1/6/22

Estrella de Diego. El Prado inadvertido


Estrella de Diego. 
El Prado inadvertido.
Anagrama Argumentos. Barcelona, 2022.

“A medio camino entre libro de viajes, rememoración autobiográfica, lecturas e imágenes, el libro reflexiona sobre lo inadvertido en el Museo del Prado; sobre las transformaciones necesarias en los modos de ver -feminismo, queer, decolonialidad…-; sobre lo que no hemos visto o hemos visto pero no hemos mirado y que pone en evidencia la negociación que exige la mirada misma; cómo el “presentismo” reinante debe ser matizado en sus limitaciones.
[…]
Este es un ensayo sobre ese Prado que estaba y no vimos, que pasó desapercibido; unas páginas sobre lo que hay detrás de los cuadros y del propio museo; el Prado imaginario, el que deseamos”, escribe Estrella de Diego en El Prado inadvertido, que acaba de publicar en Anagrama Argumentos.

Arte y literatura, ensayo y relato, memoria y vida se compenetran en la mirada contemporánea de Estrella de Diego para proponer un relato que desde una perspectiva integradora rellene huecos en la bibliografía, recomponga borraduras en la historia del arte y en definitiva se replantee la mirada hacia las obras pictóricas o escultóricas de los museos desde nuevos puntos de vista.

Cuadros y libros, Borges y Velázquez conviven en las páginas de sus siete capítulos con los pintores flamencos y con Goya, con los recuerdos personales y con Picasso, con El Descendimiento de Van der Weyden y El lavatorio de Tintoretto, con los bodegones y con mujeres pintoras como Artemisia Gentileschi o Rosa Bonheur o con una escultura como el Hermafrodito de Mateo Bonucelli.

“Para mí el Prado se parece a la escritura: un lugar a salvo, de libertad en el pensamiento”, afirma Estrella de Diego. Y con esa perspectiva hace una lectura contemporánea del relato de Las Meninas y de su primer plano con el “bastidor enigma de la historia y las historias”, ese secreto inaccesible que es la parte trasera del invisible cuadro que está pintando Velázquez en un vertiginoso e inagotable juego de espejos, semejante al que Borges diseña en su Pierre Menard, autor del Quijote.

Porque, junto con la memoria de la relación de la autora con el Prado, la línea central de estas páginas es ese prodigioso cuadro al que Estrella de Diego vuelve una y otra vez: “el cerebro, la arteria y el alma para los visitantes asiduos del museo.”

Ante su complejidad formal el espectador se sitúa a la vez dentro y fuera de la escena, delante y detrás del cuadro, porque “los cuadros son textos que nos necesitan para recorrerlos y comprenderlos” y Las Meninas “sigue siendo un cuadro lleno de interrogantes.” 

Ese es el centro de esta renovadora mirada contemporánea hacia el Museo del Prado. Y es que “de cada obra hay al menos dos lecturas que, lejos de contradecirse, se complementan: una corresponde al tiempo de la obra misma y las mentalidades de su época; y la otra se relaciona con los intereses y las preguntas posteriores, con una mirada que “relee” a partir de esas nuevas opciones que se van incorporando al relato.
Por eso las colecciones en los museos son una historia abierta que cambia incesante los significados interpretados desde los sucesivos pasados y presentes.”

Santos Domínguez