepe Cervera.
Emilio Calderón.
La Biblioteca.
Zut ediciones. Málaga, 2013.
En La Biblioteca, que acaba de publicar Zut Ediciones, Emilio Calderón vuelve a demostrar su acreditado oficio narrativo con una bien construida novela de intriga detectivesca. Sobre el telón de fondo de la Biblioteca Nacional de Madrid, es un relato de intriga y un homenaje a los libros y a la institución que cumple trescientos años.
En su trama policial, un juego de espejos sostenido en un sólido trabajo de documentación y en las frecuentes referencias metaliterarias que no perturban el ritmo del relato ni perjudican el interés de su tejido narrativo.
Luis Artigue.
Club La Sorbona.
Alianza Editorial. Madrid, 2013.
En busca de la flauta mágica se titula el primer capítulo de Club La Sorbona, la última novela de Luis Artigue que acaba de publicar Alianza Editorial. Una novela que ni es lo que parece -una novela histórica- ni transcurre en Viena a fines del XVIII.
Es una parodia desatada de la novela negra ambientada en Violincia, a donde ha llegado Mr. Tatel, un detective inglés en busca de la flauta mágica de Mozart. Se hospeda en el Hostal El Tocino Vanguardista y se siente perdido en ese pueblo famoso por sus burdeles con encanto, en los que trabajan Assumpta “La Emperadora” o Amalia María, chamana peruana. Con ese planteamiento, el nombre del club que da título a la novela tampoco alude a lo que parece aludir en principio, la institución universitaria francesa. Una novela divertida y escrita con tanto oficio como humor, con diálogos esperpénticos de excéntricos inolvidables como Lauro Arrabal, intelectual famoso que va a curarse sus desarreglos psíquicos en el hospital homeopático fundado en la localidad por un santo sanador que conoce las conversaciones al agüisquecer. Allí trabaja Silia, psicóloga experta en hipnoterapia que un día aparece muerta de muerte violenta. El principal sospechoso de haberla asesinado, un Sade rural y silicótico al que la voz de la calle llama El Gomas, también aparece asesinado.
Otros personajes como el chatarrero Ponciano, Amlio “El Atropacadáveres”, Lato “El Mazmorro,”doña Enriqueta, la maestra institucionista con Alzheimer o su hija Tulia, farmacéutica resentida de formación laica e igualitaria, completan el elenco de una novela en la que el pastiche, la parodia y los contrastes esperpénticos sientan las bases de un relato presentado por un prólogo con oferta de empleo púbico y desarrollado con pulso narrativo y estilo consistente.
Ana María Shua.
Contra el tiempo.
Edición de Samanta Schweblin.
Páginas de Espuma. Madrid, 2013.
En su colección Vivir del cuento, Páginas de Espuma publica Contra el tiempo, una selección antológica de dieciséis relatos de Ana María Shua. Entre un esclarecedor prólogo de Samanta Schweblin sobre las características de los cuentos de esta espléndida narradora argentina y una entrevista epilogal en la que la autora repasa su formación lectora y reflexiona sobre su mundo literario, los dieciséis relatos de esta antología – variados en enfoque y en técnica, en tono y en perspectiva narrativa- pero con un referente temático común en ese tiempo acechante y destructor contra el que se escribe, son una muestra brillante de los relatos de una autora como Ana María Shua.
Conocida hasta ahora en España por los microrrelatos de Cazadores de letras y Fenómenos de circo, que publicó esta misma editorial, que igual que Ana María Shua, vive del cuento, en estos cuentos -realistas o fantásticos, trágicos o humorísticos- la vida y la literatura disuelven sus fronteras porque “cuando la vida me pide que la escriba, siempre me pide cuentos.”
Fabio Morábito.
La lenta furia.
Eterna Cadencia. Buenos Aires, 2012.
Los nueve relatos que Fabio Morábito reunió en La lenta furia, que reedita Eterna Cadencia, aparecieron hace casi un cuarto de siglo. Era el primer libro de cuentos del mexicano, poeta y ensayista además de narrador, pero ni eran obra de un principiante ni han perdido músculo literario en este tiempo.
Madres en celo que en junio se mantienen desnudas y al acecho sobre los árboles, húmedas y furiosas; la venganza frutal de El Tapir; la creciente familia Vetriccioli, traductores minuciosos, delgados e invisibles en el que tal vez sea el mejor relato del conjunto; la descabellada paranoia de una pareja que maquina el cumplimiento de sus sospechas sobre una criada en La perra; un turista, voyeur de un adulterio; unos mal avenidos cazadores de lagartijas; el huidor perpetuo (su forma de huir recordaba a las llamas) o la visión sísmica de Oficio de temblor muestran la extrañeza ante lo cotidiano, el lado secreto de las cosas y las gentes.
Sorprendentes o melancólicos, humorísticos o dramáticos, desmesurados e inverosímiles a veces, fundan –uno a uno y en su conjunto- una inconfundible mirada sobre la realidad y constituyen una referencia imprescindible en la narrativa breve de las últimas décadas en español.
Thornton Wilder.
El octavo día.
Traducción y notas de Enrique Maldonado Roldán.
Automática editorial. Madrid, 2013.
Setenta años tenía Thornton Wilder cuando publicó en 1967 El octavo día, la novela que recupera Automática editorial en una cuidada edición con traducción y notas de Enrique Maldonado Roldán.
Aunque parezca mentira, habían pasado cuarenta años justos desde la aparición de su espléndida El puente de San Luis Rey y en esta novela sigue sonando con seguridad y soltura la voz poderosa y la acreditada pericia narrativa del autor de Los idus de marzo, sobre todo en la reconstrucción de los ambientes y en el tratamiento profundo de unos personajes magistralmente trazados.
Esta novela sobre dos familias ambientada en un poblado minero de Illinois abarca más de veinte años -de 1883 a 1905- de acción interna en los que se desarrolla una intensa y bien conducida trama sobre un asesinato y un asesino que más allá de su eficacia narrativa muestra la realidad problemática de la violencia en un mundo cambiante bajo la mirada cinematográfica de Thorton Wilder, que escribió en El octavo día su mejor novela, felizmente recuperada por esta nueva edición, porque llevaba mucho tiempo descatalogada en España.
Virginia Woolf.
Londres.
Traducción de Andrés Bosch y Bettina Blanch
Lumen. Barcelona, 2013.
Más que el telón de fondo de novelas tan memorables como Miss. Dalloway, Londres es un personaje fundamental de Virginia Woolf. Y sobre la ciudad en la que nació y vivió, escribió una colección de seis textos en Monk´s House, su casa de Lewes, en el condado de Sussex, entre el 2 y el 11 de abril de 1931, cuando terminó Las olas, para la revista Good Housekeeping, donde aparecieron a lo largo del año siguiente.
Retrato de una londinense, Los muelles de Londres, El oleaje de Oxford Street, Casas de grandes hombres, Abadías y catedrales y Esta es la Cámara de los Comunes son los títulos de esos textos que componen un estupendo dibujo de Londres, río arriba, en sentido contrario al de la corriente del Támesis, y desde el este de los muelles al oeste del barrio de Chelsea: los interiores refinados y los exteriores elegantes o brumosos; la arquitectura religiosa y la marea humana en Oxford Street, los ambientes literarios, su pasado y su presente en un título que enriquece la imprescindible Biblioteca Virginia Woolf en Lumen.
Moisés Pascual Pozas.
Vidas de tinta.
Izana Editores. Madrid, 2013.
Tras Las voces de Candama y Espejos de humo, dos novelas poderosas –finalista la segunda del nacional de narrativa de 2005-, Moisés Pascual publica Vidas de tinta en Izana Editores.
Si las dos anteriores, depositarias de la herencia de Lee Master y Rulfo, desarrollaban la acción a través de una vibrante polifonía, en Vidas de tinta el eje narrativo es el diario del profesor Lábano recién jubilado de sus clases de de Lenguas clásicas en un instituto del norte.
A partir de ahí, con un admirable ritmo narrativo, se suceden la infancia y la madurez, el vacío y el recuerdo, los mundos rurales cerrados y los mundos abiertos del otro lado del mar, la búsqueda y la huida, el amor y la soledad, la experiencia de lo vivido y la memoria de lo soñado, la realidad y el deseo, el viaje y el camino como una incesante metáfora del mundo y sus encrucijadas inciertas, porque en el fondo, somos vidas de tinta que sólo existen mientras se las escribe, luego son las vidas de la memoria hasta que el agua de los otoños las deslíe, y entonces sólo habitan el olvido, el último hueso de la muerte que es la nada.
Y en todas sus páginas, la sostenida voluntad de estilo de un novelista dueño de una de las prosas más limpias y potentes de la narrativa española actual: Eres un dolor y dentro del pecho se ha helado un río de cangrejos fatigados.
William Ospina.
La serpiente sin ojos.
Mondadori. Barcelona, 2013.
Detrás de las selvas cerradas había un reino de agua.
A ese reino de agua lo llamaban los indígenas la serpiente sin ojos. Y los españoles, que manejaban otra mitología y creyeron ver en sus orillas a mujeres guerreras a caballo, lo llamaron Amazonas.
Allí llegó Pedro de Ursúa cuando buscaba el país de la canela. Y allí volvió en busca de El Dorado en una segunda expedición amazónica en la que Ursúa encontraría la muerte cuando la cólera de Lope de Aguirre se sublevó contra la corona de Felipe II.
De esta segunda expedición trata La serpiente sin ojos, con la que William Ospina culmina una prodigiosa trilogía sobre la conquista que publica Mondadori, como las dos novelas anteriores, Ursúa y El país de la canela.
Si en la primera la guerra y en la segunda el viaje eran los ejes temáticos, en La serpiente sin ojos el centro de interés es el amor. En conjunto, una trilogía que reúne a Homero y a Shakespeare, a los cronistas de Indias y a Cervantes en la construcción de una épica del fracaso y la desmesura, del asombro y la crueldad, de las selvas y la sangre, del viaje y la muerte, el cuento y el canto, la ambición y las cicatrices, la heroicidad y la locura.
Una bajada a los infiernos de la violencia en una narración tan exuberante como la selva, tan torrencial como la corriente del Amazonas.
Manuel Chaves Nogales.
A sangre y fuego.
Edición de María Isabel Cintas.
Prólogo de Andrés Trapiello.
Espuela de Plata. Sevilla, 2013.
Espuela de Plata publica en un cuidadísimo volumen preparado por María Isabel Cintas y prologado por Andrés Trapiello, la nueva edición completa e ilustrada de A sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales, un libro imprescindible en la narrativa sobre la guerra civil española.
Manuel Chaves Nogales, periodista y narrador sevillano muerto en Londres en los primeros años de exilio, es conocido sobre todo como autor de un libro esencial en la literatura taurina: Su Juan Belmonte, matador de toros es para muchos la cima literaria de un tema que es casi una provincia de la literatura. Intelectual comprometido y periodista brillante en el momento más brillante del periodismo español del siglo XX, se refugió en Francia y allí escribió las nueve alucinantes novelas, según su propia definición, los nueve relatos que agrupa en A sangre y fuego, aparecido en 1937, del que Espuela de Plata ofrece la que puede considerarse la definitiva y primera edición completa, pues se añaden aquí dos nuevos relatos centrados en los bombardeos sobre Vizcaya y la caída de Bilbao.
Son dos textos inéditos en España – El refugio y Hospital de sangre- que han sido recuperados por María Isabel Cintas para esta edición definitiva, con abundantes ilustraciones que responden a la concepción de Chaves Nogales de estos relatos que se publicaron por entregas ilustradas con fotografías y dibujos que se reproducen en este volumen.
Santos Domínguez