4/4/17

José de la Colina. Antología de microrrelatos



José de la Colina.
Yo también soy Sherezade.
Antología de microrrelatos.
Edición de Fernando Valls.
Menoscuarto. Reloj de arena. Palencia, 2016.

Gregorio Samsa soñó que era un escarabajo y no sabía al despertar si era Gregorio Samsa que había soñado ser un escarabajo o un escarabajo que había soñado ser Gregorio Samsa.

Ese microrrelato de José de la Colina, La metamorfosis según Chang Zu, es uno de los que forman parte de la recopilación Yo también soy Sherezade.

Aparece en la colección Reloj de arena de Menoscuarto con edición de Fernando Valls, que señala que “José de la Colina ocupa ya un lugar destacado en la historia del microrrelato español, así como en la del mexicano e hispánico, en cuyas antologías aparece debidamente representado, aunque en otras esté ausente de forma incomprensible.” 

Nacido en Santander en 1934, instalado en México desde 1941, José de la Colina fue, junto con su amigo Fernando del Paso, alumno del taller de Juan José Arreola y la influencia del Confabulario de su maestro es una de las primeras que orientan su escritura.

A esa influencia se unirán la de Gómez de la Serna, Buñuel o la de Borges y Schwob en sus relecturas y reescrituras de episodios míticos o literarios, clásicos o cinematográficos. Porque, como explica Fernando Valls en su pormenorizado estudio introductorio sobre las claves de su escritura breve, sus influencias y la evolución de su trayectoria, estamos ante un autor que “se ocupa siempre con humor y sentido crítico de la condición humana, y para ello relee, dialoga y reescribe la historia cultural o literaria, clásica y contemporánea, desde las leyendas grecolatinas hasta los mitos cinematográficos, humanizándolos.”

Las revisiones de mitos como el de Orfeo y Euridice, Teseo en el laberinto, Leda y el cisne, o de personajes como Don Quijote y Gregorio Samsa, Hamlet y la calavera de Ofelia conviven con Greta Garbo y Esther Williams, con Lilith y Salomé, con Marilyn y King Kong en esta amplia recopilación de textos procedentes de Traer a cuento. Narrativa (1959-2003) y de Portarrelatos.

Desde el perturbador La ley de la herencia hasta el paródico La metamorfosis según Samuel Beckett pasando por otras variaciones sobre La metamorfosis o el esperpéntico Marca “La Ferrolesa” o por una receta de croquetas estructurada como un cuento, la ironía y la crítica, la parodia y el puro juego literario o lingüístico coexisten en la mirada desolada y comprensiva de José de la Colina para reflejar el incontrolable vértigo de la realidad, observada a veces con una perspectiva humorística como la de este Gerundial:

En la alta noche de las fiestas la señora fiestera, pese a que le tiraba del brazo el marido, ejercía una de dos argucias: se despedía quedándose o bien se quedaba despidiéndose. 

En el epílogo, El reverso del tapiz, se incorporan algunas notas del autor, que confiesa que “más que explicar los microrrelatos, quieren en cierto modo continuarlos.” 

En una de esas notas, José de la Colina explica que el microrrelato Un caso difícil tiene su origen en una conversación en la que Luis Buñuel se quejaba de la obsesión de la crítica psicoanalítica con la simbología genital de sus películas.

A partir de ahí escribió este texto que “es un chiste. Pero un chiste (a veces también un chisme) es un cuento.”

El caso más difícil en mis veinticinco años de psicoanalista. Me dijo que en aquel sueño se veía entrar por una gran puerta de batientes que se entreabrían y le dije que eso significaba que estaba obsesionado por el sexo femenino, representado por la gran puerta. Me dijo que luego en el sueño se veía caminando por una vereda hacia un claro de un bosque en el que se levantaba un enorme pino absolutamente recto y le dije que el pino significaba el pene e indicaba el temor de ser castrado. Me dijo que en el sueño se veía manejando una gran máquina que daba grandes sacudidas, extenuándolo, y le dije que eso significaba un recuerdo de cuando en su niñez se entregaba al placer solitario, pues las mecánicas sacudidas significaban la masturbación. Finalmente me dijo que en el sueño veía una hermosa mujer que se levantaba las faldas y él sacaba el pene, y me desconcertó y después de meditar mucho el asunto, tuve que decir humildemente que, la verdad, vaya uno a saber qué podría significar eso.

Santos Domínguez