2/12/11

Ars poetica



Ars poetica.
(Versiones de poesía moderna).
Andrés Sánchez Robayna (ed.)
Pre-Textos. Valencia, 2011.


¿Es posible traducir la poesía? No existe traductor que, en algún momento de su quehacer, no haya tenido la impresión de que se le escapaba aquello que en ese preciso instante le parecía lo más valioso de lo que estaba intentando recrear. El matiz de un adjetivo, la sonoridad de una palabra, algo insignificante en apariencia, pero que, sin duda conmovió y atrapó a un poeta y que ahora le conmueve a él también.

Así comienza el epílogo –La traducción como intercambio- que ha escrito Ives Bonnefoy para Ars poetica, un conjunto de versiones de poesía moderna que publica Pre-Textos en un volumen preparado por Andrés Sánchez Robayna.

Cinco años después de la aparición de De Keats a Bonnefoy, que recogía un amplia muestra de traducciones de poesía moderna del Taller de Traducción Literaria de la Universidad de La Laguna coordinadas por Andrés Sánchez Robayna, se edita un nuevo volumen con traducciones de poesía moderna realizadas, como las de la primera entrega, con nuevos métodos, basados en la traducción individual revisada de manera colectiva.

Paralelo al de 2006, este segundo conjunto amplía el campo de trabajo a otros idiomas como el ruso, el polaco, el sueco, el rumano y el checo, que se añaden a las lenguas del primer tomo: inglés, catalán, portugués, italiano, alemán, francés y griego.

Como en la entrega anterior, el trabajo colectivo de las traducciones se ha proyectado sobre un objetivo ambicioso: textos definidos por su dificultad o su complejidad estética. Lo explica así Sánchez Robayna en su Introducción:

No deseábamos traducir textos literarios cualesquiera: desde el primer momento perseguíamos (...) llevar a cabo traducciones de textos que por su nivel de elaboración o de información estética presenten un grado especial de dificultad o de complejidad.

Y el resultado son casi un centenar de textos de treinta y cinco autores diversos en lenguas, en temáticas y mundos poéticos, en tonos y en estilos: de Wordsworth a Zagajewski y de Rilke a Tranströmer, pasando por Carner, Saint-John Perse, Milosz o Jaccottet, por citar solo a algunos.

El conjunto, tan brillante como imprescindible, no es una antología, sino un muestrario significativo del panorama de la poesía mundial de los siglos XIX y XX, una imagen posible –como explica el editor- de muy diversas sendas seguidas por una poesía que, desde fines del XVIII hasta nuestro presente, aparece definida por la multiplicidad de búsquedas y hallazgos.

La integración del rigor filológico y el espíritu creador genera estas traducciones literarias que no son meras trasposiciones de una lengua a otra, sino recreaciones e intercambios, como señala Bonnefoy en su epílogo:

Un intercambio, este podría ser el futuro de la traducción. No un proyecto de simple trasposición, palabra por palabra, que considera el texto como algo intangible que ya viene dado –condenándolo por ello irremisiblemente al pasado- y que silencia una voz, sino la recuperación de sus expectativas bajo el signo de un devenir.

Santos Domínguez