En una espléndida edición ilustrada, Barataria recupera Autocrítica del arte, de José María Moreno Galván (1923-1981), una serie de ensayos que el entonces crítico de Triunfo publicó en 1965 y que en su conjunto son un análisis riguroso y profundo del arte contemporáneo, una indagación en los componentes estéticos e ideológicos de la abstracción y el aformalismo (la expresividad absolutamente liberada de la magistratura de la forma.)
La dialéctica entre el arte viejo y el nuevo, entre forma y significación, el terrorismo de las primeras vanguardias, el conflicto entre el arte y la vida, entre la historia y el arte como hecho mutable y significativo, forman parte de una indagación ejemplar en el arte contemporáneo, que es algo más que una prolongación del arte del pasado: es un proyecto para invertir la acción de su magistratura, una subversión contra sus preceptivas fundamentales, un conato para derrocar sus supuestos básicos y una acción punitiva contra su razón de ser.
Un libro que describe el papel de la abstracción en el arte contemporáneo, su actitud antihistórica, que se mueve entre dos subversiones expresivas: la rebeldía irracionalista y la rebeldía social y anti institucional, y evoluciona desde el expresionismo hasta el informalismo pasando por la ideología del absurdo.
Forma y fondo, tiempo y espacio, arte y sociedad, abstracción y concreción son algunas de las claves analíticas y dialécticas con las que Moreno Galván delimita las rutas expresivas e ideológicas del arte contemporáneo, que tiene su referente más significativo en Picasso, al que dedica uno de sus apartados más interesantes y en quien resume el crítico los rasgos creativos y las contradicciones del arte contemporáneo.
Tras situar a Picasso en el centro de la lucha entre abstracción y representación, escribe Moreno Galván:
Nos identificamos con Picasso mucho más que con cualquier otro artista del siglo XX porque él asume la historia de su siglo.
Santos Domínguez